Capítulo 41: Despertar

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JAMIE


Abro los ojos y veo todo negro. Mi corazón late rápidamente y todo regresa a mi mente. Quiero gritar, pero tengo algo en mi boca y no puedo moverme... ¿qué está pasando?

Siento pánico, me retuerzo aunque no logro nada. Estoy sentada e intento saber dónde estoy. Donde sea que sea este huele a cigarrillos y pollo quemado.


— Ya despertó —grita una voz masculina.

— Quítale la venda —ordena otra voz.


Escucho pasos y con cada paso el piso cruje. El suelo ha de ser de madera, y seguramente es vieja.

Siento algo detrás de mí y de repente, veo todo blanco. Mi visión se nubla, comienzo a ver las formas de los muebles y las siluetas de las personas, hasta que por fin puedo enfocar la mirada y veo los ojos marrones de Asher.


— Buenos días, rayo de sol. —sonríe, trago saliva y lo observo. Miro a mi alrededor y esto parece extrañamente familiar— ¿Sabes dónde estamos? Porque estoy seguro que debes tener una idea.


Mi mirada va de él hacia los muebles. Piso de madera, al igual que las paredes, hay una chimenea a lo lejos y del otro lado está la cocina con un sartén encima. Si no me equivoco estamos en...


— La cabaña, bebe. —dice otra voz, giro mi cabeza en busca de él y encuentro a Jean recargado en una pared con los brazos cruzados.


Recuerdos invaden mi mente primeramente porque en este lugar, Jean dijo que me amaba por primera vez.


— Qué recuerdos, ¿verdad? —pregunta arqueando una ceja. Se acerca a mí con algo en su mano. Dios, sé lo mal que esta y me aterra.


¿Liz sabrá que estoy desaparecida? ¿Alguien que pudiera venir a mi rescate?


— ¿Te acuerdas de esto? —pregunta dejando a la vista lo que tiene en su mano. Una pequeña navaja, la navaja que me dejo la cicatriz. — No pensaba en volver a usarla, pero... Es muy divertido jugar contigo, amorcito.


Trago saliva, mi corazón late tan rápido que siento que se saldrá de mi pecho. No sé qué hacer, me siento tan impotente. No puedo moverme, no puedo gritar y estoy a la merced de Jean y Asher.


— Oh vamos, nena. Solo queremos jugar —sonríe Asher.


No hay nada cerca de mí que podría ayudarme a salir de esta. Estoy sola.

Lagrimas salen de mis ojos y ni siquiera puedo secarlas, lagrimas de impotencia porque uno se va de este mundo en el mismo modo en el que llego.


— No no... —dice Jean suavizando su voz. Se acerca a mí y acaricia mi mejilla por lo que volteo la cara, pero me obliga a mirarlo tomándome de la barbilla— No tienes porqué llorar. —susurra— No te haré daño, aun no.


Un celular comienza a sonar, noto que Jean sonríe y mira la pantalla.


— Hora del show, bebe. —guiña un ojo y contesta.


BLUE


Manejo rápidamente por las calles de la ciudad en mi motocicleta, está lloviendo y eso lo hace aún más difícil. Sé que Jean tiene a Jamie y no descansaré hasta tenerla conmigo, saco mi celular con una mano y marco a su número. Un tono... Dos tonos... Tres... Cuatro.


¿Qué tal, mi amigo? —pregunta Jean.

— ¿Qué le hiciste a Jamie?

Uou, tranquilo. Solo me estoy divirtiendo un poco.

Terriblemente Enamorado #1 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora