Furia Elemental ZODIACO

No esta sucediendo

-Solo los debiles como ustedes se rinden, y disculpame que te recuerde, pero el Oraculo sabé porque somos fuego-Dije mientras le daba la espalda a ese payaso infeliz.

Salí del castillo y atravesando el enorme jardín imperial llegué al área de los altares, El imperio de fuego era el que mas tributo rendía a los dioses y a su planeta marte, entre los Dioses principales estaban Zeus, Artemisa y Ares.

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El ultimo por petición del emperador Aries se habia vuelto el principal dios para todos los plebeyos del imperio debido a la similitud de nombres.

Leo no creía en tales cosas, aun cuando el sabio acuario advirtió que plegar tanto a Ares el dios de la destrucción traeria desgracia al imperio, y ahora aquella suposición se volvia realidad ante los ojos de Leo, quien no soportaba sentirse vencida.

Percibió una energía muy extraña cuando estuvo cerca de las ofrendas, se sintió como nunca en su vida, inferior.

Una luz blanquecina apenas perceptible crecio iluminando todo el salón, hizo a leo bajar la cabeza al no soportar sus ojos tanta luz.
Una voz fuerte, estruendosa y se atreveria a decir celestial, resono en su cabeza haciendo que Leo se olvidase de todo y se volviese una con aquella luz.

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-Constelación, signo zodiacal de Leo, Lider nata e hija mía, te presté mi poder y te envie a la tierra con una misión, al igual que a tus hermanos, debían sembrar mi idea ante la humanidad, tú eres Leo, lider de tus hermanos, y subordinada mía, activate.-

No entendia nada hasta que aquella inhumana voz dijo la ultima palabra, todo se volvio blanco y mi cabeza daba vueltas como si centenares de abejas picaran en lo mas profundo de mi alma, y ahi explote, fui todo y fui nada a la vez, para luego recomponerme y hacerme diminuta y después crecer tan alto que me sentí en mi lugar, algo tocó firmemente mi cabeza y volvi a ser consciente de quien era.

-YO SOY LEO Y MI MISIÓN ES ENGRANDECER TU IDEA.-Grité inconscientemente pero convencida de lo que decia, no comprendía del todo bien pero mi mente se habia aclarado y sentía como si un peso me hubiese sido quitado de encima.

El brillo al que me habia acostumbrado cesó y volví a ser yo, no sin antes sentirme observada, las palmas de mis manos se sintieron sudadas y me di cuenta, de ellas salía fuego.

Me sorprendí y el fuego se apago, nuevamente me senti en peligro, mire a todos lados y ahi habia alguien, de aspecto funebre y tétrico escondido entre las sombras, no distingui quien era y este se hundio en la entrada al salón de baile que estaba conectado a los altares, corrí detras de él.

Escuché una puerta cerrandose y revisé en cada habitación, cuando abrí la ultima me encontre con Tauro.
¡¿Qué hacia él aquí?! Estaba segura que él no era la persona que me habia estado espiando, Tauro tenia una espalda y cuerpo anchos y aquel desgraciado apenas era visible entre las sombras, quise seguir buscandolo, pero él estaba ahí, Tauro estaba ahi.