43-Arma homicida.
¿Qué iba a hacer? Se preguntó Seto mientras aun sostenía al débil Joseph. Ante él Claude dejó de reír y puso cara de hastío mientras se acomodaba los lentes.
Esto realmente se ha vuelto algo demasiado escabroso, señor Kaiba—dijo el mayordomo relajando de pronto su postura—Debería pensar mejor en su futuro. Lo ideal sería que dejara a Wheeler con nosotros. Recuerde la clase de persona que es. Solo intenta un titular para ser famoso no importa quien caiga en el camino—añadió.
Joseph miró algo desesperado a Seto, se sentía débil y algo aturdido y no quería que el otro fuera a creer en esas cosas pero mas que nada quería advertirle del peligro que corría.
Por su parte el castaño pensó por un segundo en la opción que se le presentaba. Dejarlo ahí y salir indemne de todo pero extrañamente su lógica y su razón no estaban de acuerdo porque lo que quería era sacar al rubio de ahí aunque le costara todo y es que saber que si lo dejaba ahí desaparecería para siempre de su vida le dejaba dolido y furioso.
Se-to... ¡No confíes! Ellos... quieren matarte—dijo el melado atrayendo la atención del empresario, entonces el ojos mieles prosiguió—Cuando te hayas casado... Pegasus no ha cejado. Quiere tu empresa a través de Desire—
¿Va a creerle acaso? No entiende que diría lo que haga falta para que lo ayude a salir de aquí y una vez fuera destruirnos a todos con su titular—exclamó Claude sintiéndose desafiado por el reportero.
El ojos azules estaba en una disyuntiva pero como siempre no dudó. Conocía al maquiavélico dueño de aquel lugar y lo que decía Joey cuadraba mucho más con su forma de ser. ¿Cómo no lo había pensado antes? Creer que con ser parte de la familia bastaba para llenar las ambiciones del peliplateado era una estupidez. Ahora veía bien su falla. La mano que apretaba ahora su brazo era fuerte y débil a la vez y su mirada no perdió ni un gramo de su férrea estructura mientras miraba al sirviente.
¡En fin!—dijo este frunciendo los hombros—Por lo que veo no podré convencerle de que se dirija al camino correcto, Kaiba sama. Es una pena destruir así los planes de mi amo pero si usted sale de aquí con Wheeler él se enfadará aun mas y todo se arruinará del todo. Estoy seguro de que un accidente casero podría arreglarse pero la verdad las sospechas recaerían en mi amo y eso es algo que no puedo permitirme—añadió antes de extraer un cuchillo de su espalda.
Las uñas de Joseph se clavaron un poco en la piel del brazo de Seto a través de la ropa indicando su angustia y desesperación. En el estado en que estaba sería de poca ayuda y dados los acontecimientos Seto debería vérselas solo con ese maldito. No desconfiaba en la fuerza del castaño pero muy posiblemente las habilidades del ojos ámbar eran mejores a la hora de matar. Sospechaba que antes ya había hecho esa clase de trabajos para el millonario.
Kaiba hizo a un lado al rubio pues supo que las cosas se habían puesto serias. Era posible que se estuviera jugando la vida en ese encuentro y como estaban dadas las condiciones la vida de Joseph también estaba en juego.
El melado cayó hacia el catre mientras Seto mientras cegado por la luz del pasillo medio en la oscuridad de la habitación penumbrosa, luchaba por ver claramente a su atacante sin lograrlo y Wheeler tampoco lograba verlo todo bien. Solo logró ver al pelinegro abalanzarse sobre Seto y ambos forcejeando.
De pronto el brillo metálico salió desde entre ambos mientras forcejeaban y Joey supo por instinto que Seto estaba en problemas. De inmediato se tambaleó hasta ellos mientras el castaño intentaba mantener lejos de si el arma homicida agarrando las manos de la empuñadura con fuerza e intentando mantener alejada dicha arma pero la fuerza del millonario no era la suficiente para lograrlo y trincando los dientes pudo ver como esta se acercaba a su abdomen sin poder lograr detenerla.
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Reportero a domicilio
FanficJoseph es un incipiente reportero con ganas de triunfar y sin muchos escrúpulos a la hora de obtener información. Un día conocerá al famoso y joven empresario Seto Kaiba en una fiesta en la que se infiltrará como moza. Si, moza. En ella descub...