Mientras Katsuki decía mil cosas, Uraraka sólo asentía con la cabeza.
Bakugo enumeraba todas las reglas de la casa, entre ellas, siempre que se usaba algo de la cocina, se lavaba, él odiaba el desorden, la ropa no podía estar tirada en el piso, nada de visitas, etc, etc, etc...
Ochako asentía a todo con la cabeza, a veces también se le escapa un ajam, pero la verdad es que en su mente nada de eso entraba, ella solo estaba concentrada en como el rubio movía su boca.
Alcanzó a escuchar hasta la parte de la ropa, cuando todo se empezó a escuchar mal, estaba pegada viendo como el chico movía su boca. Cuando eran más jóvenes, nunca le puso mucha atención, lo único que sabía de él era lo que Midoriya le contaba, qué, a pesar de no ser nada malo, ella veía a Bakugo como el mismo demonio, pero ahora que habían pasado unos días juntos no se le hacía tan horrible como ella imaginaba, es más, algo en él hacía que Ochako se sintiera bien.
-¿Te quedó claro, cara redonda? -Le dijo sacándola de sus pensamientos.
La morena dio un saltito de su silla al escuchar ese apodo que él le había dado. -S-Sí, claro Kacchan, nada de ropa. -Dijo sonriendo, esperando que él no notara su falta de atención a todo lo que dijo.
-En el suelo, tonta, nada de ropa en el suelo... Bien, no tendremos problemas así. -Terminó de decir antes de levantarse de su silla e ir a su refrigerador a sacar una cerveza.
-Oh, ¿Kacchan? -Preguntó ella.
-¿Qué? ¿Quieres una? -Y le estiró la mano ofreciéndole el refrigerio.
Uraraka lo tomó y quedó mirando ese líquido dentro de la botella, no era que nunca había bebido, pero en el lugar que trabajaba siempre veía como el alcohol sacaba lo peor de las personas.
-Así que... ¿Te gusta mucho beber? -Se atrevió a preguntarle.
-¿Uhm? -Dejó salir un murmullo curioso. -Solo cuando tengo sed, ¿Porqué? ¿A ti no? ¿Acaso eres de esas que se emborrachan con una copa? Já. -Rio el chico.
La morena miró el suelo, se paró de su asiento y se fue a sentar al sillón del departamento. -No, no seas idiota. -Dijo dejando escapar una pequeña sonrisa.
Katsuki odiaba que ella sonriera, siempre que hacía eso, a él, el estómago se le revolvía. 'Te mataré si sigues haciendo eso', pensó mientras la miraba fijamente.
-Oye, deja mirarme así, me pones nerviosa. -Le dijo la morena, sonrojándose.
Bakugo no se dio cuenta de lo que hacía hasta que la escuchó, se atoró con el sorbo que le había dado a su cerveza y el calor subió a su rostro, instintivamente giró su cabeza lo más rápido que pudo hacia otro lugar, a cualquier lugar donde esa chica no pudiera ver como sus mejillas se coloraban.
-¡NO TE ESTABA MIRANDO A TI! -Le gritó.
-Jajajja, tranquilo, tranquilo. -Le dijo levantando sus manos frente a ella para calmar al rubio. -Sabes, aun no te he agradecido por todo esto.
-No tienes que agradecer nada. -Le respondió en seco. -Al fin y al cabo, estás aquí por mi culpa. -Su ceño se frunció, odiaba admitirlo, pero sí, era su culpa.
ESTÁS LEYENDO
La vida no es tan mala
FanfictionDespués reencontrarse de la peor forma, Katsuki ayuda a Ochako a ver la vida de otra manera, no todo tiene que ser tan malo como ella cree.