Y otra vez se veía envuelto en la misma situación.
Sinceramente, HoSeok no tenía un mejor plan que tratar de apelar al lado blando de Emily para que hable con su padre. Tras pasar toda la noche y parte de la mañana del día viernes pensado, eso era lo único que se le ocurría y pensaba aferrarse a su patético plan con ambas manos, dando lo mejor de sí mismo para que funcionara.
Invitó a Emily a su casa porque, a pesar de que lo meditó bien, era el mejor lugar para tener la privacidad que se necesitaba con un tema tan delicado como era el que Jung pensaba tratar. Podría gritarle todo lo que ella quisiera y no llamarían la atención de los extraños que podrían malinterpretar la situación, o convertir en algo más complicado de lo que ya era.
No lo quería y mucho menos, lo necesitaba.
No estaba realmente seguro si la azabache le terminaría gritando o solo se largaría de su casa dando el portazo de su vida, pero, se había preparado para todo o, al menos, eso creía y esperaba. Debía mantenerse firme a lo que creía que era lo correcto y, el que ambos se sentaran en una mesa a hablar y arreglar los malos entendidos, le parecía que era lo mejor.
Estarían solos hasta las ocho, dado que su padre estaba trabajando, su hermana había salido con sus amigas y su madre, se encontraba en una convivencia de su club que celebraba los cuatro años que llevaban juntas.
Le pareció perfecto y una ayuda caída del cielo.
A pesar de que no era una cita, cocinó pizza para ambos. Hacer que Emily llegara y tratar el problema de inmediato, no le parecía lo mejor. Además de que quería disfrutar un poco más de la buena relación que tenían, antes de arruinar todo otra vez.
Cuando abrió la puerta, encontrándose con Emily frente a él, no se esperó en lo absoluto que la chica se acercara a él, se colocara de puntillas y depositara un casto y dulce beso en las comisuras de sus labios para después sonreírle de forma radiante.
— ¡He-hey! — saludó atontado, correspondiendo su sonrisa y sintiendo un agradable cosquilleo en el lugar exacto en donde estuvo la boca de Em. — Pasa...— soltó en un murmullo, haciéndose a un lado.
¿Eran novios? ¿Amigos con derechos? No estaba seguro, pero, fueran lo que fueran ahora, Jung esperaba que siguiera así hasta el final de la noche porque le gustaba.
Y mucho.
— Hice pizza para que comamos... Te gusta la pizza, ¿verdad?
Asintió sin dejar de sonreírle tiernamente, cosa que calentó el corazón de HoSeok.
Porque su sonrisa era hermosa y verla sonreír, se estaba volviendo una de sus cosas favoritas.
Comieron entre risas sentados en el sofá, viendo Mi abuelo es un desastre en la televisión.
Y todo iba tan genial, que hasta le dolió el corazón cuando la película terminó, indicándole de esa forma que ya era hora de comenzar con aquello por lo que se encontraban ahí. Dejó el plato de color blanco sobre la mesa de centro y apagó la televisión, gestó que llamó inmediatamente la atención de Emily, quien se giró a verlo con curiosidad y confusión.
Respiró profundamente, esperando llenarse de esa manera de valor.
— Necesito hablar contigo — dijo, consiguiendo que Em alzara las cejas, cuestionante. Como ella no dijo nada, HoSeok lo tomó como una señal de que podía proseguir. No estaba seguro cómo comenzar sin que Emily se alterara inmediatamente. Había pensado en la manera de cómo abordaría todo el asunto durante casi una hora antes de que la chica llegara pero, ahora, lo olvidó todo y no le quedaba nada más que improvisar y rezar porque todo saliera como él quería. — Hablé con tu padre hace...
— ¡¿Hablaste con mi padre?! — cuestionó sorprendida, enderezándose en el sofá y dejando su plato vació junto al de él. — No te acerques a ese hombre, él es un asesi...
— De eso es lo que quiero hablarte, Emily — la interrumpió, girándose en su dirección. — Él no es lo que tú piensas. Me explicó las cosas cuando nos vimos y si lo escucharas...
— ¿Por qué diablos lo estás defendiendo? ¿Ahora son amigos? — preguntó, poniéndose de pie de manera repentina, ocasionando que HoSeok imitara su acción. — Increíble... — murmuró lo suficientemente fuerte como para que la palabra llegara a los oídos del chico.
Tomó su abrigo del respaldo del sillón y se lo comenzó a poner mientras avanzaba en dirección a la salida. Dispuesta a largarse sin terminar la conversación.
Todo estaba pasando tan rápido y se sentía tan alterado, que ni siquiera tenía tiempo como para ponerse feliz o sorprenderse de todas las palabras que estaba soltando Emily en tan poco tiempo.
— ¡Emily, por favor! ¡¿Podrías si quiera escucharme antes de huir de la misma manera en que lo haría una cobarde testaruda?! — chilló sin pensar, consiguiendo que la chica se detuviera y se girara para mirarlo con el entrecejo fruncido y con la mirada oscurecida por la rabia que recorría sus venas.
— ¿Cobarde... testaruda? — cuestionó.
— ¿Por qué no le das una oportunidad para arreglar las cosas? Entiendo que estés doli...
— ¡¡Claro que tú no lo entiendes!! — gritó interrumpiéndolo y golpeando la pared junto a ella para desahogar un poco de su furia. — ¡¿Cómo lo pondrías entender si tú nunca has experimentado lo que es el rechazo total por solo existir?! Tú madre no te botó en una estúpida caja cuando eras un bebé. No pasaste casa por casa, familia por familia, esperando a que alguien... Te amara y aceptara...— Cubrió sus ojos brillosos e inspiró con fuerza. — Tú tienes a tu familia y amigos que te aman.
— Emily...— bisbiseó con una molesta opresión en su pecho ahogándolo.
No necesitaba admitirlo, porque era verdad. Él no pasó por eso. Tiene a su familia y amigos, pero eso no significaba que nunca hubiera sido víctima de lo que es el rechazo. Obviamente lo había vivido. No de la misma y dolorosa manera que ella pero sí, sabe lo que se siente ser excluido. Que te dejen de lado solo por ser tú.
— Ella fue una de las primeras personas que tuvo la paciencia para esperar a que me abriera y sintiera cómoda a su alrededor. Ella se tomó el tiempo para conocerme y fue por ella, que conocí lo que era tener una madre que te amara y cuidara incondicionalmente. Por primera vez tuve una verdadera familia...— Mordió su puño con fuerza y el chico tuvo que reprimir las ganas de acortar la distancia que los separaba para no abrazarla y consolarla. — Y él me la quitó. Lo arruinó todo, dejándola morir y otra vez... me quede sin mi mamá...
Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas y HoSeok avanzó hasta ella. Su mano derecha envolvió una de sus muñecas y tiró de ella suavemente, acercándola a él.
Levantó su mentón con ternura, con la opresión en su pecho aumentando y con ganas de largarse a llorar con Emily porque era demasiado sensible como para mantener las emociones a raya.
— Tienes razón, Em. No sé por lo que has pasado. No conozco en lo absoluto tu dolor, pero... No seguiría insistiendo si no fuera porque en realidad, creo que es lo mejor para ti — dijo suavemente, borrando una de las pequeñas gotas saladas en su mejilla con su dedo pulgar. — ...perdiste a tu madre, pero tu padre, aún sigue con vida y quiere aclarar las cosas contigo, no desperdicies esta oportunidad de...
Emily lo miró una vez más a los ojos antes de retroceder, escapando de su tacto como un animal salvaje asustado. La mano que hace unos segundos se encontraba acunando la mejilla de la azabache, cayó a su costado mientras veía como la muchacha abandonaba la casa sin decir nada más ni mirar atrás por última vez.
No intentó detenerla porque no le pareció lo más adecuado, pero eso, no suprimía el sentimiento de querer salir tras ella para estrecharla entre sus brazos.
El sonido sordo de la puerta siendo cerrada repercutió en sus oídos y se quedó ahí, solo a medio camino de la entrada con: sus ánimos por los suelos, una opresión en su pecho y sintiéndose culpable por hacerla llorar otra vez.
Porque lo que menos quería hacer HoSeok, era hacerla derramar lágrimas, pero, al parecer, era algo simplemente imposible para él y se odiaba por ello.
ESTÁS LEYENDO
WEIRD » JUNG HOSEOK ✔
Fanfiction" - ¿Me das de tus papas?". Jung HoSeok es un chico amable, dulce y de buen corazón que en busca de algo de emoción en su rutinaria y aburrida vida universitaria, se termina topando con Emily, una chica que se encarga de darle la emoción que deseaba...