¿Me creerías si te dijera que hasta el chico más frío podría enamorarse? Porque yo no lo creía, toda mi vida vivi siendo independiente y a vivir con cierto estilo de vida. Ella era lo que necesitaba para vivir, mi luz, mi guía, mi tanque de oxigeno...
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BLUE
Me levanto del suelo con sangre derramando de mi labio inferior. Jordan me da un rodillazo en la boca del estómago y provoca me caiga, el dolor es indescriptible y me cuesta trabajo respirar por lo que hago un ruido sordo. Apoyo mis manos en el piso para levantarme, pero mis brazos no soportan mi peso ahora por lo que tambalean torpemente y caigo nuevamente al piso.
Mi cabeza pega con el frío suelo y comienzo a toser, por el polvo del mismo. Mi visión comienza nublarse, pero no pienso darme por vencido. Ni de broma, pienso darles la satisfacción.
― ¿Es todo lo que tienes, Bluie? ―inquiere Jordan pateándome directamente en las cotillas.
Necesito levantarme, ahora.
Me arrastro hacia una esquina donde se encuentra un mesa de noche enpolvada y me apoyo en él para levantarme. Mis piernas responden con dificultad, pero logro mantenerme de pie.
― ¿Quieres saber algo chistoso? ―pregunta acercándose lentamente con un bate de baseball entre sus manos.
Genial, ahora me va a asesinar. Excelente día para ello, por cierto.
No respondo y me limito a quedarme parado y observarlo.
― ¿Asher, quieres hacer los honores? ―sonríe.
Asher asiente con una sonrisa en su rostro. Alza su barbilla mirando a Nick quien asiente y camina hacia mí. Me toma de las manos, intento moverme, pero me inyecta algo en el brazo que no me lo permite y siento mi cuerpo empieza a dejar de responder.
No solo son adolescentes, sino están literalmente dementes. ¿De dónde carajos consiguen esas cosas? "Hola, señorita. ¿Me podría dar unos sedantes inyectables? Pienso secuestrar a un viejo amigo y torturarlo hasta matarlo."
―Son sedantes. No lo suficiente para dormirte porque quiero que veas algo antes. ―musita.
Me jalan con mis piernas arrastrando el suelo. Siento mi cuerpo pesado y no puedo moverlo. Sin embargo, mis demás sentidos siguen presentes y sigo consciente. Me dejan caer en una silla y pasan encima de mis muñecas y tobillos cinta adhesiva color gris. Cuatro vueltas en cada muñeca y tobillo.
Asher enciende la televisión y coloca un disco en el reproductor de películas. Antes de que le dé play noto que hay una chica en un casillero color azul, reconozco a esa chica.
― ¿Le pondrás play, Jean? ―pregunta Asher con esas sonrisas torcidas que te dan escalofríos.
