Terminada.
❝Jamás dejaría que mi hermano menor cargara con la muerte de nuestro clan.❞
Saeko Uchiha tiene una maldición, la maldición que todo Uchiha carga, ella ama demasiado, tanto y tan profundamente que caería en el abismo si eso significa prot...
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Saeko tenía 13 años, su repentino ascenso a Jonin y la separación de su equipo eran bastante trabajo para una sola persona, y más aún siendo tan joven.
Aunque a decir verdad, no extrañaba a su equipo, Kuroro no era de mucha ayuda y Ryu era completamente dependiente de ella, no era un equipo equilibrado.
La pelinegra dió un último salto y llegó hasta la ventana del Hokage.
-Sin usar la puerta como siempre- el anciano suspiró-
-Lo lamento Hokage-sama-
La chica se colocó frente al escritorio de madera.
-¿Qué haces por aquí?- el anciano elevó una ceja ante la expectativa-
-Vine por una misión- dijo como si fuese obvio-
El anciano cerró los ojos cansado e incrédulo, no podía creer que una niña olvidara esta fecha tan importante, aunque después de pensarlo no le sorprendía mucho puesto que había olvidado su propio cumpleaños.
-Saeko, ¿sabes que día es hoy?-
-Lunes- respondió al instante-
-Es noche buena- negó con la cabeza- Deberías estar en casa con tu familia-
-Usted también debería estar en casa- Saeko tenía esa mirada neutra de siempre-
-Yo debo cuidar la aldea para que todos puedan estar tranquilos hoy- sonrió-
-Yo cuidaré la aldea- se ofreció-
-Tienes que ir con tu familia, tus padres deben estar esperándote, el clan debe estar esperando a su más prodigiosa miembro-
-El más prodigioso miembro sería Shisui- aclaró- Yo vendría siendo una maldición para el clan-
-¿Por qué dices eso?-
-Porque es lo que dicen los miembros del clan-
A la chica parecía no importarle en lo absoluto el ser llamada de esa manera, era una forma bastante cruel de llamar a una niña.
El Hokage ablandó su mirada mientras sacaba un pergamino de uno de los cajones del escritorio frente a él.
Saeko extendió su mano para recibir lo que reconocía como un pergamino de vigilancia, en el venían escrita la orden de vigilar la aldea durante toda la noche.
La pelinegra salió de la oficina satisfecha, saltó de tejado en tejado hasta llegar a la entrada de la aldea, tomó asiento sobre las grandes puertas.
-Pensé que estarías en casa- cierto peli plata se acercó-
-Sólo es una fecha más- aseguró-
El peli plata asintió, el silencio se alargó por una hora hasta que llegó la rotación de vigilancia.
La mayoría de los ninjas debían cambiar de lugar, mientras Saeko tuvo que cambiar su lugar a el centro de la aldea, Kakashi cambió su lugar hacia el sur.
