Crepúsculo no me pertenece.
Pov. Bella.
Serenata...
¡Ay mi Dios!
Era lo más romántico que habían hecho por mi.
Me sostuve de la baranda del pequeño balcón y me senté en un taburete que había cerca.
Edward, estaba tan guapo como siempre. Se encontraba sentado en el banquillo de caoba mientras sus dedos acariciaban las blancas teclas del piano. Sus ojos estaban cerrados y su ceño fruncido. Veía dolor en su expresión.
La hermosa melodía llenaba mis oídos y luego de unos instantes, la reconocí. Era hermosa. Mientras la escuchaba, me identifiqué tanto con la letra. Era como si la hubieran escrito para nosotros.
Sollocé con el coro el la canción.
Antes había escuchado esa canción y la tenía en mi lista de favoritos de YouTube, pero nunca tuvo tanto significado y nunca la sentí tanto.
Volando entre tus Brazos de Marc Anthony, era la canción que me estaba dedicando.
Cuando acabó la canción, él soltó a llorar. Yo ya lo hacía.
De verdad que me había sorprendido.
Se derrumbó sobre el piano y escuché sus sollozos. A lo lejos, me encontré con la mirada conmovida Raymond. Era el único de seguridad que había por allí.
Me alejé del balcón y tomé mi bata de color gris y corrí a la puerta de la habitación. Abrí y salí despavorida por el pasillo. Ya quería verlo. Necesitaba abrazarlo y besarlo... También acariciarlo y... algunas cosas que no diría en voz alta.
Justo cuando iba a tomar las escaleras, me tomaron del brazo y me acorralaron contra la pared.
Era el imbécil de Jacob.
-¡Suéltame! - le exigí molesta.
¿Quién mierda se creía?
- ¡No!- empezó a negar repetidas veces-. No voy a permitir que regreses con él. Esta es mi oportunidad para estar contigo y no voy a dejar que ese imbécil me la arrebate por una miserable serenata. - se apretó más contra mi y me sentí asfixiada-. Si quieres un hombre, pues aquí lo tienes - enterró su cabeza en el hueco de mi hombro-... estoy muy caliente y dispuesto para complacerte- me mordió con fuerza y grité.
Lo sentí restregarse contra mi y me quedé shockeada.
Sentía tanto asco...
Sus manos fueron a mis piernas y no sé por qué no reaccionaba. Tanto entrenamiento de defensa personal con Carl, para nada me sirvieron.
Por más que el mordisco haya sido sobre la tela, no debaja de doler menos.
No sé como logré articular las siguientes dos palabras, pero lo hice.
-Estoy embarazada- se detuvo de inmediato y se alejó. Me miró con rabia y luego a mi vientre. Justo cuando él se iba a volver a acercar, escuchamos la voz de a Carl, hablando de un cubo de agua.
Aproveché su distracción, y corrí escaleras abajo. Le escuché seguirme, pero apresuré el paso. Por mi premura, perdí mis pantuflas. Corrí mucho más rápido y pasé la puerta corrediza que daba al patio.
Vi a Edward, poniéndose de pie y bajando la tapa del piano.
Negó con la cabeza y se alejó.
Al parecer había tardado.
¡Maldito Jacob!
-¡Edward! - grité con el poco aire que me quedaba y me lancé a sus brazos. Me aferré a él y también él a mi.
-¡Perdóname mi amor!-rogó. Besó mi hombro y gemí.
Dolía.
-Tienes que confiar en mi- le dije.
- Lo sé y estoy dispuesto a responder tus preguntas. A todas- enterré mi cabeza en su pecho y aspire su delicioso aroma. Amaba a este hombre.
Me alejé de él y lo miré.
Le metí una bofetada y luego lo besé.
Estaba tan molesta por toda la mierda que había entre nosotros...
- Te amo muñeca- me tomó en brazos y me sentó en el piano y se arrodilló ante mi- No sé como más pedirte perdón. Entiendo si no quieres saber de mi, pero yo te necesito y no quiero perder la oportunidad de tener un futuro contigo. De formar una hermosa familia- sus lágrimas empapaban el hermoso rostro que poseía-Te ruego me perdones. Por todo. Por obligarte a casarte conmigo. Por las amenazas. Por mi estúpido comportamiento. Se... se queno es excusa, pero ese día estaba mal. Tuve que recordar todo ese calvario y decirle a mi padre todo. Tu eres todo para mi. Te amo. Más que a nada-me bajé y lo abracé.
-Habla conmigo- rogué-. No te garantizo que diciéndome la verdad, regrese contigo, pero podré entenderte y podremos arreglar todo. O la mayoría de nuestros problemas.
Asintió.
En ese momento vi sus labios y me lancé a ellos. Tenía que sentirlos de nuevo. Lo besé con hambre y pasión. Él me regresó el beso con la misma intensidad y me acomodó en su regazo.
Yo era plenamente consciente de que no llevaba zapatos y que hacía mucho frío, cosa que podía lastimar a nuestro bebé.
-Edward...- jadee. Me separé un poco y lo miré-. Debo entrar- él bajó la cabeza y se puso de pie conmigo en brazos. Me puso sobre mis pies de nuevo.
-¿Cuándo puedo volver a verte?- preguntó.
- Tu vienes conmigo- sonrió y me tomó en brazos.
Le guié hasta mi habitación y por el camino no había rastros de Jacob.
Cuando llegamos, me quité la bata y le quité la gabardina de color gris ratón que llevaba.
-Quítate los zapatos- asintió sumisamente y yo me subí a la cama. Él me siguió y me acomodó bajo las sábanas y después se cubrió él.
-Yo...- respiró y me miró. Asentí-. Conocí a Victoria hace más de veintitrés años. Ella era mi maestra de baile. Mi padre la contrató luego de que ella, en una cena de negocios mi padre sacara el tema- apoyé la cabeza en su pecho-. Las malditas clases empezaron dos días después de esa cena y todo iba bien hasta que ella empezó a mirarme diferente- acaricié su abdomen y él el mío. No sabía como procesar eso-. Ella... Ella me decía que yo le gustaba mucho y me tocaba más de la cuenta. Un día me besó. Con ese beso, empezó mi calvario...
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO.
LAMENTO LA TARDANZA ES QUE NO TENIA INSPIRACIÓN.
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Serie Inocente # 0: Obsesionado con tu Inocencia
FanfictionBella es una chica de veintisiete años que tiene casi todo lo que desea. Un trabajo estable y solvencia económica. Lo único que le falta es un bebé. Por lo que planea realizarse un procedimiento clínico para tenerlo. Edward es su jefe, un hombre con...