CAPÍTULO 05

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Aunque HoSeok no era consiente de cuánto habían corrido y de qué tan lejos se encontraban del lugar de los hechos, él deseaba continuar. Porque tenía pavor de ser atrapado, por lo que en su cabeza sonaba sensacional el continuar corriendo hasta llegar a Busan. Sin embargo, y a pesar de lo que él deseaba, su propio cuerpo lo obligó a detenerse en una calle poco concurrida cuando los agarrotados músculos de sus piernas le hicieron saber que ya no eran capaces de seguir avanzando. Y sus piernas no eran el único problema ya que, gracias a sus nervios, dejó de respirar de forma adecuada durante la carrera, por lo que en el costado derecho de sus pulmones se comenzó a manifestar un engorroso dolor con cada inhalación. Su corazón latía a un ritmo poco común, haciéndole creer a HoSeok que este deseaba hacer un agujero en su pecho para poder salir disparado en cualquier momento.

Tan dramático como solo él sabía ser, se dejó caer de rodillas en el suelo para comenzar a estabilizar su ritmo respiratorio de una buena vez, escuchando los latidos de su corazón en su cabeza y sintiendo las gotas de sudor resbalar por los costados de su rostro.

«¿Esto... de verdad acaba de pasar?»

Sin poder ser capaz de poder creerlo aún, giró la cabeza para ver a Emily, quien se había bajado la mascarilla hasta la barbilla para poder respirar mejor, dejando a la vista sus labios color rosa. Se encontraba apoyada sobre sus rodillas con la respiración agitada y la mirada fija en el concreto bajo sus pies, luciendo atemorizantemente seria.

Cuando HoSeok se relajó — lo suficiente como para poder hablar sin trabarse— se colocó de pie como pudo para caminar en su dirección. Se posicionó frente a ella en una actitud imponente, apretando los puños y tensando la mandíbula para controlar la furia que lo consumió en cosa de segundos, reemplazando el miedo que había sentido segundos atrás.

— ¡¿ESTÁS LOCA?! ¡¿TIENES UNA JODIDA IDEA DE LO PELIGROSO QUE ISJK EFASOKD..?! — Sus cejas se juntaron todo lo que se les fue permitido y se puso turnio para ver la pequeña mano de la chica sobre su boca, amortiguando sus palabras. Fastidiado por su acción (que le pareció ser una burla) tomó su muñeca y alejó su extremidad de una manera un poco brusca de la cual luego se arrepintió. — ¡¿Por qué hiciste eso?! — interrogó, bajando su volumen considerablemente pero haciéndole notar que no se había calmado aún.

La chica desvío la mirada y señaló con un movimiento de cabeza tras de él. Los ojos cafés de HoSeok viajaron al lugar para toparse un pequeño parque al otro lado de la angosta calle, en donde se encontraban algunos niños observando la escena con ojos temerosos ante los gritos del chico.

— Oh... Con que era eso... — Se aclaró la garganta, incómodo, y sintiéndose mal al ser el causante de aquel miedo que reflejaban los rostros de aquellas criaturas. De reojo, notó cómo Emily les sonreía tiernamente y sacudía su mano izquierda en forma de saludo. Los chicos, casi de inmediato, imitaron su gesto y, luego de unos segundos, se dispersaron para volver a jugar con el balón de color azul que cargaba uno de ellos. HoSeok suspiró sonoramente, descansando ambas manos en su cintura para seguido, observarla fijamente. — ¿Por qué hiciste eso Emily? — preguntó utilizando un tono más suave, sin fe de que la muchacha fuera a contestarle al igual como llevaba haciendo desde que se conocieron.

La dueña de los ojos pardos viró el rostro y ocultó sus manos en los bolsillos de su polerón, siendo la viva imagen de una niña pequeña al ser reprendida por su madre.

— Se lo merecía... — respondió en un susurró apenas audible que sorprendió mucho al castaño.

— ¿Qu- qué dijiste? — cuestionó con la esperanza de volver a oír su voz y asegurarse de que no fue él, quien imaginó eso. Hizo un puchero cuando los ojos de la chica se posaron en él por unos segundos antes de desviar la mirada hacia a otro lado, dándole a entender que no iba a repetirlo. — Bueno... No creo que realmente se lo mereciera. Podríamos haberlo arreglarlo fácilmente yendo a la comisaria y haciendo una denuncia o algo así... — dijo, moviendo las manos tras decir cada palabra, recibiendo nada más que una fea mirada por parte de Emily que le dejaba en claro que no estaba de acuerdo con su idea — Diga lo que diga no cambiaras de parecer, ¿verdad?

WEIRD » JUNG HOSEOK ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora