Capítulo 40

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Crepúsculo no me pertenece, solo la trama y está registrada en Safe Creative.

Pov. Isabella.

―Vamos a casa- asentí.

Tomé mis pertenencias y seguí a mi marido.

― Hasta mañana muchachos- me despedí y tomé la mano que Edward me tendía.

En el ascensor, el me abrazó y besó mi cabello.

―No sabes cuánto te amo- me sentí muy feliz al escuchar sus dulces palabras y besé sus labios.

―Yo también te amo, Edward- permanecimos así de juntos en ese ascensor.

Salimos de la empresa y fuimos directamente hasta la camioneta.

Allí nos esperaban Carl y Ray. No sé cómo convivían ambos, por lo que sabía no se llevaban nada bien.

Yo sabía que Edward ardía en ganas de despedir a Carl, porque no obedecía sus órdenes. Para ser justos, Carl, solo obedecía las ordenes de Carl y mi padre, ni siquiera las mías.

―Isabella…- lo miré y sonreí.

―Dime- respondí.

―Tu madre me dijo que te pasara a buscar yo mañana, que quiere pasar una tarde de mujeres- dijo esto último mirando a mi dulce marido. Edward, bufó.

―Claro- sonreí.

Entramos al auto y me la pasé todo el camino en el regazo de mi esposo.

Estaba ansiosa por ver a Anthony para que sintiera a su hermanita. Quizás eso le daba algo de alegría. Me sentía muy preocupad por mi hijo. No sé cómo ayudarlo y necesito hacerlo.

Veía a Esme igual de preocupada que yo.

Anthony no se hablaba con jóvenes de su edad y les rehuía a las chicas.

Y… ¿si era gay?

No me sorprendería y tampoco lo repudiaría. Entendía que odiara a las mujeres debido a la puta que tuvo por madre y que abuso de él por tanto tiempo solo por su parentesco con Ed.

Llegamos a casa y me recibió mi hijo. Estaba en el túnel blanco que tanto odiaba.

―Hola, mamá- besó mi mejilla y me abrazó. Sonreí-. Me enteré de lo que hizo Biers.

―No me sorprende.- se echó a reír.

―creo que está enamorado de ti- me encogí de hombros.

―No puedo hacer nada, yo amo a mi marido- miré hacia atrás y le guiñé el ojo a un pegado de sí mismo, Edward-. Estaba pensando algunas cosas, Tony- lo miré y sonreí.

― ¿Qué cosas?- preguntó con cautela. Ya estábamos en la sala de estar.

―deberías estudiar otra cosa o salir más. Practicar alguna disciplina que te guste. No se…- me senté en el sofá. Edward, se acomodó a mi lado.

―Practico cuatro disciplinas, hablo…- lo pensó-. Seis idiomas. Ya estoy graduado de la universidad. No quiero volver- me recosté en el sofá y puse mis piernas sobre las de Edward.

Este niño era imposible.

― ¿Algún instrumento?- pregunté cada vez más irritada.

―Para ser sincero, no me gustan, pero Victoria me obligó a aprender a tocar todos los que tocaba papá- Asi que sabía tocar el piano, el arpa, violín y el saxofón-. ¿Por qué no haces la pregunta de una vez?- me ruboricé-. No soy gay- se puso de pie y se acercó al sofá en el que estábamos Edward y yo. Mi marido no decía nada. Como siempre que yo hablaba con Anthony.

Serie Inocente # 0: Obsesionado con tu InocenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora