Capítulo 15

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—¿Quieres por favor dejar de ignorarme? Trato de arreglar las cosas.

—No hay nada que arreglar. Te dije que no estaba enojado.

Las gruesas gotas de lluvia golpeaban con fuerza la ventana de Marco. Él las observaba atentamente. Tan puras, tan efímeras, cristalinas y hermosas. Resbalaban lentamente por el cristal, y caían. Desaparecían.

—Podrías al menos mirarme.

En la cabeza de Star aquello sonó como una pregunta, pero de sus labios sonó como una petición. El chico pestañeo un par de veces y a continuación despegó la vista de la ventana. Observó con atención el despeinado cabello de la chica. Como las hebras de entrelazaban entre si y formaban un desastre. Un hermoso desastre. Los ojos azules enmarcados por largas y rizadas pestañas. Las prominentes bolsas bajo los ojos y las mejillas sonrosadas por el sueño. Se veía adorable.

"Estás enojado, Diaz. No caigas".

—¿Qué sucede?

—¿Qué sucede? ¡Te diré lo que sucede! —Star avanzó dos pasos—. Llevas diciendo toda la tarde que no estás enojado, pero te puedo apostar mi reino a que si trato de besarte te vas a apartar —se pasó las manos por el cabello—. Marco lo siento. No debí haberlo hecho, ya lo sé, pero necesitaba alguien con quien hablar...

—Y tomarte de las manos.

—... y tú estabas ocupado en clases, aunque la maestra no estaba ahí.

—Ya lo sé —suspiró él—. Debí haber ido tras de ti, pero creí que lo mejor sería dejar que te calmases un poco.

—No, la verdad no.

La habitación estaba en silencio. Nadie sabía qué decir a continuación.

—Estas exagerando un poquitín.

—¡No! —miró a Star exasperado—. No exagero. ¿Cómo te pondrías tú si me ves caminando de la mano con Jackie?

La chica meditó unos segundos observando fijamente los ojos de Marco. ¿Qué haría ella en esa situación? Estaría devastada, sin duda, pero si Marco aclarara las cosas...

No. Seguiría mal. Las cosas no se arreglaban así de fácil.

Caminó dos pasos más.

—Lo siento.

—Yo sé que lo sientes —Marco se puso de pie—, pero de todas maneras ya está hecho. Aprecio que pidas disculpas, aunque no me las debes, pero ¿quién me asegura que no vas a volver a hacerlo?

Star se llevó una mano al pecho, ofendida.

—¿Es eso lo que piensas de mí? He estado ya un buen tiempo aquí, dejando que me conozcas, dejando que entres en mi vida —una pequeña vena empezó a saltar en su frente—, ¡¿y tú piensas que soy así?! ¡No te estuviese pidiendo perdón si lo fuese a volver a hacer!

—Star...

—No, Marco —agitó sus manos frenéticamente—, estamos haciendo un gran lío de esto.

—No es tan fácil...

—Lo sé —caminó rápidamente hacia él, dejando la distancia que los separaba en tan solo centímetros—. Y no te culpo. Hice mal. Pero creo que ahora está más que claro que no lo volveré a hacer.

—Pero ¿quién me lo asegura?

—¡Yo, Marco! —Desesperada porque el chico entienda, tomó sus manos y les dio un fuerte apretón—. ¡Yo, maldita sea! No te cambiaría por absolutamente nadie, ¡porque me gustas demasiado como para perderte!

Falling in Love © (Starco) [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora