Emily estaba nerviosa y, pesar de todos sus intentos por disimularlo, HoSeok se pudo percatar de ello con una claridad ridícula que no quiso mencionar para no empeorar las cosas. Porque se le hacía demasiado estúpido el decirle que nada de lo que intentaba hacer estaba funcionando, ya que su propio cuerpo la estaba traicionando y dejando en evidencia cuando, de forma inconsciente, le daba algunos apretones a la mano del moreno. La chica estaba inquieta porque no sabía qué era lo que le esperaba al otro lado de esa puerta doble de madera y, a pesar de que él tampoco estaba muy seguro, esperaba que el desenlace de todo este problema fuera uno bueno.
Al menos, para Emily. Eso era lo importante en su cabeza.
Si ella, tras escuchar todo decidía no volver a dirigirle la palabra a su padre, él no volvería a mencionar el tema y lo dejaría ahí. A un lado. Porque ya la decisión estaba tomada y ella poseía la información necesaria como para saber qué era lo correcto o no en su vida.
La chica no lo sabía, pero él también estaba nervioso. No tanto como Emily — jamás tanto como ella—, pero sí sentía la presión del momento caer sobre sus hombros y alterar un poco su sistema nervioso, lo cual disimulaba de una manera muy buena a comparación de la muchacha.
— Hum... ¿No piensas entrar? — le preguntó con suavidad HoSeok, tras esperar unos segundos de pie frente a la puerta principal de la mansión que, alguna vez, fue el hogar de la azabache. Él no quería forzarla, pero, estaba casi completamente seguro, de que si no le daba un pequeño empujoncito ella no entraría jamás y HoSeok, no pensaba pasarse toda la tarde de pie en un pórtico admirando la superficie de madera.
Emily se encontraba tan inmersa en sus propias cavilaciones, que dio un pequeño respingo al escuchar su voz. Lo miró y asintió, pasando saliva.
Abrió la puerta e ingresó con lentitud, con HoSeok siguiéndola de cerca, y en un silencio total que no parecía ayudarle de mucho a su sistema nervioso. Prefería mil veces al HoSeok hablador que el silencioso, ya que su parloteo la ayudaba, al menos, a relajarse.
En el recibidor se encontraron con NamJoon, quien los estuvo esperando con paciencia todo el tiempo que se tardaron en decidir si entraban o no. Le regaló una suave y dulce sonrisa a Emily, dándole la bienvenida.
— Emily — saludó, reverenciándose ante ella con su cortesía innata, aquella que la muchacha muy bien recordaba. — Un gusto volver a verte por aquí.
Fue una sorpresa para HoSeok el ver cómo la chica soltaba su mano y se aproximaba a NamJoon. Sin decir palabra alguna y obligándose a no mostrar la sorpresa que lo invadió, se dedicó a admirar en silencio y con ternura, como ambos se fundían en un tierno abrazo que solo reflejaba añoranza.
Se notaba, en la manera en la que se sostenían el uno al otro, que se apreciaban a un nivel más allá de lo profesional. Y tras ver eso, HoSeok creyó febrilmente que el que Em volviera y le dieran una oportunidad a su progenitor, era lo correcto.
— Vengan por aquí. WooBin-shi los está esperando en la sala.
Asintieron y sin esperar nada, Emily se encargó de unir nuevamente su mano con la de Jung en busca de apoyo emocional.
Hasta el momento HoSeok no estaba seguro de lo que eran y, obviamente, era algo por lo que se preocuparía más, pero, fueran lo que fueran ahora, le gustaba. Podía besarla, abrazarla, tomarle la mano cuando quisiera y ella, parecía más que cómoda con todo eso. ¡Y era fantástico! ¡Porque a él le encantaba abrazarla y besarla de la misma manera en cómo le gustaba sacarle carcajadas y sonrisas con sus estupideces!
Se sentía verdaderamente cómodo a su alrededor, y ver que Emily también, lo ponía muy feliz. La reciprocidad en sus sentimientos le traína paz mental al chico.
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WEIRD » JUNG HOSEOK ✔
Fanfiction" - ¿Me das de tus papas?". Jung HoSeok es un chico amable, dulce y de buen corazón que en busca de algo de emoción en su rutinaria y aburrida vida universitaria, se termina topando con Emily, una chica que se encarga de darle la emoción que deseaba...