¿Me creerías si te dijera que hasta el chico más frío podría enamorarse? Porque yo no lo creía, toda mi vida vivi siendo independiente y a vivir con cierto estilo de vida. Ella era lo que necesitaba para vivir, mi luz, mi guía, mi tanque de oxigeno...
Gente genial leyendo la mejor historia del mundo en 3...2...1
¡AHORA!
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JAMIE
Blue parece no haberse dado cuenta de mi presencia, pero mi cara debe ser épica. No podría estar más sorprendida, mi tía me abraza y sonríe.
— Siempre luces hermosa, pero hoy te luciste. –sonríe mientras me gira sobre mí mismo eje con su mano. —Tu cabello se ve hermoso.
Como acto de reflejo, Blue me recorre el cuerpo entero con la mirada hasta llegar a mis ojos, cosa que me incomoda. Hacemos contacto visual por un par de segundos, me gustan mucho sus ojos, me podría perder en ellos. Son igual de profundos que el océano, ¿qué demonios estoy diciendo?
— Querida, él es Blue Russell. Amigo de la familia. –explica mi tía con una sonrisa de orgullo. ¿Por qué siente orgullo por Blue? Me refiero a qué, no es malo pero bueno, tampoco es un santo.
Blue sonríe y asiente acercándose un poco más.
— Ya se conocían. –explica Fitz. Mi padre dirige la mirada hacia mí y ahora siento la mirada de todos en busca de explicación.
— Es mi compañero de inglés. –explico mirando a mi padre intentando decirle mentalmente "No hay nada de qué preocuparse". Sin embargo, escanea a Blue con la mirada y chasquea la lengua en modo de desaprobación. No es como si me importara si lo aprueba o no, yo sé perfectamente la clase de chico que es, no es mi tipo.
— Claro, bueno, Blue. Yo soy Clark Collins, padre de Jamie. –dice fríamente alzando ambas de sus velludas cejas con su bigote bien peinado mientras mi cara toma color carmesí. Oh no, papá. Ambos mantienen contacto visual, mi padre con su mirada de "No te acerques a mi hija" y Blue con un "No tengo la más mínima intención"
Blue sonríe de lado y me mira divertido, sé que esto será algo a lo que le encontrará un chiste tarde o temprano.
— Un gusto, señor. –saluda a mi padre intentando reprimir una carcajada puedo darme cuenta.
Siento como me arde la cara. Demonios, papá.
— La cena está casi lista y Gregor no debe tardar en llegar. –explica mi tía.
Gregor es mi tío, solo recuerdo haberlo una vez en mi vida. Según mi padre solíamos salir mucho, claro que esto pasaba cuando yo tenía cuatro años.
Tomo asiento en el sillón que está a solo unos centímetros del sofá donde está sentado Blue, me doy cuenta de que está leyendo algo en su celular, pero no logro ver lo qué es. Ignoró el hecho de que lo tengo a mi lado y decido entrar a mi móvil, cosas que suelo hacer cuando estoy incómoda.
Agradezco que mi padre por fin me haya dejado contratar un plan con internet. Así que lo primero que hice fue entrar a twitter. Donde Liz me había dejado bastantes -y cuando digo bastantes me refiero a bastantes- mensajes.
