Capítulo 12

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Star caminaba tranquilamente por el campus, esperando no toparse con nadie mientras vagaba por allí. Solo deseaba estar sola. Quería pensar, meditar, y tratar de no llorar gracias a las palabras de Jackie.

Claro, no se lo había dicho directamente, pero igual dolía.

¿Por qué todo tenía que salirle mal?

Ella sabía que Marco no era así, él jamás la ilusionaría y dejaría por una chica básica.

Básica. Pero linda y deportista e increíble...

Basta, no podía seguir pensando de esa manera. Debía valorarse un poco más. Pero le era casi imposible. Marco había estado enamorado de ella antes, y si de algo estaba segura, era que nadie desperdiciaría una oportunidad así. Era la chica de sus sueños.

Star se aseguró de que no había nadie cerca y se sentó en las gradas para el público. Ya estaba en el campo de juego.

¿Cuántas veces había faltado a clases ya?

¿Cinco? ¿Siete? Ya no le importaba. De todas maneras, aprobara, reprobara o se saliera del instituto, tenía su destino escrito en la piedra.

La futura reina de Mewni, sentada en el graderío del campo de juego, con el corazón medio roto y la autoestima por los suelos. Lindo.

Abrió uno de sus libros de texto y tomo un lápiz de color. Comenzó a garabatear en uno de los espacios en blanco donde se suponía iba un ejercicio de matemáticas. Dibujó lo único que la hacia feliz, arcoíris, unicornios, perritos laser, y magia.

—Lindo dibujo.

Star dio un salto que hizo de su libro volara por los aires.

—¡Por Mewni!

—Lamento haberte asustado.

Star levantó la mirada, encontrándose con un chico de cabello largo y sonrisa encantadora que la miraba enternecido.

—Vaya —continuó él—, que pena que la primera impresión que tengas de mí sea esta —rio apenado y extendió su mano—. Oskar Greason, un gusto.

Star sonrió intrigada por este curioso joven y estrechó su mano.

—Star Butterfly—se presentó ella—. Chica mágica y deprimida tiempo completo.

—¿Y qué hace por aquí esta chica magica?

—Bueno —respondió Star—, definitivamente no me estoy escondiendo del mundo.

Oskar rio y se enderezó en su lugar.

—Lamento haber arruinado tus planes.

—No, para nada —dijo Star encogiéndose de hombros—, me di cuenta de que un poco de compañía puede ser agradable.

Star sonrió, Oskar era muy agradable.

—¿Y qué haces tú por aquí? —preguntó Star.

—Definitivamente no vi una chica linda triste y la seguí.

Star lo observó unos segundos, impactada. La había seguido. Seguramente debía verse patética observándolo embobada.

—Ah.

—Lo siento —rio él—. No es la mejor primera impresión.

Star agitó su cabeza en negación.

—Esta bien. Yo habría hecho lo mismo.

Oskar sonrió.

—Bueno —tomó asiento a su lado—. ¿Puedo preguntar a qué se debe tu frustración?

Falling in Love © (Starco) [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora