Cetus se encontraba recargado en el cristal de las grandes ventanas de su habitación.
Al horizonte le adornaban las montañas que se veían pequeñas y oscuras a medida que el sol bajaba y se escondía.-Eres algo mas que una amante para mí, endulzaste mi alma y sometiste mi corazón al peligroso culto de las emociones, comprendiste mis inquietudes y las calmaste, fuiste paz en mis tormentas y la luz en mi oscuridad, mi musa, mi inspiración, mi alma gemela, esa parte de mi que valoró mas que mi existencia misma, oh Piscis, acepta mi amor y devoción, no te separes de mi, te amo tanto que nunca te obligaría a cumplir nuestro juramento de estar juntos por la eternidad, pero por favor, decide no abandonarme nunca.-Recito Cetus mientras las yemas de sus dedos se resbalaban por el cristal empañado.
Sumido en una profunda melancolía de recuerdos no se percató de que Ofiuco estaba presente.
El azabache camino hacia la ventana avisando a su amigo que lo habia escuchado.-Tienes que comprender que ella ya no te recuerda Cetus, me he rendido en intentar que dejes de sufrir por eso pero aun así deberías superarlo, no pierdo la esperanza en que aquel guerrero que alguna vez en una vida pasada lucho a mi lado dia y noche, ese hombre fuerte que prometió proteger a mi gente y venerar a mi Dios, sé que sigue ahí-Ofiuco lo miró a la espera de un respuesta o algo que le diese una señal de que Cetus no se habia perdido en la inmensidad de los pensamientos nostálgicos.
Cetus le devolvio la mirada, después de tanto tiempo Cetus lo miro, y no solo eso, le respondió con algo más que su silencio.
-¿Quién eres?-
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Escorpio con las manos en la espalda baja se giró a mirar a la pequeña albina que yacía en cama, intentaba levantarse.
-¿Qué haces? Deja de lastimarte, no puedes caminar Piscis-
Aunque no lo pareciera Piscis sufría con cada pequeño movimiento, habia sido así siempre pero aun no se resignaba a permanecer como un cuerpo inerte sobre la cama.
Entre un sollozo y un quejido sus rodillas se doblaron llevandola al suelo.
En un segundo Escorpio estaba a su lado, mirandola a los ojos con intensidad.-Te necesito viva pequeña, necesito tus poderes, así que por favor deja de causarte mas daño mientras no estoy-
-Solo quería ver las flores-Respondió en un hilo de voz.
-Hay flores en los jarros, si querias mas debiste pedirlas-
-No lo entiendes, quiero tocar el cesped con mis pies, quiero arrancar los tallos de las flores con mis propias manos-Su tono de voz subió y empujo debilmente a Escorpio con los brazos.
Escorpio tomo sus manos para besarlas.
-Tus manos no son de plebeya para que estes cortando plantas Piscis, son las manos de el ultimo signo zodiacal, calma tus pequeños caprichos y comprenderas que tus deseos no son necesarios-
-¿Que hay de bueno en ser un signo?desde que nací parece que estoy muriendo, preferiria ser una plebeya normal que una princesa que ni siquiera se puede levantar por culpa de una enfermedad hereditaria-
La mandibula de Escorpio se tenso, Piscis pocas veces se quejaba de su enfermedad o hablaba de su condición de una forma realista.
Le acaricio la mejilla y aquel gesto hizo que Piscis rompiera en llanto y buscara consuelo en los brazos de Escorpio.
No existia nada que Escorpio pudiera decir sobre eso, la vida de Piscis habia transcurrido en su habitación acompañada de una lenta agonía que amenazaba con matarla cada vez que conseguía olvidarse de la enfermedad.-Estaras bien Piscis, te recuperaras, lo prometo-
Piscis se aferraba a aquellas palabras tanto como podía pero cada vez era mas dificil creer en ellas.
●
Ofiuco como una sombra entro sin hacer ningún ruido, la puerta ni siquiera se atrevió a rechinar como de costumbre, el rubio clavo su penetrante y oscura mirada en el intruso, aquel aire mistico e inadvertido hizo que Escorpio desenvainara su espada lentamente y a la vez lo analizara de pies a cabeza.
-Soy Ophiucus-Ofiuco respondió a la pregunta no formulada de su expectante para luego mirar a la palida chica que dormía profundamente en la cama, al percatarse de aquella mirada en un rápido movimiento Escorpio se poso frente a Ofiuco de forma amenzante y apretó el mango de la espada- No vengo a pelear, quiero ser tu aliado, soy el emperador del imperio del éter.
Escorpio enarco una ceja mostrandose levemente sorprendido.
-¿Ofiuco?-
-Es lo mismo-
-Ustedes.. Tu imperio se desvaneció-
-Oh no, el hecho de que no lo vean no significa que no siga ahí, hay demasiadas cosas que no sabes, pero si cooperas conmigo te las mostraré-
-¿Qué quieres a cambió?-
Ofiuco volvió a mirar discretamente a Piscis que aun se encontraba dormida.
-Será mejor que hablemos de esto en un lugar mas privado-
Escorpio lo examinó no muy convencido de creerle y después caminó hacía la puerta mientras decía
-Sigueme-●○●○●○●○●○●○●○●○●○●
Nota:
Una pequeña historia donde intento mostrar lo incompleta que estaba la salud de Cetus sin Piscis y viceversa, Cetus llegando a olvidarse incluso de su gran amigo Ofiuco mientras que Piscis apenas pudiendo respirar y existir.-Ambos en multimedia-
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Furia Elemental ZODIACO
FantasyLa historia tiene lugar en la antigua grecia luego de ser conquistada por los romanos, especificamente en la declaración de guerra de Capricornio al imperio de fuego, las cosas darán un giro inesperado cuando la lider de los signos active sus podere...