Alone with Frank

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Sentía una brisa pasar por su gran ventana, en su enorme casa, estaba solo, deprimido y aburrido, mala combinación.
Ese día tendría tutorías con un chico muy inteligente de su escuela, llamado Frank Iero. Le habían dicho miles de veces "Gerard tu rendimiento académico debe mejorar" y así le asignaron a un tutor. Al cual nunca había visto por la escuela, o escuchado hablar sobre él, estaba seguro que era un nerd, o alguien muy raro.
Miró hacia su celular, aburrido, no tenía muchos amigos, solo a unos cuantos y a su hermano, quien estaba en casa de su novia ese día.
Abrió la app de Instagram en su celular, observó algunas fotos para después escuchar el timbre de su casa.
Dejando su celular en su cama se levanto para ir a atender la puerta, así que bajó las escaleras y camino directo hacia la puerta, mirando antes por el picaporte.
—Mierda. – murmuró para el mismo, cuando vio que un chico bastante guapo y punk, esperaba en su puerta.
Volvió a sonar el timbre y esta vez abrió.

—Hola, ¿Gerard Way? – preguntó el chico con desdén. Su cabello castaño tenía un mocaico color rojo, sus ojos tenían delineador negro, su nariz y labio tenían una perforación al igual que sus orejas. Su vestimenta era negra, sus ojos avellanas y era de baja estatura.
—Si soy yo, ¿Frank Iero?, ¿cierto? – preguntó nervioso, a penas conocía al chico y ya lo intimidaba.
—El mismo. – dijo mostrando la misma indiferencia.
Gerard se hizo a un lado para dejar que pasara hacia la gran casa, la cual era blanca y tenía pequeños detalles, que la hacían ver muy elegante.
Pudo ver a Iero bufar, y no entendía por qué el muchacho se veía tan malhumorado.
—¿dónde quieres hacerlo? – preguntó Frank sacándolo de sus pensamientos.
Primero se sobresaltó a escuchar aquella pregunta, pero después recordó a lo que el castaño venía.
—Podemos ir a mi habitación, ahí tengo todos mis libros.
El punk asintió, y comenzó a subir las escaleras como si supiera dónde se encontraba la habitación de Gerard.
Al llegar a la planta de arriba, el peli negro lo condujo hasta una puerta con un póster de Star Wards, Iero al ver su puerta rió un poco, haciendo sonrojar a Gerard.
—Empezaremos con matemáticas, el profesor me dijo que tenías muchas fallas ahí. – comentó el castaño, quien se quitó el suéter que traía puesto, quedándose solo con una camisa negra.
Gerard pudo ver un poco su estómago el cual tenía tatuajes, se quedo babeando unos segundos hasta que Frank llamó su atención.
—Es hora de empezar.
Se sentaron enfrente del escritorio negro de madera, y comenzaron las tutorías.

Pasó una hora, Frank era bueno explicando, el peli negro comenzaba a entender las matemáticas. Se distraía un poco viendo los labios del castaño, eran rosas y carnosos, se antojaban...
—¿Gerard estás poniendo atención? – reclamó Frank, sacando al de ojos verdes de su trance.
—Mmm...Si, claro que si. – dijo nervioso, pues Frank lo intimidaba demasiado con aquella mirada fría.
—¿Ah sí?, a ver, ¿qué dije?
El de ojos avellanas lo miraba con una ceja levantada, retándolo a contestar.
—Pues, sobre, matemáticas...¿no? – dijo bajando la voz cada vez que hablaba.
—Gerard, no estabas poniendo atención, así no se puede aprender. Ese es tu problema eres muy distraído. – dijo para después seguir viendo el libro de matemáticas.
—Supongo que ese es mi problema.
De un momento a otro, Frank volteo a verlo, con una sonrisa en la cara, y no era una amigable, si no más bien una llena de lujuria y malicia.

—Tal vez haya una manera de quitarte ese problema... – dijo volteándose hacia Gerard, quedando justamente frente a él.
—¿C-cómo? – tartamudeó el peli negro, quien al ver al punk muy cerca de él, se puso nervioso.
—Poniéndote a prueba, que tal si yo quiero hablarte y no quiero que pierdas el hilo de la conversación, pero hay algo distrayéndote, como mi mano en tu miembro.
En ese momento Gerard sentía mucha tensión sexual por parte de Frank, quien había puesto su mano arriba de su pantalón. Volteo a mirar pero fue interrumpido por el castaño.
—No, no, no mires, no te distraigas. Solo mírame a mí. – dijo, y pudo sentir como bajaba su cremallera.
—Hablemos Gerard, ¿qué es lo que más te gusta en esta vida? – preguntó, mientras acariciaba el pene del peli negro, quien trababa de hacer como que eso no estaba pasando.
—Me...Encanta, dibujar. – muy apenas podía hablar, pues el de ojos avellana seguía acariciando su miembro a través de la tela del bóxer.
—Ah, ¿qué tan a menudo dibujas?
Estaba apunto de contestar cuando Frank metió su mano adentro de sus bóxers, tomando su pene directamente, comenzando a masturbarlo.
—¿Qué pasó Gerard?, ¿no vas a respóndeme? – preguntó el castaño de manera muy sensual.
Gerard soltó un gemido al sentir tal placer.
—Dibujo. Mierda. – se interrumpió a sí mismo cuando el castaño comenzó a masturbarlo más rápido. Gerard estaba perdiendo el control.
—Vamos Gerard, ¿qué ibas a decir?
El peli negro no pudo hablar, se consumía en el placer, gimiendo fuertemente.
Frank se levantó, y se posó en la piernas de Gerard, seguía masturbándolo. Comenzó a besar su cuello, ya tampoco podía resistirse a ver al peli negro en aquel estado.
Se besaron, Gerard sentía la perforación de Frank contra su labio y lengua, ambos hacían una pelea de lenguas.
Gerard se vino en sus pantalones, y Frank sacó su mano para pasarla por su lengua, excitado al peli negro.
Volvieron a besarse, y el castaño se levantó junto a Gerard para ir hacia su cama, quitándose la ropa rápidamente.
El de ojos esmeralda estaba debajo del punk, quien tenía tatuajes en todo su cuerpo, haciéndolo ver muy sexy.
Frank besaba parte de su cuerpo, su cuello, sus labios, sus pezones, su estómago y más abajo...
—Pon tu pierna arriba de mi hombro. – le dijo Frank, y este de inmediato obedeció.
El castaño se metió dos dedos a la boca, y comenzó a lubricarlos, mirando directamente a Gerard a los ojos.
Mordiendo sus labios, el peli negro sintió como metía un dedo en su entrada, ya no era virgen por lo tanto quería que Frank le diera como el quisiera.
—Mierda. – gimió Gerard al sentir un segundo dedo dentro de él.
El castaño movía sus dedos lentamente, provocando espasmos en Gerard.
De un momento a otro, el castaño retiro sus dedos para penetrar al de ojos esmeralda, quien soltó un fuerte gemido, al ser penetrado con brusquedad.
—Oh, Gerard estás tan estrecho. – gruño el castaño moviéndose rápidamente.
Frank y Gerard soltaban muchos gemidos, y al castaño le gustaba palmear el trasero del peli negro, el cual se excitaba con esta acción.
El de ojos avellana tomó el miembro de su amigo y lo masturbo un poco.
Se acercó a la cara de Gerard y lo besó.
Frank se vino dentro del peli negro y este lo hizo segundos después en su estómago.
El punk salió de él y se recostó al lado de Gerard, quien lo abrazo y beso hasta quedarse dormido.
Frank se quedo despierto unos momentos pero después se quedo dormido.
Gerard siempre sería distraído.



🏴
Lamento si es malo pero no tengo inspiración:(

frerard ☼ smutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora