15-Reproches.
¿Qué te sucede?—preguntó el CEO mirándola con sus ojos azules inexpresivos.
Joseph no quería hablar de "aquello" por lo que se levantó del sofá y dijo con su tono medio rebelde--¡Nada que te importe!—
Cuida bien tu boca cuando me hables, Wheeler—advirtió el castaño y de pronto dentro del pecho del rubio su corazón se detuvo un momento. ¿Había estado jugando todo el rato a no darse cuenta? ¿Le habían dicho ellos la verdad? Sus sospechas se esfumaron cuando el otro agregó—No pienses que por ser mujer te permitiré esos caprichos--¡Estaba decidido! El otro era un idiota.
¿Y que haremos ahora?—pregunto el melado.
¡Y me lo preguntas! ¡Por tu culpa estamos en esta situación!—contestó el ojos azules.
¿Mi culpa?—preguntó sorprendido y ofendido el otro.
¡De seguro hiciste algo para que te descubrieran! ¡Chapucera!—dijo el colérico Kaiba.
¡Yo no hice nada! ¡Ellos lo supieron siempre! Fuiste demasiado evidente, idiota. Te investigaban antes de que nos encontraramos por primera vez y estuvieron ahí cuando nos vimos. ¡Creíste ser un gran maestro del espionaje pero eres el más idiota de los idiotas! ¡Tú, gran farsante! ¡Te vieron la cara, estúpido monigote prensado!—
¿Prensado yo? Prensa es lo que no verá tu hermano ni en pintura una vez que salga de esta casa. ¿Acaso crees que me tomaron por idiota ustedes dos? De seguro me vendieron con Pegasus por una exclusiva o dinero. Son tan falsos como una moneda de 3 yenes—le gritó de vuelta el castaño y le levantó la mano pero se contuvo al momento porque no era un hombre que disfrutara de la fuerza bruta. La bajó furioso.
¿Falso? ¿Habla de falsedad el tipo que se sentó con la hija del dueño de casa al que estaba espiando? Si dices que es falso debe ser porque tu eres un maestro en falsedad, Seto Kaiba—dijo el rubio y de pronto sintieron aplausos.
¡Bravo, bravo!—gritó feliz mientras aplaudía y caminaba hacia ellos Maximiliam Pegasus—Esto es mejor de lo que esperaba. Hasta me regalaron con un teatrito para enamorados—
¿Qué esperas conseguir con esto?—preguntó el castaño en pie de pelea.
¿Esperar? ¡Pero si ya lo he conseguido mi buen Kaiba! Tengo tu confesión bien filmada desde la cámara puesta en aquel ángulo—respondió el otro mientras apuntaba con una mano hacia una esquina superior de la habitación que ahora quedaba atrás de ellos pero que había estado a un lado mientras hablaban—Su estupenda escena me ha dado la prueba completa de las intenciones del joven Kaiba. ¡Ha sido un mal chico engañándonos todo este tiempo!—se dirigió al ojos azules.
Estaban atrapados y ambos lo sabían. Las pruebas serían irrefutables en cualquier juzgado.
¡Algo tramas o no nos hubieras develado tus intenciones!—dijo el castaño.
¡Como siempre mi joven amigo eres muy rápido en darte cuenta del terreno en el que pisas!—contestó Pegasus expandiendo su sonrisa.
¿Qué pretendes?—preguntó Kaiba.
¿Pretender? ¿No es obvio?—preguntó el otro con ojos astutos y Seto recordó la llamada y las palabras del otro.
¡Desire!—pronunció el castaño y el rubio se sorprendió.
¡Exacto! ¡Siempre has sido muy listo, Kaiba! Mi querida hija parece que ha visto algo bueno en ti y estoy pensando que serías una gran adquisición para la familia. ¿Qué mejor que un yerno que no pueda decirme que no? Piensa en mi querida Desire como una oportunidad de hacer tablas. Es mejor eso que un jaque mate. ¿No es así?—le dijo el sonriente pelilargo al ojos azules—Todo queda resumido en una simple respuesta. ¿Sí o no, joven Kaiba?—
Kaiba se fue después de dar la única respuesta posible
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Reportero a domicilio
FanficJoseph es un incipiente reportero con ganas de triunfar y sin muchos escrúpulos a la hora de obtener información. Un día conocerá al famoso y joven empresario Seto Kaiba en una fiesta en la que se infiltrará como moza. Si, moza. En ella descub...