frerard ☼ smut

Part 1

Nunca hice algo tan triste, nunca mire tus ojos con aquella intención de dañarte, simplemente quería adorarte.

Ese fue el último mensaje que dejó, estaba escrito en una hoja blanca, con tinta negra, y sin dedicatoria o autor.
Cerró aquel capítulo.
No espero mucho tiempo y simplemente lo hizo, se fue.

6 de abril de 2013

Estaban en un parque mirando hacia unos cachorros que jugaban amistosamente en el pasto. Tenían sus manos juntas, no les daba vergüenza, mucho menos lo hacía el darse pequeños besos enfrente de todos.
Era amor puro, no había razones para creer que era solo morbo como solía pensar la gente en esos tiempos, porque todo lo que salía de ellos era amor, nada más ni nada menos.
—Frank. – llamó a su novio quien yacía en el suelo lleno de pasto, traía un suéter gris y un pantalón negro rasgado de las rodillas. Su cabello castaño estaba algo largo, pero no llegaba a sus hombros. Antes de que este le respondiera lo vio con adoración, ¿podía amarlo más?

—¿Qué pasa Gee? – le preguntó al pelirrojo, quien llevaba unos pantalones negros, con una camisa de manga larga color vino. Gerard era muy artístico en todos los sentidos.

—Habrá una cena familiar en mi casa. Mis padres quieren que asistas, quieren conocerte más...– paró de hablar al ver la cara de molestia de su novio. Sabía que su familia aceptaba que fuera gay, pero por alguna razón creían que Frank era un delincuente, aunque debido a los múltiples tatuajes que poseía el castaño, los padres de Gerard creían que estaba en una especie de banda criminal.
—Gerard, – solo lo llamaba así cuando se enojaba o estaba apunto. —Tus padres me odian, creen que soy un malandro y aunque les digas que estudio, que tengo buenas calificaciones, seguirán creyéndolo.

Gerard quién estaba a su lado en el pasto, se puso a pensar, ¿debería simplemente rendirse con sus padres?, pero era inútil. Llevaban un año de relación, y sus padres aún no conocían bien a su novio. En cambio los padres de Frank, habían aceptado de inmediato al peli negro en aquel entonces cuando comenzaban a salir.
—¿Sabes?, tienes razón. Mejor deberíamos salir a un lado y tener unas pequeñas vacaciones. – dijo, viendo un cambio repentino en la cara de su novio. Era una expresión de asombro.
—¿Me estás dando al razón?, ¿tú Gerard Way?, ¿quién eres?, ¿qué hiciste con mi novio? – bromeó haciendo varias preguntas sarcásticas.
El novio del castaño simplemente se rió, tomando en cuenta de que la mayoría del tiempo no solía darle la razón a Frank.
—Cállate ya. – se acercó a darle un pequeño beso en los labios al de ojos avellana. —Mejor dime qué opinas del viaje.
Su novio se lo pensó, le parecía perfecto ir a un lugar y tener a Gerard para el solo, simplemente maravilloso.
—Me encantaría, podemos ir a Seattle, allá tengo a un amigo. Sería perfecto. – dijo y a su novio pelirrojo se le iluminó la cara.
—¡Claro que si! – exclamó, —Siempre he querido ir a Seattle. Mikey dice que hay clubes donde bandas cool tocan.
Frank asintió, ver a su novio feliz lo hacía la persona más afortunada del planeta.
—Es hora de irme. – se despidió el castaño de Gerard, con un beso en la frente, en las mejillas y en los labios.
El pelirrojo lo veía irse con un puchero en los labios. Frank tenía que trabajar, se repetía en su cabeza.
Las vacaciones de verano estaban resultando bastante productivas para el castaño, quien trabajaba como repartidor de correo en la empresa de su padre. Mientras que Gerard se la pasaba pintando en su apartamento, tenía muchas pinturas que llevaban la esencia y el nombre de su novio. Lo amaba demasiado.

El de ojos verdes decidió dejar el parque para ir a su casa, tomar el subterráneo hasta su casa le molestaba, pero un no tenía el dinero suficiente para un auto, sus padres se habían ofrecido a comprarle uno pero él quería que saliera de su esfuerzo, no del bolsillo de sus padres.
Tenía ahorrado dinero de becas, de cumpleaños, de trabajos y de algunas pinturas vendidas a conocidos.
Quería empezar a pintar gente por dinero, pero no estaba seguro.