No homo

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Dejó el pedazo de papel a un lado del brazo de su amigo, estaban en clase y era tan aburrida, que comenzaron a enviarse papelitos.

Uno de ellos decía:
"Deberíamos irnos de esta estupidez, me estoy quedando dormido. Gee"

"Si pudiera ya me hubiera ido. F"

"Vamos a los baños y hagamos algo, #nohomo. Gee"

"Te odio. F"

Al leer eso volteo confundido a ver a su amigo. Quien rodó los ojos y comenzó a poner atención a la clase. Bufó, y frunció el ceño, la había cagado, otra vez.
Lo que pasaba es que Frank su mejor amigo, era gay y todo el mundo lo sabía, pero Gerard... Era un idiota.

En la hora del almuerzo se sentó a un lado de su mejor amigo, este tenía el cabello corto y siempre tenía el uniforme mal acomodado, era tan punk rock. Tenía un piercing en la nariz y otro en el labio, le quedaban muy bien.
Mientas que a Gerard le gustaba llevar todo en orden, limpió y ordenado, cabello bien peinado, y uniforme correcto, zapatos limpios y corbata bien hecha. Todo un maniático de la perfección.

—Frankie, ¿puedes creer que ya casi sea tu cumpleaños? – dijo emocionado a su amigo, quien comía en silencio. Evidentemente estaba enojado con el peli negro por ser tan...hipócrita.
—Gerard, apenas es octubre, tranquilízate. – respondió de mala gana. —además, no haré nada ese día, me molesta mi cumpleaños.

El de ojos esmeralda asintió, no recordaba que Frank aborrecía el cumplir años, desde que cumplió cuatro. Era bastante exagerado.

—Pero vas a cumplir 16. ¡Es emocionante! – exclamó, tratando de quitarle lo incómodo a la situación.
—Eso qué, es solo un año más de vida, emociónate que te metan un pene por el culo. – dijo, haciendo que su amigo casi escupiera lo que estaba comiendo.
Frank rió, porque era divertido ver al peli negro ser un idiota.
—Bueno como sea, pero ese día tenemos que hacer algo.

Al siguiente día de escuela Gerard estaba en los baños, mirándose en el espejo lo perfecto que era. Ser vanidoso era una de sus cualidades.
En eso entro su mejor amigo, por casualidad. Esa hora era en la que les tocaba en salones diferentes.
—Oh, ¡hola Frankie! – le dijo al castaño, quien lo saludo con la mano y se metió al baño, probablemente a hacer pis.
Ese fue uno de los primeros días en que Frank comenzaría a ver diferente a Gerard.
El peli negro había entrado al baño donde el estaba y se había puesto de rodillas frente al avellana, quien lo miró confundido por unos segundos, hasta que lo entendió. No dijeron nada, menos cuando Gerard había bajado es cierre del pantalón de su amigo una vez más. Bajó los bóxers de este y saco el miembro de su amigo.
Lo miró primero a lo ojos, antes de hacer nada, no sabía muy bien porque estaba haciendo todo eso, pero quería experimentar o solo saber, que se sentía.
Así que sacó su lengua y lentamente recorrió todo el pene de su amigo, se detuvo en la punta para lamerla, y ahí estuvo por unos segundos. Frank no podía contener su excitación, había adrenalina recorriendo por sus venas. En cualquier momento podría llegar alguien porque ya casi era hora del receso...
Gerard ya había tomado la decisión de ponerlo todo en su boca, y comenzar a lamerlo como si de una paleta se tratara. Sintió la mano de su amigo en su cabello. Y volteo la mirada hacia él, para ver cómo era la cara del castaño cuando estaba envuelto en placer. Era majestuoso, tenía sus labios abiertos ligeramente, y sus ojos cerrados, aveces mordía sus labios, y soltaba pequeños gruñidos. Eso motivó al peli negro y continuó, pudo sentir que en su pantalón se comenzaba a formarse un bulto, se sentía excitado también.
Frank se corrió en la boca de Gerard, quien se paró como si no hubiera hecho nada. Se miraron el uno al otro dentro del baño. El peli negro se acercó a su mejor amigo, para darle un delicado beso en los labios, pero después no pudieron contenerse al estar tan cerca. Frank lo tomó del cuello y comenzó un beso apasionado, tenía la lengua dentro de la boca de su amigo, se sentía tan bien. Mordió su labio un poco, y de su cuello bajo las manos hasta su trasero. Gerard simplemente disfrutaba del contacto, él tenía sus manos en la cintura del castaño, y trataba de acercarse lo más que podía a su cuerpo.
El timbre sonó, dando las indicaciones a receso. Los dos se separaron y salieron de los baños, para irse en caminos diferentes.

Días después se encontraba un Frank muy enojado por la tarea de matemáticas, él no la entendía y jamás lo haría porque ni siquiera las necesitaría después. El castaño soñaba con tener su banda, escribir canciones tristes y escuchar a otras personas cantarlas. Pero la verdad es que su madre le había que dicho que dejara esos sueños estúpidos.
Afuera estaba lloviendo y las gotas hacían presencia en su ventana frente a su escritorio. Las veía llenar su ventana de pequeños puntos de agua, algunas resbalaban y se desvanecían en la nada.
Suspiró. Pensó en dejar la tarea para otro día y se fue a acostar a su cama. Sacó su teléfono y vio múltiples mensajes de su mejor amigo, diciendo que iría a su casa. Puso una cara de odio al mundo, ya que lo que había pasado anteriormente con Gerard, lo había dejado un poco mal y confundido. Su mejor amigo que se juraba heterosexual le había hecho sexo oral y lo peor es que lo dejo, con todo su consentimiento.
En la casa de los Iero solo se encontraba el solo. No le abriría la puerta al ojos esmeralda porque él sabía cómo entrar.
De un momento a otro alguien entró a su cuarto y sin prestar mucha atención sintió que el colchón se hundía de un lado.
—¿Qué te pasa Frank? – preguntó el peli negro. Después se posicionó al lado de su mejor amigo. Había espacio suficiente para los dos.
—No sé de qué hablas.

Gerard suspiró y sacó una cajetilla de cigarros de su bolsillo izquierdo. La dejó a un lado del castaño y este simplemente lo vio confundido.
—Te robe tu cajetilla y ni siquiera lo notaste. Me has estado evitando desde aquella vez en el baño. ¿Por qué? – dijo, volteando su cuerpo para quedar con una mano en su cabeza, con su codo apoyado en el suave colchón. Podía ver Frank a la perfección, quien evitaba su mirada a toda costa.

—No te estoy evitando. Simplemente no nos hemos visto. – dijo como si fuese la explicación más válida. Gerard sintió las ganas de golpear a su amigo, pero la verdad lo que quería es besarlo.
—Frank. Quiero besarte.

El castaño suspiró. Sentía lo mismo por su amigo. Necesitaba besarlo, porque le había encanado hacerlo y probar un poco más no estaría de más. Se posicionó arriba de Gerard en un movimiento rápido, el peli negro sonrío, quería besarlo más de lo que estaba permitido.
Sus labios por fin se juntaron, se daban besos lentos, simplemente tocando sus labios. Querían sentirse, saborearse.
Gerard le quito la camisa a Frank, y viceversa. Se abrazaban para tenerse muy cerca, y sonreían en cada beso porque amaban la sensación.
Poco a poco se despojaron de sus jeans, y de su ropa interior. Frank estaba arriba del peli negro, y acariciaba todo lo que podía de este, pasando sus besos a su cuello, y se su cuello a su pecho, hasta llegar a su miembro. Tomó a su mejor amigo de las piernas y se puso encima de él.
—No creo que quieras ser penetrado aún. – dijo en tono de broma.
Gerard se sonrojó y negó con la cabeza.
El castaño rió y comenzó a frotarse en la entrepierna del esmeralda. Se estaban excitando con la fricción.
Frank tomó la mano del peli negro y la llevo a su boca.
—Tienes que prepararme primero.

Gerard algo nervioso introdujo un dedo en el trasero de su amigo, y comenzó a moverlo lentamente. Miró como Frank se estremecía por el contacto así que lo movió más rápido.
Después él esmeralda se acomodó en la entrada del castaño, y lo penetro lentamente.
—Mierda. – exclamó cuando estaba dentro de su amigo, se sentía tan apretando que le gustaba. Frank comenzó a moverse de arriba hacia abajo, con movimientos lentos. Gerard lo estaba masturbando, mientras gemía de placer.
—Vamos Frankie, más rápido.

El peli negro sentía su pene palpitar dentro de su amigo, quien después de lo que le había dicho comenzó a moverse rápidamente. Gerard trataba de masturbarlo a medida que se movía.

En su estómago se empezó a recorrer el orgasmo que se aproximaba. Los dos gemían y gritaban sus nombres.
Frank se vino en el estómago del ojos esmeralda y el peli negro lo hizo poco después.
Cuando el castaño salió de su mejor amigo se lanzó a besarlo, pero después este se levantó de la cama.
—¿A dónde vas? – preguntó el avellana.
Gerard se estaba poniendo sus ropa rápidamente. Y con rapidez dijo:
—A una cita, con Lynz.
El castaño se quedo perplejo.

—¿Hablas enserio? – volvió a formular una pregunta. Trataba de no llorar, sabia lo que su mejor amigo le diría. 
—Claro que si Frank. No soy gay.

Y ahí fue cuando la amistad de estos dos se fue a la mierda.

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Confieso que no tengo inspiración.
Así que díganme temas para hacer mis próximos smut. Puede ser de lo que quieran.
Daddy o algo así:)
Byeeee.

frerard ☼ smutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora