Escuche la puerta abrirse y de ahí la cabeza de Owen asomándose, Brad debió decirle. Me miro fijamente, se lo veía destrozado, aunque yo no debo estar diferente.
-Chris
-Owen
-¿que ha pasado?
-no escuchaste, cogi una maldita cuerda e intente matarme
-¿porque?
Me quede meditando la respuesta, ¿porque lo había hecho? ¿fue el dolor? ¿la desesperación?
¿querer encontrarme con Matt? si eso fue, ¿porque? Acaso soy estúpida? si me mato no volveré a ver a Matt y se que el no me lo perdonaría, entonces...
-no lo se-dije encogiéndome de hombros, el se sentó en el borde de la cama y me miro.
-lo entiendo-dijo simplemente
-como puedes decir eso? mierda tu no entiendes nada!-le grite lanzandole la almohada
-de que mierda hablas Christine?! cuantas veces no he tratado de desaparecer, de enterrarme a mi mismo, es mi maldita culpa que el no este aquí, ¡¿como que no lo entiendo?!
Se estaba culpando, todo este tiempo. Mierda el si sabia lo que se sentía
-pero no estuviste a su lado por 6 años
-no, por eso es peor, Christine no estuve para el por 5 malditos años y eso me esta matando lentamente-dijo mientras las lagrimas se le desbordaban.
Entonces lo entendí, ambos estebamos destrozados. No importaba quien paso mas tiempo con el, porque ambos lo amábamos.
Me acerque y lo abrace, ambos lloramos.
-desearía que esto no haya pasado-dijo con la voz rota
-yo desearía no haber huido en ese momento-le dije y el me abrazo mas fuerte, los sollozos se hicieron presentes.
Ambos cuando terminamos de llorar nos separamos, el apretaba su chaqueta con fuerza mientras tensaba la mandíbula.
-aun no estamos listos-dijo y salio de la habitación.
No fui tras el, no lo sentí necesario. Pero no voy a negar no haber visto esos sobres.
Al día siguiente salí del hospital antes de que alguien viniera a recogerme, fui a casa y me cambie de ropa. Por un instante me quede viendo la habitación de Matt y volví a entrar, recogí todo y lo arregle.
Me dolía el pecho y mis lagrimas no tardaron en aparecer, porque diablos no puedo seguir adelante?
-porque era lo único que amabas-me dijo una voz por la ventana.
Era una niña. Tenia el vestido marrón, zapatos blancos, una coleta y un moño blanco y unas medias altas negras, mierda era yo.
-que carajos eres?-le dije
-tu que crees tonta, soy tu maldita conciencia
-porque esa forma?
-porque esta forma te debilita, te hace ver lo que realmente eres, tonta y débil
-que quieres?-se acerco y se sentó a mi lado
-me preguntaste porque no podías superarlo, porque no podías seguir adelante, quieres saberlo?
Me quede en blanco mirándome a mi misma, al final asentí.
-es porque le das demasiada importancia, porque amaste algo
-y que tiene eso de malo?
-esto Christine, te mata y lo sabes por experiencia, tus padres, tu hermano
-ellos tenían razón
-tu crees?-me pregunto con una ceja alzada
-tu no eres mi conciencia, ella no me diría eso-me levante enojada
-pero tengo razón en algo, lo amabas y por eso estas así
-déjame en paz-susurre tratando de aguantar
-el amor te hace débil, te prometiste no amar-me dijo acercándose mas
-cállate, haz silencio-comencé a desesperarme
-es tu culpa
-Ya basta!-grite y trate de estrangularla pero desapareció, como una nube de humo.
Salí corriendo de la casa, no sabia a donde iba. Otra vez mi cuerpo tomaba el control sin que yo lo supiera, para cunado entre en razón estaba frente al cementerio.
Trague saliva y entre temblando, busque entre las tumbas y la localice, el césped seguía verde y brillante y las flores silvestres seguían haciéndose hermosas.
Me senté frente a la tumba y la mire, un largo rato. Sentía un dolor en mi pecho, no, sentía todo. menos felicidad.
Toque ligeramente la tumba y leí lo que decía.
Matthew Louis Willians, 2011-2017 ''Marco una huella en nuestros corazones con su llegada inesperada''
Sentía como el corazón se me estrujaba pero no dije nada. Desearía haber dicho que después de esa visita al cementerio arreglo mi vida y la mejoro.
Lamentablemente no fue así, el dolor no abandonaba mi pecho. Pero las lagrimas ya no querían salir, y mis ojos ya estaban demasiado hinchados como para seguir botando lagrimas.
Cuando llegue a casa me encontré a Brad y a Katie, ambos estaban en mi sala de estar esperándome.
-Chris? donde has estado?-me pregunto Brad quien fue directo hacia mi
-fui a hacer una visita autodestructiva
-¿como?
-fui al cementerio, inútil
-oye estas bien?-se acerco Katie, quien tenia a Rosie en brazos.
Un bebe, Matthew de bebe. Malditas lagrimas, volvieron a acumularse. Lleve las manos a mis ojos y comencé a llorar otra vez, ver a Rosie me hizo recordar a cuando Matt era un bebe.
Desperté a las 4 de la mañana, los gritos del bebe me estaban volviendo loca, me acerque a su cuna y lo tome entre mis brazos.
-algún día te callaras, pequeña plaga?-le dije con enojo, el me miro y dejo de llorar
Mientras lo mecía el tocaba mi boca, comencé a cantar un canción de cuna y el comenzó a reír. Fue lo mas dulce y hermoso que se pudo escuchar aunque duro poco tiempo, ya que se durmió después de un rato.
Volví a mirar a Rosie y calle un grito, Brad se acerco a mi pero lo aparte de un golpe.
-váyanse de mi casa, ahora!-grite en dirección a Katie, ella no tenia la culpa pero ver a su hija, con ella en sus brazos, eso estaba torturándome.
-Christine...-Brad trato de acercarse pero los empuje a ambos fuera
-fuera!-grite y cerré la puerta una vez que ellos se fueron.
Fui a mi cuarto y me encerré, volví a sufrir. Pero esta vez no iba a acabar con mi vida, el no me lo perdonaría.
A mitad de la madrugada me acerque a su cuarto y me acosté en su cama.
Y comencé a cantar nuestra canción, y llegue hasta el final.
Como nunca pudimos terminarla.
-y como nunca podrán hacerlo-me dijo la niña sentada junto al muñeco de dinosaurio.
Me volví a derrumbar esa noche.
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Toma mi mano y guíame
RomanceLa vida de una joven ignorada cambia en una noche de locura con el chico popular de la clase. Un niño? eso ella no se lo esperaba.