cinco.

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Había pasado un mes y varias semanas, Jaebum estaba cumpliendo con su palabra. En ningún momento me volvió a hablar. Cada uno seguía con su vida y con los mismos amigos de siempre.
Hablando de amigos, descubrí que BamBam era amigo de Jaebum, y por lo que veía eran muy buenos amigos, ya que los había visto juntos en muchas ocasiones acompañados junto con otro chico de pelo negro y mirada tranquila. Por lo que se ve ellos eran sus mejores amigos o eso me había dicho Yugyeom al comentarle sobre BamBam y su amistad con el roba novias.

Desde que dejé de hablar con Jaebum, tampoco volví a hablar con Jihyo.
La vi a ella y a él en muchísimas ocasiones juntos. De la mano, riendo, abrazándose, hablando e incluso besándose.
La relación me seguía dando fatiga, pero no podía hacer otra cosa más que desviar la mirada. Mi dolor por no estar con Jihyo había disminuido gracias a mis increíbles amigos, pero aún seguía sintiendo cosas por ella. Y es que a mí nunca se me había dado bien el superar las cosas, y mucho menos cuando era algo o alguien a lo que estaba unido. Y en este caso era alguien. Alguien que me hacía muy feliz cada día y que ahora estaba haciendo feliz a otro.

Mi plan de intentar volver con ella aún no estaba descartado, pero tampoco tenía idea de cómo lo iba a hacer.

✨✨

Estaba comprando comida en un supermercado cercano a mi casa, ya que tenía el frigorífico casi vacío y necesitaba estar bien alimentado y no morirme de hambre. Para algo mis padres me mantenían mientras yo estudiaba. Aunque yo viviese solo ellos me daban dinero cada mes para poder seguir pagando el alquiler y comiendo. No vivía con ellos porque la universidad a la que iba estaba muy lejos de donde vivía con mis padres, así que tuve que mudarme.

Estaba por la sección de congelados y verduras. No era muy fan de las verduras, pero tenía que comprar varias para hacer buenas comidas y para tener una mejor alimentación. Mi madre me insistía mucho en que tenía que comer bien para seguir estando fuerte y hermoso, así que como buen hijo le hacía caso.

Estaba mirando en la sección de congelados, agarré una bolsa de guisantes y al estar un poco húmeda se me resbaló de la mano. Me agaché a recoger la bolsa y al hacerlo y levantar mi vista, vi a la persona que menos ganas tenía de ver cada día de mi vida desde hace un mes y varias semanas.
Él me miró con sorpresa, al igual que yo. Se quedó quieto observándome sin saber qué hacer, pero yo actué más deprisa y me di la vuelta con toda la rapidez del mundo y me dirigí hacia otra parte. Fui a la sección más lejana de la que estaba; la sección de belleza.

Cuando llegué ahí suspiré aliviado. ¡¿Qué hacía Jaebum aquí?! Bueno, es obvio que comprar pero, ¿por qué tenía que ser el mismo día, a la misma hora y en el mismo supermercado que yo? No podía tener más mala suerte porque ya me la había llevado toda.
Cuando ya recuperé la respiración por los nervios y por haber corrido, alguien tocó mi hombro y me asusté. Pegué un brinco y me giré para ver quién me había tocado.

-J-Jaebum... Dios, ¡me has asustado! -toqué mi pecho dramáticamente.
-Lo siento. -dijo mientras se reía. -No era esa mi intención.
-Si si, pero bien que te ríes de mí. -bufé, aunque no molesto.
-Youngjae, sé que no quieres saber nada de mí ni hablar conmigo, pero... Necesito disculparme al menos. -confesó.
-No necesito tus disculpas, ya te lo dije.
-Pero, en serio, necesito hacerlo para quedarme al menos un poco más tranquilo. Por favor.
-Bueno, vale. Dime lo que necesites decirme, pero no tardes que no tengo mucho tiempo. -me crucé de brazos y le miré atento para que empezara a soltar lo que tanto quería decir.
-Desde que me alejé de ti he estado pensando mucho en como te sientes y también he intentado ponerme en tu lugar, y realmente me he dado cuenta de que he sido un idiota que no ha pensando en las consecuencias de romper una relación. Si me hubiesen hecho lo mismo a mí habría reaccionado mucho peor con el novio de mi ex novia, incluso podría hasta haberle golpeado, cosa que tú no has hecho. Y aunque no me hayas tratado con educación y me hayas ignorado, sé que me lo merecía y me lo sigo mereciendo. Así que, aunque una disculpa no sirva de mucho, una vez más te pido perdón.

Todo cambia [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora