Capítulo: 59

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Miré a mi alrededor. Todos estaban furiosos. Carlisle caminaba de un lado a otro con la pistola sobandose la sien. Massimo trataba de consolar a Leah y Esme estaba perdida en sus pensamientos, mientras sostenía la mano de un Anthony que me miraba fijamente.

Después de que ella cayera al piso, la conexión de perdió.

—Ella está en tu casa, Carlisle- Le hice saber llamando su atención. Me miró confundido. Negó con la cabeza, pero después palideció.

—¡Maldita sea! - gritó fuera de sí.

Había alcanzado a hacer unas capturas de pantalla antes de perder la conexión, así que las busqué y junto con el IPad de Esme, me acerqué lentamente para mostrarles a todos el parecido que me hizo pensar que estaba en su casa.

—Lo que no entiendo es cómo entraron, se supone que es tu casa... - él negó con la cabeza.

Miró a Esme, pero ella se veía cada vez más y más furiosa.

—Le pedí a Carlisle que se deshiciera de ella. Lo hizo cuando Edward reveló lo que había pasado. No quería vivir en un lugar en el cual habíamos tenido al enemigo, en un lugar en el que habían lastimado a nuestro hijo- dijo acercándose a mí.

Miró las fotografías y asintió.

—Esa es la casa - aseguró. Ahora sólo necesitaba una respuesta y podría actuar.

Teníamos que aprovechar el factor sorpresa y emboscarla.

—¿Qué tan lejos estamos? - pregunté a Carlisle.

—Estamos a diez minutos - asentí y salí de la sala con rumbo a mi habitación. Por el camino le grité a Massimo para que fueran mandando hombres a rodear la casa, para preparar el terreno.

Me vestí rápidamente y volví.

Carlisle y Massimo discutían.

Acomodé mi pistola en la cintura de mi pantalón y ellos me miraron sorprendidos.

Soy hija de un policía, claro que voy a tener mi arma.

—Vamos - ordené.

Los dos hombres empezaron a negar con la cabeza, pero los detuve.

—Esa perra va a pagar por meterse con mi hijo y mi marido... así que tú decides... ¿vas conmigo o me voy sola?- no esperé su respuesta y caminé hasta la salida. Grité órdenes a los hombres de Massimo y Carlisle, órdenes que fueron atendidas luego de que ellos así lo consintieron. Esme discutió con Carlisle, sobre ir o no.

Veía algo en la mirada de mi suegra que nunca había visto. Ella estaba furiosa. Pero Carlisle hizo que se quedara.

Sabía que Amy estaba en buenas manos por que aunque Anthony estaba herido podría defender a Leah y a la pequeña al igual que Massimo que decidió quedarse. Garret podía intentar aprovechar la situación de vulnerabilidad de la casa.

Fuimos hasta los vehículos y una vez arriba, ellos arrancaron.

—Según lo que me informan mis hombres, ya diezmaron la seguridad de Victoria, pero ella no se ha dado cuenta.

Llegamos a la casa en siete minutos debido a la velocidad y yo bajé del auto. Entré junto con Carlisle, cuando me dijeron que todo estaba despejado.

Aún no entendía la razón por la que Carlisle había traído a los lobos, pero lo hizo. En sus ojos no estaba el Carlisle sereno y risueño, estaba el asesino. El mafioso y me alegró no estar en los zapatos de Victoria en este momento.

Vi a Carlisle hablar con uno de los hombres de su confianza y sin poderme esperar, fui rápidamente hasta la casa.

Escuché el llanto de mi bebé y después unos disparos. El llanto cesó y sentí que el alma se me fue al piso. Corrí hasta el piso de arriba, de habitación en habitación, pero en la que se supone es la de Edward, no había nadie.

Serie Inocente # 0: Obsesionado con tu InocenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora