Habían pasado unos días maravillosos desde que Blaine y Kurt descubrieron que podían tocarse. Nada grande había ocurrido, pero todo parecía haber cambiado... ahora se tomaban de las manos. Blaine era capaz de tocar a Kurt cuando estaba molesto. Compartían algunos abrazos mientras miraban televisión por la noche, a Blaine le gustaba inclinarse sobre Kurt. Él no lo detenía, en su lugar solo sonreía y ponía un brazo alrededor de sus hombros, por lo que ya era algo normal que ellos hacían.
Incluso la alegría que Blaine sentía siempre que se acercaba a Kurt podía aliviar cualquier mal humor que tuviese antes. Estaba de camino a casa después de una importante reunión con algunos de los productores de la película. Blaine había escrito varias canciones e interludios para la película que habían sido muy bien recibidos. Sin embargo, la más importante canción, la que Blaine había pasado mayor parte de tiempo trabajando, resulto no ser de su agrado.
Bueno, ellos no la odian exactamente. Blaine pensó mientras recordaba la reunión, aunque no quería recordarla.
— Es demasiado triste, —Había dicho el director musical— Es hermosa, pero un poco deprimente.
— Nos preocupa que no entiendas lo que estamos buscando, —Agregó el productor musical— Queremos tu talento en esta película, Anderson. Pero esto claramente no es lo que estamos buscando.
Blaine hizo una mueca mientras apretaba el volante. Odiaba escuchar cosas como esa de su trabajo, pero lo que más odiaba era el saber que tenían razón. Él había escrito esa canción pensando en Kurt, no había sido su intención, pero no había podido detenerse. Kurt estaba constantemente en su mente. Le habían dicho que tenía que regresar con algo nuevo. Y eso era precisamente lo que haría, aunque sabía que seguía teniendo problemas.
En el momento en que Blaine se detuvo delante de su casa, su estado de ánimo era amargo. Prácticamente azoto la puerta mientras andaba hacia el vestíbulo. Sin embargo, su ira se desvaneció al oír a Kurt en la habitación contigua. Asomó la cabeza a la habitación donde estaba el comedor para ver que Kurt estaba sentado en la gran mesa que casi nunca utilizaban. Estaba llorando.
— Kurt, —Dijo Blaine al entrar en la habitación— ¿Qué pasa? —Se detuvo cuando vio repartidos en la mesa los artículos que él mismo había traído de la biblioteca.
— ¿Qué estás haciendo? —Blaine se movió rápidamente hacia la mesa y comenzó a recoger todos los papeles para guardarlos de nuevo en la carpeta— ¿Por qué siquiera estás leyendo esto?
— ¿Qué Blaine? ¿Crees que no sé lo que dicen? ¡Yo sé lo que paso! —Soltó Kurt, su rostro estaba rojo, lleno de lágrimas y tenía los labios apretados en una mueca.
— Eso no significa que tengas que leerlos. ¿En qué te ayuda eso?
— ¡Oh, por favor Blaine! —Kurt dijo poniéndose de pie— ¿En serio? Deja de tratar de protegerme de algo que ni siquiera entiendes. ¡Porque tú no entiendes nada!
— ¡Por supuesto que no lo entiendo! —Gritó Blaine— ¿Cómo podría yo entender algo así? —Se preguntó haciendo un gesto entre él y Kurt— ¿O lo que pasa en esta casa? No lo entiendo. Quiero decir, hasta hace unos meses ni siquiera creía en fantasmas. Así que perdóname sin no lo entiendo, Kurt.
Kurt se puso de pie cruzándose de Brazos y con respiración pesada dijo— Bueno, perdóname porque todo esto es un inconveniente para ti. ¡Qué egoísta de mi parte el ser asesinado en esta casa, incluso antes de que tú te mudaras aquí!
El enojo de Blaine desapareció después de las palabras de Kurt— No Kurt, por favor, —Blaine suspiró y se frotó la sien— Yo no quiero pelear. Y tú... tú no eres un inconveniente, nunca podrías serlo. Me haces tan feliz, Kurt. Yo solo... lo siento. No estoy enojado contigo, en verdad.
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The Ghost Of You
Hayran KurguBlaine se muda a San Francisco con un nuevo trabajo y un nuevo hogar. Todo va muy bien para él, hasta que escucha rumores de que su nueva casa esta embrujada. Pronto Blaine se verá inmerso en una vida llena de miedo, violencia, romance y amor. ¿Podr...