022|¡Mangekyo Sharingan!

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Habían pasado sólo diez minutos, pero Saeko ya tenía bastantes heridas graves en el cuerpo y su reserva de chakra se estaba agotando

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Habían pasado sólo diez minutos, pero Saeko ya tenía bastantes heridas graves en el cuerpo y su reserva de chakra se estaba agotando.

-Debes querer morir si volviste a este lugar- el Raikage se burló aunque él también tenía algunas heridas-

Saeko tenía que usarlo, su última alternativa.

La Uchiha exhaló y cerró sus ojos, el Raikage se preparó para atacarla de nuevo, esta vez no fallaría, pero no contaba con que la Uchiha tuviera un az bajo la manga.

Una katana estaba a punto de cortar la cabeza de Saeko, pero un aura gris la comenzó a cubrir.

El Raikage fue lanzado lejos haciendo que se estrellara contra unas rocas grandes.

Al abrir los ojos, la Uchiha tenía un distinto diseño en ellos, el Mangekyo Sharingan estaba activado.

Saeko sabía perfectamente el riesgo que conllevaba usar tal poder, ella sabía y había sentido en carne propia los efectos de el poder de los Uchiha.

Un gran hombre gris rodeaba a la chica, usaba casco y una armadura que te hacia recordar a los antiguos samurai.

El Susanoo de color grisáceo con toques de verde, se erguía orgulloso, su rostro tenía una sonrisa enorme, como pintada.

Saeko se abalanzó hacia adelante al ver al Raikage levantarse, tenía que vencerlo, dejarlo fuera de batalla, tenía que huir lo más rápido posible, tenía que ver a su pequeño.

Saeko utilizó al Susanoo para acertar algunos golpes, pero el Raikage seguía moviéndose de un lado a otro con la velocidad que caracterizaba a los kages de Kumogakure.

Diez minutos más de batalla y las piernas y brazos de Saeko temblaban involuntariamente debido al esfuerzo, su chakra estaba al límite al igual que su rasgo sanguíneo.

El Raikage se rehusaba a rendirse, estaba dispuesto a luchar hasta el final.

Saeko respiraba con dificultad sintiendo como el poco aire que entraba en sus pulmones le quemaba.

De pronto sintió que su vista se nublaba, un líquido cálido y espeso resbalaba por sus mejillas, Saeko tocó su cara tratando de adivinar qué era lo que sentía, talló sus ojos tratando de despejar su vista.

El Susanoo se desvaneció lentamente, el chakra de la chica ya no era suficiente para mantenerlo.

La Uchiha al fin pudo ver que sus mejillas estaban empapadas de sangre, había llegado a su límite, ya ni siquiera podría usar el sharingan.

Golpeó el suelo frustrada, estaba acabada.

El Raikage vió una oportunidad en ese momento y la tomó, en cuestión de milisegundos ya se encontraba a punto de matar a la pelinegra.

Una ráfaga de viento llegó hasta ellos, Saeko solo sintió un viento frío y tenue, pero el Raikage sintió un fuerte golpe que lo lanzó lejos de la intrusa.

Saeko elevó la vista, un pequeño cisne de origami cayó enfrente de ella.

La Uchiha no lo pensó dos veces, salió corriendo del lugar hacia el bosque, corrió hasta que no sintió sus piernas, cayó en medio de varios arbustos.

De nuevo una brisa fría golpeó su cara, junto a ella apareció cierta peli púrpura, estaba de pie y sin expresión en su cara.

La Uchiha sacó de entre su capa el pergamino por el cual había ido a Kumogakure, y lo entendió hacia Konan.

Konan tomó el pergamino y se marchó.

Saeko suspiró, debía seguir corriendo.

-Dakutai...- susurró-

-¿Quieres que te preste chakra?-

-Mi cuerpo no lo resistirá, tienes que salir- cerró los ojos, veía todo borroso-

-No hay nadie que pueda detenernos ahora-

-Apaga tus emociones, deja atrás los sentimientos, sal de una vez...- Saeko escupió algo de sangre-

Dakutai obedeció, tenía que hacerlo, le debía todo a la chica y tenía que pagar de alguna manera.

Largos tentáculos salieron de la espalda de la pelinegra e hicieron que el cuerpo de Saeko se levantara del piso.

La chica aún estaba consciente, pero su cuerpo ya no le respondía, así que Dakutai usó sus tentáculos para transportar a la Uchiha hasta su destino. El cuerpo de Saeko se balanceaba cada que un tentáculo avanzaba, ciertamente era mas fácil dejar de Dakutai hiciera el trabajo, pero también tenía sus consecuencias.

Si Dakutai permanecía demasiado tiempo fuera del cuerpo de Saeko, este volvería a adquirir sus más primitivos deseos y pensamientos.

Después de todo, Dakutai era una bestia oscura, un demonio.

Saeko se obligó a sí misma a permanecer con los ojos abiertos durante el trayecto, tenía que asegurarse de que Dakutai no se saliera de control, además de que si se desmayaba, dejaría de presionar la enorme herida de su pecho.

Maldijo al Raikage en voz baja, el maldito le había atravesado con su espada, pero no la había matado, el Raikage se burló de ella, ese hombre solo quería probar que era mejor y que podría matarla si quisiera.

La Uchiha sonrió con sorna, algún día se enfrentaría de nuevo al Raikage, si el destino así lo quería.

Un golpe de lleno contra un camino de tierra la sacó de sus pensamientos. Se quejó audiblemente.

-No puedo estar fuera más tiempo- el tono de Dakutai era seco- Estas muy débil-

La Uchiha elevó la vista encontrándose la aldea que había visitado meses atrás.

-Ve a dormir Dakutai...-

No se escuchó respuesta, pero Saeko sabía que le habia hecho caso.

La pelinegra se puso de pie y notó que había dejado un pequeño charco de sangre. Su respiración se dificultaba cada vez más, pero ya estaba ahí, solo debía resistir un poco más.

Comenzó su andar, se tambaleaba y cayó más de una vez, pero su convicción era fuerte.

Tratando de esconderse de los aldeanos llegó hasta una casita en una de las esquinas de la aldea, entró por el patio trasero, había dos escalones, pero solo pudo subir uno. Su cuerpo llegó al límite, se desplomó sobre los escalones.

La Uchiha se forzó a abrir los ojos, sus miembros se sentían pesados, su cabeza daba vueltas, había perdido mucha sangre.

Justo frente a ella, con una manita sobre la puerta entreabierta, unos ojos negros y grandes la veían con curiosidad y familiaridad.

Su pequeño había aprendido a gatear. Sonrió tratando de estirar su mano para tocarlo, el bebé actuó por instinto y se acercó tocando la mano de la mayor.

-Tarô...- la pelinegra cerró sus ojos-






☔Me tardé bastante en actualizar.🌂

No sabrás lo que es el amor, hasta que éste te golpee con todo lo que tiene.

La mayor de los Uchiha. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora