— Así que... Aquí pasaste la mayor parte de tu infancia — dijo HoSeok, observando la enorme habitación con seis camas dispuestas en dos corridas de tres en las paredes laterales.
La chica asintió. Se sentó en la orilla de una de las camas que se encontraba junto a una gran ventana con marco de madera que poseía una espléndida vista al patio del orfanatorio, para poder observar cómo Jimin, TaeHyung, JungKook y Jin disfrutaban jugando un rato con los diversos niños y niñas, haciéndolos pasar un buen momento como todos tanto merecían.
El moreno se unió a ella y, ambos, se sintieron felices y orgullosos al ver los resultados de la idea de haber invitado a los chicos al lugar. Porque todos ellos eran muy buenos con los niños, bueno, casi todos.
— No veo a YoonGi, ¿dónde está? — cuestionó HoSeok, apoyando sus manos contra el vidrio y buscando al chico al percatarse de su ausencia.
— Lo vi coger una almohada e ir a tomar la siesta con los más pequeños — Rió la chica. — Dijo que correr no era lo suyo.
— No cambia — Negó sonriente HoSeok. — Tengo curiosidad... — Ella lo miró, esperando a que continuara. —, durante el tiempo que estuviste molesta con tu padre, ¿dónde pasabas las noches?
— Aquí o en casa de JungKook, pero, la mayoría del tiempo, aquí — Su mano acarició el cobertor de la cama y, con la mirada perdida, continuó hablando. — La verdad es que, siempre me ha gustado venir a ayudar. A cuidar de los niños y niñas y enseñarles cosas básicas como el respeto mutuo, la aceptación, la generosidad, el amor por uno mismo entre otras cosas que, tanto SooYeon como el pastor, se dedicaron a inculcarme. Me parece que son cosas básicas que todo niño debe aprender porque... Ellos son el futuro y... Si queremos que nuestro futuro sea mejor que nuestro pasado, tenemos que trabajar en ello y cuidarlo.
Jung se sentó a su lado y rodeó los hombros de su novia con suavidad, apegándola a su costado. Besó su cien y le sonrió, orgulloso y maravillado de los pensamientos que pasaban por la cabeza de la muchacha que, ahora, hablaba más de lo que jamás había hecho con él antes.
— Tienes razón y, ¿ya hablaste con tu padre acerca de...?
Em asintió.
— Está encantado con la idea de ayudar. Prometió donar cada dos meses al orfanato y crear una fundación sin fines de lucro — Emily dejó caer su cabeza sobre el hombro de HoSeok mientras dejaba escapar un suave y cansino suspiro. — La verdad es que... Todos los días llegan nuevos niños y el lugar se está volviendo cada vez más pequeño, además, de que se necesitan voluntarios para ayudar a cuidar a los...
— ¡ADIVINEN QUÉ ME OFRECIERON! — chilló TaeHyung con emoción, entrenado al cuarto mientras cargaba de caballito a un pequeño de cabello castaño.
— No te creas tanto, Tae. Nos lo ofrecieron a todos — habló Jimin, ingresando a la habitación junto a los demás.
— ¿Qué les ofrecieron? — La pareja los miró con notorio interés.
— Venir a ayudar como voluntarios un par de días a la semana — Sonrió Jin con ternura, acariciando la cabeza de una pequeña que se rehusaba a soltar su mano y que se dedicaba a mirarlo completamente embelesada con su belleza.
— ¡Wow, eso está genial! — exclamó Jung. — ¿Aceptarán?
— Ya lo hicimos — respondió JungKook y miró a Emily. — Debiste haberme dicho antes que visitabas el orfanatorio. Podría haber venido contigo a ayudar.
— No te ofendas, Kookie, pero... Este era el único lugar dónde podía esconderme de ti cuando te ponías pesado. Así que no te quería rondando por estos lares...
Todos, menos JungKook, rieron por la sinceridad de Emily. Los ojos del chico se posaron sobre HoSeok y, la gran sonrisa que el moreno lucía, fue desapareciendo de a poco al ver su mueca de seriedad. Se mantuvieron la mirada por unos segundos que le parecieron largamente tormentosos al más bajo, ya que una batalla de miradas con Jeon no era cualquier cosa.
Los ojos del moreno se terminaron abriendo con notorio asombro cuando el gesto de Jeon cambió a uno suave y amigable y, sin poder contenerse, le correspondió el gesto.
No eran amigos, pero tampoco enemigos, y eso, parecía funcionar por el momento.
— ¿Tienes hambre, JinHey? — le preguntó Tae al niño, quien asintió. — Muy bien... ¡Es hora de comer! — chilló, abandonando el lugar mientras hacía ruidos de motocicleta con la boca.
— ¡NO CORRAS POR LOS PASILLOS, TAEHYUNG! — chilló Jin, saliendo tras de él con la pequeña.
Jimin también fue, luciendo divertido y dejando a solas, nuevamente, a la pareja.
Incomodo por lo que iba a decir, HoSeok se animó a sí mismo para aclarar una de las últimas dudas que cruzaban por su cabeza a pesar de las posibles consecuencias.
— Quiero preguntarte otra cosa que me ha estado carcomiendo la cabeza desde que lo escuché. Sé que no estuvo bien que lo hiciera, pero... Lo hice y lo lamento.
— ¿De qué hablas? — preguntó, con el entrecejo arrugado.
— Cuando estábamos en Tokyo, te escuché... hablar con JungKook. Él te estaba regañando acerca de ir a ver a unos niños y... — Dejó la frase inconclusa, esperando que ella lo comprendiera y le explicara el porqué de aquello.
— Oh... Eso... No confío mucho en los servicios públicos así que, cada vez que adoptan a un niño... Yo misma voy a la residencia en dónde están para visitarlos y vigilarlos, y así asegurarme de que no les hagan daño...— le explicó, jugando con sus dedos entrelazados.
— Wow, no me esperaba eso... De verdad te importan estos niños.
— No tienes idea de cuánto — susurró.
La chica se volteó a ver a su novio y dirigió una de sus manos a las mejillas de Jung, acariciando y percibiendo la incipiente barba que poseía el chico y que le hacía cosquillas en la palma de la mano.
— Debo afeitarme... — murmuró, perdiéndose, felizmente, en la profundidad de los ojos pardos de Em.
La chica sonrió de lado e inclinó su rostro más cerca del suyo.
— A mí me gusta tu barba.
— Entonces... ¿Me la dejo crecer estilo Santa Claus?
La chica lo miró y rió nasalmente mientras negaba.
— No exageres, Jung — Humedeció sus labios con lentitud, tomándose su tiempo antes de volver a hablar. — Gracias por todo lo que has hecho por mí... — susurró. — eres una persona maravillosa.
— Y tú una muy rara, pero así de rara, te quiero — Rió entre dientes antes de eliminar por completo la distancia que separaba sus labios, fundiéndose en un cálido y cariñoso beso.
Gracias por leer.
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WEIRD » JUNG HOSEOK ✔
Fanfiction" - ¿Me das de tus papas?". Jung HoSeok es un chico amable, dulce y de buen corazón que en busca de algo de emoción en su rutinaria y aburrida vida universitaria, se termina topando con Emily, una chica que se encarga de darle la emoción que deseaba...