frerard ☼ smut

Lonely days, waiting for my one true love

Te amo.
Una frase fuerte, llena de sentimientos, y complicaciones, porque el amor es complicado.
No se la dices a cualquiera, y a veces la dices solo para complacer a la otra persona. En mi caso, la dije con el corazón en la boca.

Era marzo 23 del 2015, la lluvia caía lentamente, y el humo de mi café sobresalía.
Mi vista era una ventana que daba a la calle de enfrente de mi casa. Había niños jugando en la lluvia, uno que otro saltando en los charcos. Me recordó a cuando era un niño, siempre fui callado, tímido y gracias a eso no tenía muchos amigos, solo a mi hermano Michael.
Miré hacia el libro que tenía en la mesa, al lado de la ventana, tenía mi nombre, "gerard way" en minúsculas.
Suspiré, me lo había dado alguien de suma importancia, algo así como mi mejor amigo, pero aún más cercano.
La página número uno resaltaba, "Gerard eres una persona muy artística, de ti tengo los mejores recuerdos, por eso te hice un diario. Quiero que escribas sobre nosotros y este enredo que tenemos.
Te ama Frank Iero xx."
Las demás páginas estaban en blanco, no había escrito nada, creyendo que algún día utilizaría las páginas para su regreso.
Bebí de mi café, y me acomode el suéter gris. Estaba dándome cuenta que había usado colores opacos toda mi vida, lo peor era que mi pintura amarilla se había ido lejos de mí.*
Comencé un dibujo en la página blanca, dos ojos, que sentía que me miraban a medida que los dibujaba.
Extrañaba el tacto de aquel hombre, lo más importante era que extrañaba que todo estuviese bien simplemente hablando unos segundos con él.
La comunicación se había acabado cuando Frank me dijo que tenía una novia. No pude responder a eso, me quede sin palabras, y mi pecho se destruyo al cortar la línea telefónica.

Deje el libro, con el dibujo ya terminado, fui directamente hacia la cocina para dejar mi taza de café.
Todo se veía tan solo, la estufa estaba completamente limpia, ya no cocinaba, no me daban ganas. Nada estaba bien.

Se escucho el teléfono, y con esperanza fui a ver si era él, pero al no reconocer el número simplemente lo deje sonar.
Si hubiera sido Frank llamando de todas maneras no hubiese contestado, en New York tenía con quién mantenerse ocupado.

Salí a ver la lluvia más de cerca, me senté en las escaleras frente a mi casa, ya no había niños, solo uno que otro auto que pasaba.
Saqué mi celular, para poder mandarle un mensaje a mi hermano Mikey.

Mikey estoy aburrido, ¿trabajas hoy?

Lo envié y espere a que mi hermano contestara, pero no lo hizo, así que supuse que estaba ocupado.
Miré un rato más hacia la calle. Suspiré y acune mi mejilla en mi mano derecha apoyándola en mi rodilla.
Las escaleras estaban frías, mi alrededor estaba gris, todo se sentía tan aburrido, pero en su totalidad triste.

Cuando volví a mi casa eran las ocho y media de la noche. La hora exacta para ver la televisión y después dormir, no había hecho nada productivo. No había pintado, escrito, alguna cosa como un recuerdo, un paisaje o una persona.
Mi estado emocional se presentaba para muchas obras de arte, pero aún así, no sentía gana alguna de tomar un pincel.

Prendí la televisión y me dedique a ver las noticias, para después ver un canal de cocina, y acabar viendo caricaturas. Muy infantil incluso para mí.

Sentí la necesidad de ir a dormir a eso de las nueve, le hice caso a mi instinto y fui hacia mi habitación. La cual era bastante minimalista, no como las demás partes de mi casa, donde tenía cuadros por doquier.
Me recosté en mi cama, desnudo, era más fácil que buscar un pijama.

Entró una leve luz tenue por mi ventana y debido a mi sueño ligero me desperté por la irritación en mis ojos.
Era un nuevo día, sin duda sería igual de aburrido que el anterior.
Me levante para ponerme ropa cómoda, un suéter y un pantalón de chandal, iba solo con calcetines por mi casa, no me molestaba, había alfombra en la mayoría de la casa.
Entré a la cocina y me hice un simple desayuno de huevos revueltos y tocino.