31-Escalofriante animosidad.
Azul y miel enfrentados desde muy cerca y de nuevo esa sensación de desasosiego muy dentro del alma del rubio. Saber que todo se había roto y no habría otra oportunidad llenaba su alma de desencanto. Muy dentro siempre esperó que eso sucediera pero tal vez no de ese modo y tan pronto.
¡No me reí!—contestó sabiendo que el otro no le creería.
Como si fuera a creértelo—dijo el castaño con odio en su voz.
Se que no vas a creerme—dijo Joseph—Pero acaso... ¿Eso importa?—preguntó después.
Seto estaba tan furioso como en su vida había estado, tal vez era mas su furia porque sentía dentro de su pecho un profundo dolor que nunca antes había experimentado.
El agarre que tenía sobre los hombros del reportero se hizo mas fuerte, hacía más presión esperando que de verdad le doliera. De veras quería vengarse de aquel que lo tomó por idiota por todo el tiempo en que él pensó que era una chica.
¡Maldito!—dijo tan furioso que pensó por un momento en apalearlo hasta matarlo pero de pronto la imagen de su "Serenity" apareció en su rostro y no pudo—Todo este tiempo... todo este tiempo... ustedes... ¡Se reían a mis costillas!—exclamó.
¡No, no lo hicimos!—dijo el rubio sin esperar ser creído pero tenía que decírselo porque si de alguna forma podía hacerle entender su fallo, que él mismo había pensado en algo que no era.
¡Tú y ese bastardo! ¿Qué son? ¡¿Cómplices, amigos o acaso es tu puto amante?!—dijo Kaiba fuera de sí, su imagen ahora aterrorizaba, parecía lanzar rayos por los ojos y espuma por la boca. Dentro el rubio se atemorizó de como saldrían las cosas de seguir por lo que...
Es mejor que dejemos esta conversación hasta que estés mas calmado Kaiba...--dijo pero de pronto fue jalado hacia atrás.
¿Adonde crees que vas? ¿Con ese tipo? ¿Os reiréis de mi de nuevo? Porque soy muy divertido. ¿Verdad?—los ojos del castaño tenían un brillo de locura que el rubio jamás vio en nadie y que lo hizo temblar. Seto percibió el temblor en la mano que lo sujetaba contra la pared--¿Qué? ¿Acaso te excita que te traten así o qué, Wheeler?--No era eso. Estaba de veras asustado, quería decir el otro pero las palabras se le atragantaron—Si eso es lo que te gusta tal vez podamos arreglarlo—
¡No!—gritó el rubio mientras era halado al piso por el agarre del otro intentando escapar.
¿Qué? ¿Quieres vestirte de marinerita primero?—dijo con tono sarcástico el ojos azules--¿O es que prefieres que te lo haga tu "novio"?—preguntó después tironeando por detrás los pantalones del rubio.
¡Agh!—gritó Joseph al sentir como eran bajados sus pantalones. La mano de Seto ahí.
¿Quieres que me introduzca de una en ti?—preguntó la voz llena de rabia en su oído—¡No temas! ¡Nadie nos verá! ¡Será rápido!—dijo el castaño con evidentes intenciones de penetrarlo.
Estaba tan vulnerable. Su mente no podía asimilar lo que su cuerpo sentía al ser tocado de semejante manera. ¡Ansiaba el contacto tanto! Su cuerpo luchó y finalmente logró voltear la cara de tal manera de ver la del otro--¡No hagas esto! ¡No me...!—fue un ruego desbaratado por un devastador beso que se llevó casi todas sus fuerzas mientras la lengua de Seto acaparó toda su boca.
¡Así que es esto lo que en realidad te gusta!—dijo el ojos azules luego de separar sus bocas y mirándolo con animosidad escalofriante.
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Reportero a domicilio
Fiksi PenggemarJoseph es un incipiente reportero con ganas de triunfar y sin muchos escrúpulos a la hora de obtener información. Un día conocerá al famoso y joven empresario Seto Kaiba en una fiesta en la que se infiltrará como moza. Si, moza. En ella descub...