Terminada.
❝Jamás dejaría que mi hermano menor cargara con la muerte de nuestro clan.❞
Saeko Uchiha tiene una maldición, la maldición que todo Uchiha carga, ella ama demasiado, tanto y tan profundamente que caería en el abismo si eso significa prot...
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Saeko llegó a casa con Sasuke, el pequeño subió a su habitación a hacer la tarea y Saeko fue directo a la suya para dormir un poco, el viaje fue largo.
Apenas tocó la suave cama se quedó dormida.
Despertó después de unas horas, le dolía la cabeza. Fue directo a la cocina para prepararse un té, al llegar pudo notar a su madre algo tensa tomando una taza de líquido caliente, no podía decir con exactitud que era.
-Madre ¿Estás bien?- Saeko se acercó un poco-
En estos años Saeko solo era cercana a su madre, después de todo, aunque nadie confiara en ella, siempre tendría a la mujer que le dió la vida de su lado.
-Saeko- su madre tenía una mirada bastante cansada-
-¿No has dormido bien?-
-Creo que el sueño se me ha ido estos días- sonrió y sus ojos mostraban pequeñas arrugas-
-¿Quiéres que te prepare algo?- ofreció-
-Ya he tomado algo, tú tranquila, creo que iré a recostarme un rato- se levantó y desapareció por el pasillo-
Saeko suspiró, no le gustaba ver a su madre tan preocupada, las reuniones del clan Uchiha eran cada vez más frecuentes y Saeko no sabía de qué trataban ya que no tenía permitido asistir, la maldición del clan no podía asistir a esas reuniones.
La chica tomó la taza que tenía su madre para lavarla y ponerla en su lugar, entonces se dió cuenta de que su madre solo estaba tomando agua tibia, tan mal se estaba poniendo todo.
Después de beber un poco de té, el dolor de cabeza cedió y Dakutai decidió despertar.
-Saeko- la llamó-
-¿Qué?-
-Tengo un mal presentimiento-
-No sé lo que es eso-
-Bueno, es algo como saber qué en el futuro algo malo pasará-
-Sé la definición, me refería a que no sé cómo se siente-
-Ahora me siento tonto-
-Eres tonto Dakutai-
Saeko volvió a su habitación, se estaba haciendo tarde y no tenía mucho que hacer, era aburrido así que fue a la habitación de Sasuke para jugar un rato con él.
Después de una hora, Sasuke se quedó dormido sobre un peluche y en su mano derecha se aferraba a la figura de un ninja.
Saeko colocó a su hermano sobre la cama y lo cubrió con una manta, apagó la luz y fue a su propia habitación.
La noche cubrió la aldea, Saeko amaba sentarse en el borde de su ventana en las noches frescas, era una de las pocas cosas que la hacían sentir bien, el aire fresco y húmedo, la clara visión de la aldea y la falta de sonido en el ambiente, amaba eso, de cierta forma.
