034|¡El pasado no tan brillante!

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La pequeña pelinegra caminaba por la facción Uchiha, su cabello estaba demasiado corto, lo había tenido que cortar antes de entrar en la academia ya que consideraba que sería una molestia a la hora de entrenar

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La pequeña pelinegra caminaba por la facción Uchiha, su cabello estaba demasiado corto, lo había tenido que cortar antes de entrar en la academia ya que consideraba que sería una molestia a la hora de entrenar.

Miró a ambos lados antes de salir de la facción directo hacia el bosque, tenía que recoger algunas plantas medicinales, su madre había enfermado de nuevo.

Antes de salir de la aldea pudo sentir el chakra de Itachi, solo esperaba que no la siguiera al bosque como la última vez. En aquel entonces, el pequeño pelinegro era bastante apegado a su hermana mayor, la seguía como un pequeño patito bebé, era adorable y a Saeko parecía no disgustarle la idea, después de todo era su pequeño hermano, entre mas cerca estuviese, mejor vigilado lo tendría. Vaya que se tomaba enserio el rol de hermana mayor.

Se adentró en el bosque, saltando, jugando e imaginando en su pequeña cabeza que era toda una ninja experta, llegó hasta un claro en medio de aquella extensa vegetación. Se agachó cuidando que su kimono no se manchara de lodo y buscó entre los brotes verdes un poco de color azul, las florecillas azules que crecían en aquel lugar eran perfectas para hacer un buen té antigripal.

No tuvo mucha suerte con las flores, un poco frustrada se levantó e infló sus mejillas haciendo una mueca de disgusto.

Caminó un poco mas, encontró dos pequeñas flores, eso no era suficiente, siguió caminando y sin darse cuenta terminó distrayéndose por completo de su objetivo original, cuando la última avecilla dejó su nido en lo alto de los árboles la pequeña se dió cuenta que era bastante tarde y aun no encontraba las flores para el té de su madre. Se golpeó mentalmente y se adentró un poco más en el bosque, era una tonta por distraerse de ese modo.

Pudo ver a lo lejos que cruzando un pequeño riachuelo había un montón de color azul, eran las flores que buscaba. No dudó y poco le importó que su ropa se mojara al cruzar el río, la Uchiha llegó hasta el otro demasiado alegre.

Las manos ágiles de la niña cortaron a prisa un número considerable de flores, estaba tan concentrada en cortarlas con cuidado que no notó el cambio de color de las nubes y la poca luz que se podía filtrar a través de ellas.

Sintió unas pequeñas gotas heladas chocar contra sus hombros, pero no les tomó mucha importancia, claro que cuando giró la vista hacia el río para volver a cruzar ya era demasiado tarde.

Lo que hace unos minutos era un riachuelo fácil de cruzar, ahora era una corriente imposible.

Se estaba haciendo tarde y en la mente de una niña pequeña como Saeko no existía la posibilidad de llegar tarde a casa, la pequeña no midió las consecuencias de cruzar una corriente tan fuerte, lo único que había en su cabeza eran las palabras de su padre.

"Si llegas tarde de nuevo estarás castiga un mes"

Vaya, era un castigo que no estaba dispuesta a pasar.

Después de varios intentos y con ojos llorosos, Saeko se rindió. No podía cruzar el río y su padre la castigaría por llegar tarde a casa, las flores que cortó habían caído al río en su último intento de cruzarlo, se puso a llorar.

De niña, Saeko siempre fue una pequeña bebé llorona, no podían alzar la voz sin provocar unas cuantas lágrimas en la niña, inclusive romper un plato por accidente hacía que la pequeña llorará como si no hubiera un mañana. Saeko Uchiha siempre fue débil, asustadiza y frágil, siempre escondiéndose detrás de la falda de su madre cuando un extraño trataba de hablarle, siempre reclusa en la facción Uchiha porque el mundo afuera le daba demasiado miedo, siempre sola, demasiado tímida para hacer amigos.

El llanto de la pelinegra era opacado por el rugir del río, la lluvia cada vez era más intensa y golpeaba sin piedad la piel pálida de la niña empapandola.

Saeko dejó de sentir la lluvia y entonces elevó un poco la vista, sus pequeños ojos demostraban lo asustada que estaba.

Una figura oscura se posaba sobre ella de una manera amenazadora.

La pequeña retrocedió aún llena de miedo, el aire caliente que exhaló la criatura le dió de golpe en la cara, olía a sangre y carne podrida. Saeko bajo un poco la vista encontrándose con un gran charco de sangre, la pequeña cerró los ojos demasiado asustada para seguir observando aquella escena.

Una voz cansada y gutural habló.

-¿Quieres hacer un trato?-

Saeko seguía con los ojos cerrados, como la pequeña asustadiza que era.

La bestia se preparó para matarla, después de todo sólo era una niña, no tenía mucho valor.

-¿Qué clase de trato?-

Su voz sonó tan débil que si no fuese por el gran oído de la bestia, el sonido de la lluvia hubiese opacado por completo las palabras de la niña.

-Te ayudaré a cruzar el río- una sonrisa enorme se formó en su rostro-

La pelinegra se armó de valor para abrir los ojos.

-Yo quiero irme a casa- sus ojos seguían llorosos-

-Está bien, te llevaré a casa- estiró uno de sus brazos hacia la niña-

Saeko estiró su temblorosa manita, tenía frío y miedo, pero ella sabía que no era la única con miedo, lo que sea qué fuese la criatura frente a ella también tenía miedo, la pelinegra podía olerlo en el aire, miedo a morir.

Los ojos negros de Saeko perdieron su brillo, Dakutai ahora estaba sellado dentro de ella, sus sentimientos desaparecieron gradualmente hasta convertirse en una maldición, la maldición del clan Uchiha.

Ese día Saeko llegó empapada y somnolienta a casa, sus padres se preocuparon demasiado al verla llegar, estaba demasiado pálida y sus labios estaban azules.

Estuvo enferma por una semana, así que perdió la primer semana de clases en la academia, no es que le importara de todos modos, bueno, ahora ya no importaba.

Todos pudieron notar el cambio de actitud de la pequeña, el cambio más notorio fue cuando activó su sharingan y dejó fuera de combate a un jounin. Era la primer vez que usaba su rasgo sanguíneo desde que este despertó cuando sólo era una infante, el control que demostró sobre tal poder no era normal, las dos aspas no eran normales.

Prodigio, la llamaron algunos.
Monstruo, le dijeron los niños crueles.

☔Yo pienso, que esta fanfic terminará con 40 capítulos ¿Qué piensan ustedes?🌂

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Yo pienso, que esta fanfic terminará con 40 capítulos ¿Qué piensan ustedes?🌂

Till the roof comes off, till the lights go out.
Till my legs give out, can't shut my mouth.
Till the smoke clears out ¿am I high? Perhaps.

La mayor de los Uchiha. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora