48-Persepción equivocada.
Los ojos azules y los mieles se encontraron mientras en la boca de Joey permanecía el regusto a sangre.
¿Acaso eres un idiota? ¡Voy a molerte a palos una vez estés arriba!—dijo el castaño sorprendiendo al rubio. No era tan parecido a lo que él había imaginado. ¿Dónde estaba su preocupación ahora ante su dramático intento de salvarle a costa de su vida? Eso no era lo que decían los protas a su amado en las pelis de Hollywood.
Los ojos ámbar miraron alterados la herida en la mano del que los sostenía y al ver a sus pies apoyados en la ventana del décimo piso tuvo una buena idea.
Lo siento pero yo me bajo de este tren—dijo el mayordomo al que le dolía enormemente el hombro herido y diciendo esto pegó un salto usando de asidero al joven reportero para luego estrellar sus pies contra el vidrio que estruendosamente se quebró dando paso a su escape.
¡Idiotas! Va a escaparse por el piso de abajo. ¡Deténganlo!—dijo el ojos azules a los policías.
Pero usted...--dijo uno de ellos.
¡Yo puedo muy bien con este alfeñique! ¡Has el favor de perseguir al desgraciado ese o me encargaré de que te metan a tránsito!—le gritó mirando hacia atrás el empresario sorprendiendo a estos y a cierto rubio colgante.
¡Oye! No dejaba de actuar como desgraciado ni en una situación como esa, se dijo Wheeler con el ceño fruncido antes de sentir el jalón de arriba y caer en los brazos del otro cual doncella salvada.
Te va bien el papel de mujer. ¿Eh?—le dijo Seto entre cabreado y con tono superior.
¡Pues a ti no te va para nada la de héroe de novela!—dijo el rubio recuperando su antigua forma de comportarse con él de pronto.
¿Entonces te devuelvo?—dijo el castaño haciendo amague de tirarlo por el borde.
¿Quieres que te vuelva a morder?—preguntó el ojos mieles.
Eso me recuerda que me debo dar la antirrábica cuando bajemos—le contestó el castaño.
Una patada es lo que debieras darte. ¿Por qué rayos tú...?—el rubio no pudo seguir pues unos labios interrumpieron su camino a la vez que contestaron su inacabada pregunta.
Los labios ansiosos se fundieron contra los posesivos dando lugar a un beso demandante y pasional. Los brazos se abrazaron sin desasosiego, con deseos tremendos de hacer lo esperado realidad.
Eres un desgraciado—dijo el melado cuando sus labios se hubieron separado.
Y tú un maleducado—dijo el ojos azules antes de volver a besarle.
Cuando bajaron al piso más alto el personal y la policía recorría los pasillos con premura.
¿Y?—preguntó Kaiba a uno de los policías que con él habían estado. Mas exactamente el que disparó al mayordomo.
Estamos buscando en todos los pisos pero parece que se ha esfumado, señor—contestó el policía—Ahora si nos permite...--añadió y ante el asentimiento de Seto volvió a lo que hacía.
¿Señor? ¿Acaso te has comprado a la policía también?—preguntó el reportero al empresario.
Seto lo miró un momento antes de responder—Creo que esta bien que te lo diga ahora. Yo no soy exactamente la persona que tú crees—
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Reportero a domicilio
FanfictionJoseph es un incipiente reportero con ganas de triunfar y sin muchos escrúpulos a la hora de obtener información. Un día conocerá al famoso y joven empresario Seto Kaiba en una fiesta en la que se infiltrará como moza. Si, moza. En ella descub...