La vida no es tan mala

Una noche extraña

Kirishima prácticamente se lanzó al asiento del lado de su amigo, tomándolo del cuello con un brazo en un intento de abrazo y acortando el espacio entre ellos, para poder hablarle sin que las chicas que estaban ahí escucharan.

-Así que Uraraka, ¿eh?

-No jodas. -Le dijo Katsuki, quitando el abrazo de su amigo con su mano.

-Ahora sí me lo contarás todo, te la tenías bien escondida amigo. -Eijiro lo miraba pícaramente.

-Aléjate de mi, no te conozco.

Era como que el mundo había confabulado en su contra ese día.

Las chicas estaban paradas tras ellos, mirando las espaldas de los chicos, preguntándose de que cosa estarían hablando.

-Es mejor dejarlos solos, de igual forma no se ven hace mucho, ¿no? -Preguntó la morena.

-Tienes razón, deben tener cosas de chicos de las cuales deben hablar. -Mina le restó importancia. -Oye Ochako, tengo algo muy importante que decirte, pero debe ser en secreto.

-Ahora que lo dices, yo también debo contarte algo. -El color rojo subió a las mejillas de la chica gravedad.

-Ajajay, esa cara me lo dice todo, ven, vamos al baño. -Ashido tomó la mano de su amiga. -¡Kirikiri, vamos al baño y volvemos! -Gritó la chica de piel rosa, a su novio que estaba en la barra.

-¡Claro, no hay problema! -Le respondió el pelirojo, girándose. -Ahora que me fijo bien, Uraraka ha crecido bastante, se ve más linda y radiante que antes. -Decía Kirishima, mirando a la morena que se iba con su novia.

Katsuki pusó la palma de su mano en la cara de su amigo, tirándolo hacia atrás, sentándolo como antes.

-¡No la mires demasiado, idiota! -El rubio estaba enojado, iba a golpear a su amigo en cualquier momento.

-Ajá, no te pongas celoso, mi chica va caminando junto a ella. -Eijiro volvió a abrazar a su amigo. -¡Esto es increíble, jamás te hubiese imaginado con Uraraka!

-Sigue diciéndolo y te mataré. -Bakugou bebió el último sorbo de su cerveza y se quedó mirando la botella.

-¿Qué pasa? No te veo muy animado para estar en un bar.

-Si no fueras tan estúpido te lo contaría. -Le dijo el rubio, girando la cabeza para al fin mirar al pelirojo.

-¡Vamos! ¿Acaso no confías en mi? Pues no te queda de otra, nadie más te soportaría como yo.

-Já. -Katsuki sonrió ligeramente. -Idiota. -Lo golpeó en el brazo.

-Ya suéltalo, aquí está tu padre para apoyarte.

Esta vez Bakugou puso mala cara y lo golpeó más fuerte.

-Verás... Esta mañana desperté y esa tonta estaba acostada conmigo... -Bakugou no pudo terminar.

-¡¿QUEEEEEEEÉ?! OH DIOS, BAKUGOU, MI PEQUEÑO YA HA CRECIDO. -Kirishima lo abrazó con lágrimas en los ojos.

-Si me vas a joder me largo, te estoy hablando algo serio. -Las arrugas entre las cejas del rubio se hicieron notar, al igual que sus dientes, Eijiro vio que estaba cabreado, así que lo dejó en paz esta vez y solo lo escuchó.