6 meses antes.
La Uchiha había estado bastante ocupada últimamente, el plan estaba por ejecutarse y todo debía estar listo para cuando capturaran las bestias con cola.
Estaba exhausta, tuvo que lidiar con Deidara todo el día, después tuvo que entrenar con Sasori, lo cual no era fácil, el pelirrojo era un tipo duro, después preparó la comida junto a Hidan, si, fue un desastre.
En definitiva ella odiaba ese lugar, sus compañeros no eran más que asesinos arrepentidos, ella lo sabía, podía ver que no todos eran fieles a su convicción inicial.
Falta de amor, un pasado terrible y oscuro, ella tenía bastante en común con ellos y aun así se sentía fuera de lugar, pero no podía hacer nada, no ahora que el chakra de Dakutai era tan inestable, además de eso su marca, ese sello detrás de su oreja se había activado de alguna forma, era doloroso.
Suspiró sentándose en una silla en la habitación de Orochimaru, esa serpiente la había ayudado bastante, y aunque estaba segura que no lo hacía por caridad, era obvio que quería algo ahora cambio, de igual manera aceptaba su ayuda y más ahora que estaba terriblemente embarazada.
Estaba de siete meses, Orochimaru la había ayudado a ocultarlo a cambio de saber quién era el padre del bebé, Saeko sabía que esa información era peligrosa, su hijo no estaría a salvo de los experimentos de esa serpiente en el futuro, pero de eso se encargaría cuando llegara el momento, no quería pensarlo mucho, odiaba pensar demasiado las cosas.
Dos inyecciones de vitaminas y varios análisis después pudo salir de esa habitación, Orochimaru no era doctor, pero para Saeko era lo más cercano que había.
Dos semanas después, Saeko fue enviada a una misión a Kumogakure, era importante completarla así que no se negó a pesar de su estado, además de que nadie a parte de Orochimaru sabía de su embarazo, y definitivamente no quería inconvenientes.
Como era de esperarse, tuvo un pequeño altercado con el Raikage, casi no sale viva, al verse acorralada tuvo que usar a Dakutai, el chakra oscuro e inestable provocó que el parto se adelantara, una aldea pequeña con solo 40 pobladores fue hasta donde sus piernas le permitieron llegar, herida y con un bebé a punto de nacer se desplomó justo frente a uno de los aldeanos.
Una partera se encargó de ella sin hacer demasiadas preguntas, la viejecita tenía el cabello cano y unos grandes ojos grises que le hacía sentir un aire familiar, quizá como su compañero de equipo, si, el Hyuga, aunque él tenía unos ojos menos expresivos.
Saeko tardó tres días en recuperarse por completo, aunque aún tenía 2 días más para regresar a la base de Akatsuki.
-Es un bebé hermoso, y aunque es prematuro esta muy saludable- una voz temblorosa y cansada-
Saeko sostenía a su bebé en brazos, quería a su bebé, pero al mismo tiempo es como si no sintiera nada, era extraño, el instinto maternal no estaba presente en ella. El bebé estaba completamente dormido, la pelinegra se limitó a observarlo, ¿Qué se supone que debería sentir una madre ahora? Porque ella no sentía nada.
-¿Hasta pensado en un nombre?- la anciana se sentó junto a la chica-
-No- su voz era neutral como siempre-
-Quizá deberías consultarlo con el padre-
-Sólo somos mi bebé y yo- frunció el ceño y recordó- Quizá le pregunte a mi hermano...- sonrió levemente-
La anciana también sonrió, era la primera vez que veía algún tipo de emoción en la chica.
-¿Tienes un lugar a donde ir?-
-Sí, pero no puedo llevar a mi hijo a ese lugar- lo pensó un momento-
-¿Qué harás? Eres muy joven...- se vió interrumpida-
-¿Usted podría, cuidarlo hasta que vuelva? Volveré por él...- aseguró al final-
Un suspiro fue la respuesta, seguido de una pequeña sonrisa.
-Soy muy vieja para esto- tomó al bebé en brazos-
Saeko camino alejándose de la pequeña aldea, ella confiaba en que la anciana cuidaría del bebé, pero entonces ¿Por qué sentía esta opresión en el pecho? ¿Por qué sus mejillas estaban húmedas? ¿Qué era esto que sentía?
Cuanto más avanzaba más pequeño sentía que se hacía el espacio donde se encontraba su corazón, la estaba matándo la distancia.
¿Esto era lo que sentía una madre? Era doloroso.
Saltó sobre una rama y comenzó a avanzar cada vez más rápido, tenía que concentrarse, hacer lo que debía y volver, tenía que hacerlo rápido.
Antes de dar un salto sintió un fuerte dolor de cabeza, su vista se volvió negra en segundos y cayó bruscamente al piso.
Estaba bastante adolorida, se levantó como pudo y se apoyó en un árbol cercano.
De pronto el dolor volvió, la hacía querer arrancarse la cabeza, era insoportable, pero tan pronto como llegó el dolor, se fué.
¿Qué diablos le estaba pasando?
-Maldición...- una voz dentro de ella susurró-
-¿Dakutai?- cayó de rodillas al sentir de nuevo el dolor-
-Tienes una maldición...- su voz sonaba exhausta, como si fuese a desmayarse-
-El sello...- Saeko escupió algo de sangre- Duele mucho más de lo que recuerdo...- jadeó-
-Saeko... esa marca nos va a matar...-
La pelinegra se levantó de nuevo, sonrió excesivamente.
-No puedo morir ahora, seria un inconveniente-
Retomó su camino, soportando el dolor durante un día entero.
Al llegar de su misión la Uchiha tuvo que acudir a Orochimaru, tenía que quitar esa marca de sí misma a como diera lugar.
Pero Orochimaru estaba bastante interesado en el bebé que la Uchiha había dejado atrás.
A cambio de dejar a su bebé tranquilo, Saeko acepto ser un conejillo de indias de esa serpiente.
Pasaron los meses y la Uchiha no veía aún la posibilidad de volver a ver a su hijo, cada día era peor, sus sentimientos, esos que creía haber sellado en Dakutai, estaban saliendo a flote y con demasiada fuerza.
Tres meses después de dar a luz, lloró por primera vez la muerte de sus padres.
Cuatro meses después, había destruido un pueblo entero cuando uno de los señores feudales se rehusó a darle un pergamino que Pain le había mandado a buscar.
Cada día era peor, más sensible y todos se estaban dando cuenta.
☔¿Han notado que todas las historias de los personajes de One Piece son super tristes?
Cómo sea, perdón por tardar en actualizar, pero aquí está, sus sospechas están confirmadas.🌂
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La mayor de los Uchiha. #1
Fiksi PenggemarTerminada. ❝Jamás dejaría que mi hermano menor cargara con la muerte de nuestro clan.❞ Saeko Uchiha tiene una maldición, la maldición que todo Uchiha carga, ella ama demasiado, tanto y tan profundamente que caería en el abismo si eso significa prot...