Jiwoo no tenía ni idea de lo tarde que era hasta que estuvo sentada cómodamente en una silla, balanceándose en la terraza de atrás y viendo cómo la fiesta comenzaba a acabarse.
Los problemas vinieron a su mente. Ella no tenía mucho dinero guardado. Tenía sus primeros dos cheques de pago, que eran impresionantes, pero ese dinero se suponía que era para el pago inicial de su nuevo apartamento. Si ella gastaba el dinero para alojarse en un hotel, le tomaría mucho más tiempo instalarse en un lugar fijo.
Oh, bueno, pensó. No tenía más remedio que hacerlo. Simplemente retrasaría sus planes por un mes o dos. Eso no era un problema que no pudiera resolver. Estaba tan cerca de sus metas que nada iba a detenerla. En el gran esquema de cosas, esto era sólo un contratiempo menor.
—Ahí estás, Jiwoo. Me sentaré en este columpio para darme un rato a mí mismo —dijo Yoosung, sacándola de su concentración—. La fiesta finalmente terminó, así que vamos a entrar en mi oficina y nos preocuparemos por los negocios —continuó.
—Sí señor —respondió ella sin pensarlo hasta que él levanto una de sus cejas—. Lo siento, Yoosung —dijo con una pequeña sonrisa, cada vez más acostumbrada a llamarlo por su nombre.
Ella sólo estaba nerviosa y su primera reacción fue de pánico ante la idea de hablar sobre los negocios. Le preocupaba no estar lo suficientemente calificada para el trabajo y que él la despidiera cualquiera de estos días.
Ella sabía que no la invitaría a la fiesta sólo para despedirla después, pero el vivir como siempre lo había hecho, causaba un instinto natural de temor.
—Ahora que hemos solucionado el problema de los nombres, ven conmigo —dijo él con una sonrisa. Ella no pudo evitar sonreír ante su buen humor.
Jiwoo se levantó y rápidamente siguió a Yoosung a través de un laberinto de pasillos, preguntándose cómo él no se perdía en el inmenso palacio de su casa. Debió haberle tomado años a Chaehyun el decorar toda la casa. Jiwoo miró a su alrededor pensando que la decoración realmente le gustaba.
Había considerado la posibilidad de estudiar diseño de interiores en la universidad, pero sabía que los empleos eran difíciles de conseguir en el mercado, así que ella había sido inteligente y había elegido a los negocios en su lugar. A pesar de que le hubiera gustado tener el lujo de poder elegir un trabajo que realmente le gustara, no lo hizo. Su primera prioridad era asegurar su futuro. Ella nunca viviría en un entorno inseguro otra vez.
Quería una familia y no podía tenerla hasta que asegurara su vida. Tuvo que recordarse que aún era joven y tenía mucho tiempo.
A medida que se acercaban a su oficina, ella se detuvo en seco cuando se encontró con un cuadro en particular. Era una obra de su artista favorito, Thomas Kinkaid. Se veía como un original. Era uno de sus favoritos, con una hermosa casa de campo al lado de un arroyo. La pintura era impresionante como todas sus demás obras. La forma en la que estaba pintada hacía parecer como si el agua estuviera realmente en movimiento, y las luces de la casa encendidas, haciéndole señas para que entrara. Ella podía imaginarse a sí misma sentada en el porche rústico mientras sus preocupaciones desaparecían por la corriente.
Sonrió ante la idea tentadora, feliz al ver la bella imagen en el momento de su vida en que más lo necesitaba.
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Ella no se dio cuenta de la sonrisa de Yoosung al verla extasiada viendo la pintura. Cuanto más tiempo pasaba alrededor de Jiwoo, más sabía que había tomado la decisión correcta. Ella no estaba impresionada por las estatuas de millones de dólares o autos de lujo. Estaba impresionada con las verdaderas obras de arte. Realmente sería una gran adición a su familia.
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Cornered » Min Yoongi; BTS✔
FanfictionMin Yoosung ha decidido que es el momento en que sus hijos exitosos encuentren novias. Su hijo mayor, Yoongi, tiene éxito en todas las áreas de su vida, excepto el amor. Él no tiene ningún deseo de tener a la mujer que entre en esa vida, causando el...