CAPÍTULO 06

2.8K 418 87
                                    

Afectados todavía por la primera carrera, obligaron a sus piernas a avanzar lo más rápido que estas les permitían. Ambos jóvenes eran conscientes de que jamás superarían la velocidad del vehículo que se acercaba. Y aquello, por unos segundos, fue una gran alerta roja en la cabeza de HoSeok la cual, rápidamente, se transformó en una de color amarilla cuando se percató de que el automóvil, a pesar de sus capacidades, parecía preocuparse por mantener una distancia prudente de ellos. Ni muy cerca ni muy lejos. Lo suficiente como para tenerlos el alcance de su mirada.

El chico arrugó el entrecejo tras captar ese hecho, claramente desconcertado con el extraño comportamiento. ¿Acaso solo eran un grupo de jóvenes que quisieron fastidiarlos? Porque esa idea se le hacía la más razonable al castaño, debido a que aquellos desconocidos no parecían querer atraparlos en lo absoluto.

Emily, sin vacilar, se adentró a paso firme en el primer callejón que se le cruzó, el cual poseía una iluminación casi nula y que le creo algunas dudas al chico. HoSeok, sin poder hacer nada más, fue detrás de ella mientras rezaba mentalmente por que aquel estrecho lugar tuviera alguna salida. Lo último que quería era quedar acorralado para averiguar si ellos, en verdad, deseaban o no hacerles de daño.

Entretanto el universitario avanzaba esquivando algunos cachivaches y botes de basura tirados y apilados con descuido en aquel pequeño sitio, sintió como algo cortaba no solo su pantalón, sino que también la piel de su pierna al pasar a toda velocidad.

— ¡Ay!

No pudo evitar chillar, ya que el cortarse le dolió y asustó. Por un instante quiso detenerse para verificar los daños, pero en el mismo momento en que la idea pasó por su cabeza fue desechada. Poseían la ventaja de que el auto no podría ingresar a aquel estrecho lugar, pero eso no significaba que aquellas personas no se pudieran bajar del vehículo y continuar la persecución a pie si así lo deseaban, por lo que detenerse no estaba en sus planes hasta llegar a casa de TaeHyung o, simplemente, aumentar más la distancia entre ambos.

Recordando su propio chillido sin desearlo realmente, la vergüenza lo golpeó con fuerza. Las burlas de sus amigos por los gritos de "niña" que soltaba cuando se asustaba o golpeaba resonaron en su cabeza, y eso logró que sus mejillas se encendieran en pena.

«¿Emily habrá pensado que grito como una niña?»

— ¡No pasa nada! ¡Sigue corriendo! — le gritó a la chica tras ver como esta aminoraba la velocidad y se giraba a verlo con expresión preocupada, provocando con ello una sensación fugaz de calidez en el pecho de Jung, ya que ella... ¡Se preocupaba por él! Por lo que él debía importarle, aunque sea un poco.

La azabache asintió no muy segura de sí confiar en sus palabras y prosiguió corriendo pero, esta vez, más lento para asegurarse de que HoSeok no se quedara muy atrás.

Se mordió el labio inferior sin poder evitar sonreír y afianzó el agarre en las bolsas para reprimir la punzada de dolor que atacó a su pierna al continuar con la carrera. Intentó no pensar en todos los gérmenes y bacterias que tendría aquel objeto puntiagudo que cortó su carne. Y, mucho menos, en las asquerosas imágenes de heridas infectadas de gravedad que le hizo ver su madre cuando solo tenía siete años, las cuales quedaron grabadas de por vida en su mente.

"Es para que crees consciencia, Hobi. Las heridas hay que tratarlas de inmediato. No son un juego".

Arrugó la nariz al recordar las palabras de su progenitora. Ver esas imágenes solo lo ayudó a crear un miedo, no menor, a lastimarse. Y las consecuencias de ello fueron que cada vez que caía al piso y se raspaba las rodillas o las palmas de las manos jugando con sus amigos, corriera de vuelta a su casa con lágrimas de terror y desesperación inundando sus ojos en busca de que su madre lo sanara prontamente.

WEIRD » JUNG HOSEOK ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora