Capítulo 12

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Jiwoo recorrió las carreteras secundarias de Seul por alrededor de una hora. Yoongi la llevó a las afueras de la ciudad, no quería que su primer viaje fuera estresante, y ella estaba agradecida por eso. Le encantaba el vehículo. Conducirlo era como si estuviera al interior de un cristal. Incluso una vez que el motor se encendió, no era más que un ronroneo el que se oía. Era maravilloso, y ella no quería detenerse. Casi se olvidó de que Yoongi estaba aún con ella, lo cual era una hazaña bastante sorprendente para sí misma.

—Jiwoo, parece que te encanta este auto. ¿Por qué no nos dirigimos de nuevo a la concesionaria y firmamos los papeles para que puedas llevártelo a casa?

Estaba un poco decepcionada por terminar el viaje, pero ella asintió con la cabeza y volvieron hacia la concesionaria. A regañadientes salió del auto cuando llegaron, sus ojos se volvieron hacia éste, casi con miedo de que se alejara, de que se lo quitaran.

—Es todo tuyo, no tienes que preocuparte —dijo Yoongi mientras ella estaba todavía de pie en el lugar.

—Lo siento —murmuró Jiwoo, mientras sintió calor subiendo por su rostro.

Se dio la vuelta y lo siguió adentro. Se obligó a no dar la vuelta de nuevo. La documentación sólo tardaría unos veinte minutos, ya que Yoongi era un cliente preferente, y tenían todo preparado para él. Tendrían que hacerle una limpieza final, así que les dijeron que sería entregado a su casa esa noche. Ella estaba extremadamente decepcionada al no poder llevárselo consigo de inmediato, pero no discutió con ellos.

Yoongi la llevó hasta su auto, y ella se dejó caer en el asiento después de que se retiró de la tienda. Sabía que era ridículo, pero no había tenido una infancia como la mayoría de los niños, conseguir un montón de regalos en las fiestas, y ropa nueva cada vez que quería.

La primera vez que había recibido un regalo de Navidad fue cuando estaba en cuidado de crianza, y a pesar de que eran buenas personas, no tenían mucho dinero, así que cada niño tenía sólo un pequeño artículo.

Todavía tenía los regalos, y apreciaba a cada uno de ellos. El auto, sin embargo, el auto estaba muy bien. Era algo que nunca había esperado tener. Aunque en realidad no era suyo, lo podría usar durante el tiempo que trabajara para ellos. Eso era muy emocionante.

—Hemos terminado todo lo que necesitamos hoy, y tu apartamento está listo. ¿Quiere ver tu nuevo hogar? —preguntó Yoongi.

—Sí, definitivamente —respondió ella, sintiendo como su estado de ánimo aumentó. Tendría que permanecer impacientemente sentada por mucho rato mientras se abrían camino a través de la ajetreada ciudad. Pasaron por la Corporación Min, y luego manejaron un kilometro antes de dejar la carretera. A medida que se acercaban al edificio grande, ella se sorprendía aun más.

Se veía más como un hotel de lujo que un complejo de apartamentos. Una fuente de agua enorme con luces de colores estaba en el centro de una calzada circular, rodeada de flores coloridas y exuberantes. El lugar estaba pavimentado con piedras de varios colores, con aspecto de un camino de salida de un libro de cuento de hadas. Un portero con esmoquin estaba justo en el interior y saludó mientras el auto de Yoongi pasaba.

Ella se asomó por la ventana y miró hacia el techo, donde tres lámparas arañas colgaban, alumbrando con un arcoíris de color mientras conducían bajo el dosel. Era abrumador pensar que ella estaría viviendo en un lugar tan sofisticado.

Se detuvieron en el interior de un túnel de un estacionamiento subterráneo, donde él utilizó una tarjeta para entrar, antes de que estacionaran frente a un signo reservado.

—Aparcarás aquí —dijo, mientras señalaba otro espacio reservado cerca del ascensor. Él caminó alrededor del auto antes de que ella desabrochara su cinturón, y luego abrió la puerta, algo a lo que se estaba acostumbrado.

Cornered » Min Yoongi; BTS✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora