Capítulo 21

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Sin decir una sola palabra, Star se paró frente a Marco, quien la observaba con divertida confusión, esperando cualquier cosa de ella y sus alocadas ideas.

-Vamos, Marco, una vez más.

-No -Marco rio-, podemos hacerlo un sábado, ¿por qué justo un miércoles? ¡Tenemos matemáticas!

Star puso los ojos en blanco, caprichosa, y lo tomó de la mano. Arrastrandolo hasta la salida del colegio.

-¡Vamos!

-¡Star, no!

-¡Sí!

Estaba perdiendo muchas clases por culpa de la chica. Allí iba su asistencia perfecta.

La falda de Star ondeo gracilmente al dar una vuelta completa, forcejeando con Marco para salir de ese espantoso lugar de un vez por todas. No lo podía soportar ni un solo segundo más.

-Es un día, no vas a morir.

-Tal vez sí lo haga -resopló Marco, caminando dentro con la chica a rastras.

-Marco, por favor -la chica alargó las o's de la oración, tirándo de él, cosa que fue en vano puesto que Marco era más fuerte que ella, y la resistencia que ofrecía a su propuesta era grande.

-Hagamos esto -suspiró el chico volteandose-, vamos a matemáticas, español, y anatomía, y nos vamos de aquí en historia.

Star bufó.

-Sería como quedarnos todo el día.

-¡Lo que deberíamos hacer!

Resignada, volvió dentro, con Marco pasándole los talones.

Fue una larga mañana, y los planes de la chica se aplazaron, sin embargo estaban juntos, y eso era lo que importaba.

En su mente no había espacio para preocupaciones o tristeza cuando estaba con él.

Y eso era lo que importaba, después de todo.

Pronto se descubrió a si misma preguntando a todos las principales atracciones de Echo Creek, a las cuales ella quería asistir con Marco.

Aquella semana debía ser única e inolvidable.

Tal vez se lo diría el viernes, o sábado, tomando en cuenta que probablemente se iría un martes. ¡Pero eso no importaba ahora!

Solo debía ser feliz un poco más.

✨✨✨

-¿Quieres uno?

Star asintió y beso los labios del chico, quien sonrió y se acercó al puesto de helados de la feria. Star moría por un helado de chocolate.

Alli, en la lejania, unas caderas se contoneaban alegremente con su caminar. Probablemente tambien queria un helado, o solo ver que tal les estaba yendo a la pareja.

No lo había seguido ahí para nada.

Star, concentrada en el perfil de Marco, no se daba cuenta de la chica que observaba ahora desde más cerca, deseando un helado con desesperación.

-¡Que sorpresa! -exclamó ella de pronto, captando la atención de los dos-. Marco, pensé que no te dejaban salir a estas horas.

Marco la observó, cauteloso, pero con un amable sonrisa en su rostro.

-Jackie -sonrió-, que gusto verte.

Star mientras tanto, comía su helado, ajena a lo que pasaba a su alrededor.

-¿Helado? ¿No tienes frío? Es un poco tarde -rio ella.

-No, estoy bien -respondió Star, lamiendo una vez mas el chocolate-. Está delicioso.

Jackie la observó unos segundos, con una expresión indescifrable, para luego concentrarse por completo en el castaño.

-¿Van a alguna atracción especial? -preguntó coqueta, olvidándose por completo de la presencia de la chica.

-Queremos probar la montaña rusa.

Jackie la observó. Era muy grande, extrema. Admirada, regresó sus ojos al chico.

-Suerte -sonrió.

-¿Viniste sola? -preguntó Star de pronto.

-¿Sola? -el nerviosismo de Jackie aumentó-. No, espero... espero a alguien.

-¿Sí? -la malicia se apoderó de la bonita sonrisa de Star-. ¿Por qué no esperas con nosotros?

Jackie sintió que lo hacia a propósito. Lo supo por la manera en la que los ojos de la chica brillaban maliciosamente. Un delicioso brillo verdoso en sus ojos azules.

Marco, sin entrometerse, observaba todo con cautela.

-No te preocupes, Star, estoy bien...

-Podemos acompañarte -interrumpió-. No es bueno que una chica ande sola por aquí y a estas horas; sabes como es...

-Star...

-Es mi buena obra del día.

Era cierto. Una chica no podía andar por ahí sola, en aquel frío con shorts de mezclilla, cuando ya se estaba poniendo el sol, y las sombras se comían el mundo tan rápido. Era peligroso... a menos que estés de pasada.

-De hecho -trató de parecer tranquila, pero se puso a la defensiva y era difícil deshacerse de aquella sensación-, creo que me iré a casa. No apreció ya, parece que me dejó plantada.

-Que mal -bufó Star-. Fue un gusto verte, Jackie, ve con cuidado.

-Adiós, Jackie -y sin darle oportunidad de si quiera responder, los dos se marcharon hacia la fila de la montaña rusa, que los esperaba con ansias.

Sin duda, Jackie era muy dulce, pero trataba de meterse en un lugar que no le correspondía para nada. Podía terminar herida, con un corazón roto, era mejor que abriese los ojos ahora.

Marco, por otro lado, miraba a la chica confundido. Star era muy amable y alegre. Claro, a veces le brotaba la desconfianza por todos lados, pero haber hecho a Jackie quedar mal frente a él a propósito... era nuevo en ella. No conocía ese lado del todo.

Pero tenía curiosidad.

Aunque parecía mejor no acercarse, la tomo de la mano gracilmente, llevándose con él un respingo por parte de la rubia, quien seguía un poco alterada por su encuentro casual con Jackie.

-Se ve divertida -Marco le ofreció una sonrisa gentil.

Star, que sentía que el helado se calentaba bajo su mano, se las arregló para dejar el sentimiento de angustia de lado y devolverle la sonrisa, sincera y calida, que hizo que su estómago diera un par de vueltas.

Entre la bruma de sus pensamientos, el no estar con él más se abría paso, pero ella se obligó a quitárselo de encima. No necesitaba preocupaciones, mucho menos pensar en el desafortunado destino, pero sucesos como el reciente, personas, culturas, y muchas cosas mas la obligaban a irse, sin mencionar el constante vacío que sentía al pensar en su familia, quienes la esperaban ya.

Le dio la última lamida a su helado antes de acabarlo y tirar el sobrante en el basurero.

Respiró.

-¡Ya quiero subir! ¡Se ve tan extrema!

Marco rio, dándole la razón, y avanzó un lugar en la fila.

Casi cinco minutos después, su turno había llegado, y Star puso un pie dentro del carrito, que la acompaño durante todo el divertido recorrido.

Y si acaso se les ocurría quitar el vomito de Marco del pavimento, las risas nerviosas y el grito de chica que no pertenecía a Star, aquella velada había sido perfecta en todo sentido.

Falling in Love © (Starco) [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora