Lucharé por ti, amor[Freddy/Fred&Tu]❌Segunda temporada❌

Cap.22

Solté un suspiro mientras cerraba la puerta principal de la casa, me giré a ver hacia Freddy, el cual estaba sentado en sillón, con una mirada perdida en cualquier punto de la casa, seguramente discutiendo con Fred. 

-Sabes... iré a comprar algo para hacer la comida. Vuelvo pronto.- avisé tomando las llaves para colocarme la sudadera que estaba colgada en el perchero, tomé mi cámara para finalmente salir de aquel lugar.

Caminé con calma mientras ponía la música en mi celular, colocándome los audífonos y entretenerme en cualquier cosa que no sea en lo complicado que se estaba volviendo todo. Levanté mi mirada a el nombre de aquel supermercado,  tomando un carrito para empezar a recorrer los pasillos de estos con calma, leyendo cada uno de los productos.  al meter todos los alimentos que me habían llamado la atención me detuve en el pasillo de papelería donde un paquete de unas hojas color sepia descansaban en uno de los estantes, sonreí al recordar como escribía para los ositos al estar encerrada. Sin dudarlo metí aquel paquete al carrito y seguí avanzando, metiendo plumas que llamaran mi atención.

De un momento a otro mi carrito chocó con otro, levanté la mirada alarmada, queriendo comprobar que la otra persona estuviera bien. Eso hasta que mis ojos chocaron con un verde, mientras que el rostro de Katia era uno de completa sorpresa.

-_-___....- Balbuceó con  los ojos abiertos.

Mi rostro no era diferente al suyo, pues mi cuerpo estaba paralizado mientras que la miraba directamente a los ojos. Observé como los ojos de mi madre se volvían lagrimosos, como las lagrimas comenzaban a recorrer sus mejillas mientras que sus pies caminaban hacia a mí y sus brazos me rodeaban para apretarme fuertemente contra ella. Mis brazos la rodearon, temblorosos al sentir calor maternal que hace tiempo no sentía por parte de Katia, cerré mis ojos con fuerza disfrutando del calor, mientras que escuchaba sus suaves sollozos en mis oídos,.

-P-Pensé que duraría mucho sin verte... ¡L-Lo siento!... En verdad te extrañaba...- sollozó sin soltarme.

Se apartó lentamente de mí con una enorme sonrisa y sus ojos hinchados por el llanto, sonreí limpiando las lagrimas que aún se atrevían a recorrer su rostro.

-Me alegro volver a verte mamá...- murmuré sin desviar la mirada de ella.- Pero tú ya sabías que yo estaba aquí.

- Y no sabes lo difícil que fue fingir no saberlo... E-Estúpida niña... ¡No hagas que vuelva a fingir no saberlo!- regañó limpiando sus mejillas.- ¿Por qué tanto esfuerzo para ocultarte de mí?

Miré al suelo apretando mis puños, sintiendo mis mejillas mojarse.

-Por que si tú te acercabas y me abrazabas... Sabría que Larry viene en camino dispuesto a llevarme a Rusia nuevamente...-  sollocé, causando que Katia abriera sus ojos con sorpresa.

Su mirada se suavizó, sintiendo la palma de su mano acariciar mi mejillas mientras sus ojos miraban fijamente los míos.

-Entonces...¿Por qué sigues aquí?- preguntó suavemente.

-¿Eh?...- solté confundida.

-Ve con él y disfruta todo el tiempo que puedas... No te arrepientas de nada.- exclamó dirigiéndome una sonrisa.

Di unos cuantos pasos hacia atrás, limpiando mis mejilla con la manga de la sudadera, sonreí en dirección suya y finalmente corrí.

Corrí tanto como mis pies me lo permitían, recorriendo las calles con rapidez, al llegar al hogar de la tía Nancy abrí de una patada la puerta, causando que el castaño que estaba sentado con calma en el sillón se sobresaltara y me mirara expectante y preocupado.

-¿___?, ¿qué ocurre, por qué pateas la puerta?- preguntó acercándose a mí con preocupación.

No dejé que terminara de hablar, me lancé encima de él provocando que ambos termináramos en el suelo, apreté mis puños a cada lado de su cabeza mientras que varias lagrimas comenzaban a caer en su rostro.

-Idiota... Si no me hubiera enamorado de ti... Si tan solo no hubiéramos nacido como hermanos... Todo sería más fácil.

-¿____? me estás asustando... ¿Por qué hablas de todo esto tan de repente?

-¡Por que te amo idiota!... ¡Lamentablemente te amo tanto que no puedo evitar hacer estupideces!

-Yo también te amo ____....- mis ojos se abrieron lentamente, encontrándome con los azules de Fred mientras que un suave carmín adornaba sus mejillas.

-Freddy... Fred... Ambos... Me prometen que a pesar de todo, ¿me seguirán amando? ¿confiaran en mí sin importar nada?- pregunté mirándolo fijamente.

-Lo prometo... Te seguiremos amando a pesar de todo...

Su mano acarició mi mejillas, para finalmente unir nuestros labios en un dulce beso...

Solo quiero el suficiente tiempo para seguir disfrutando de esto.

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El tono de su celular comenzó a sonar, mientras que le vibrar de éste se presentaba en su bolcillo, sin apuro y con una sonrisa lo sacó del bolsillo, aceptando la llamada para colocarlo en su oreja, sin desviar su mirada de la puerta del supermercado.

-¡Katia! ¿¡ella está ahí!?, ¿¡la viste, cómo se encuentra!?- preguntó el hombre al otro lado del celular.

La mujer sonrió mirando al techo mientras dejaba salir un suspiro.

-¿Cómo se encuentra?... Feliz.- aseguró la mujer con una sonrisa, dejando en silencio a Larry.- creo que es tiempo de que tú también comiences a serlo... Larry, busca la felicidad y no detengas la de tu hija.

Con esas últimas palabras colgó la llamada sin despedirse. Guardó el celular nuevamente en su bolsillo y limpiando la lágrima que recorría su mejilla con una sonrisa, negando divertida ante sus pensamientos.

-Vaya hombre del que me enamoré, complicándose la vida por enorgullecer a sus padres...- tomó su carrito y comenzó a retomar su camino.- Larry idiota, no podía ser feliz si tú no lo eras.

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Miró la pantalla de su celular sin expresión, observando el boleto de avión que tenía en su mano, soltando un suspiro para ver el nombre de aquel contacto que hace unos minutos había llamado.

-Así que siempre los supiste... Eh Katia.

Miró hacia el cielo, sonriendo ligeramente, ¿ser feliz? él no se merecía eso, aún no.