BLUE
Al llegar a casa me doy cuenta de que la única persona que se encuentra es mi madre con la cabeza pegada al ordenador como siempre.
— Hola. —saludo por cortesía
Mi madre parece tener algo en su oído. Ah, su celular inalámbrico.
— Si, Josh. No, te dije mil veces que no pueden tomar la compañía. ¡Es estúpido! Dile que si... ¡Carajos, Josh! Yo soy tu jefa. Gracias —. Exclama mi madre furiosa.
— Ejem... —carraspeo mi garganta para que se dé cuenta de mi existencia y el de Drew quien parece estar incómodo. Aunque no es la primera vez que viene.
Mi madre alza la vista con indiferencia y saluda con su mano para luego regresar a lo suyo.
— Drew se queda dormir y...
— Si, Blue. Está bien, tienes a Andrew a tu disposición —. Dice mi madre agitando su mano para que deje de hablarle.
— Lindo tenerte de vuelta —. musito en voz baja y algo cansado.
Drew me lanza una mirada consoladora pero la ignoro. Odio la lastima, subo a mi habitación con Drew detrás de mí.
— Así que, ¿Jamie pasará a tu casa mañana?
Se me había olvidado. Supongo que siempre podré entretenerme con el cambio de humor de Jamie.
Asiento con una sonrisa forzada.
Hay un silencio desagradable y se puede sentir la tensión del momento. Drew tiene la mirada fija al Xbox y yo tengo la mirada fija en la pared. Seguro ni notaron el camaro amarillo estacionado en el garaje.
— ¡Blue! —exclama mi madre seguramente en el mismo lugar en el que la encontré. No respondo— ¡Blue! ¿¡De quién es el auto de afuera!?
Sigo sin responder. Me da flojera responder a su pregunta que sé que en el fondo, no le interesa, es como hablar con la pared que tiene boca... y solo habla de sus ladrillos.
— ¡Blue, te estoy hablando!
Drew me mira esperando a que haga algo pero sin embargo me dejo caer en mi amplia cama tamaño King y pongo la almohada en mi cara, sintiendo la suavidad de él y el calor que me proporciona.
La puerta se abre de golpe.
— ¿Está dormido? —pregunta mi madre.
— Lleva así varios minutos. Es probable que lo esté. —miente Drew. Siento como mi madre sigue parada a mi lado, de reojo puedo ver sus pies arreglados con sus uñas recién pintadas. Después de unos segundos se gira sobre sus talones y da un portazo. — Ya se fue. —avisa Drew.
— Lo sé. Pero estoy demasiado cómodo.
— ¿Te dormirás?
— Supongo.
ESTÁS LEYENDO
Terriblemente Enamorado #1 ©
Teen Fiction¿Me creerías si te dijera que hasta el chico más frío podría enamorarse? Porque yo no lo creía, toda mi vida vivi siendo independiente y a vivir con cierto estilo de vida. Ella era lo que necesitaba para vivir, mi luz, mi guía, mi tanque de oxigeno...