Capitulo VI

4.1K 431 7
                                    

Primavera

Un mes después de su llegada al hogar de los Havisham. la señorita Smith se había adaptado a su rutina como institutriz . La pequeña Jane, le parecía el ser más adorable que hubiera conocido una niña dulce, amable y sensible. Sin embargo en el otro extremo, estaba su progenitor, que muy por el contrario,  le parecía la criatura más fría con la que le hubiera tenido que  convivir jamás. El hombre hacia todo lo posible por evitarla y prácticamente ignoraba su presencia cuando estaban en la misma sala. En el único momento, que el condenado Lord, se dignaba a dirigirle la palabra, era para darle alguna orden, o en su reunión mensual, en la que solicitaba un  informe detallado sobre los avances de su querida hija.

En ocasiones era tanta su incomodidad que pensaba que lo mejor sería renunciar, pero la verdad es que necesitaba tanto de este  trabajo y veía difícil la opción de  encontrar  otro, en con tan buenas condiciones económicas,  así que al final solo le  quedaba la resignación, hacia el  trato osco que recibía de su patrón. Además  si él estaba tan determinado a ignorarla , ella haría exactamente lo mismo. así que evitaba en lo más posible que se produjera algún encuentro desafortunado para los dos.

Una hermosa tarde  de primavera caminando por berkeley Square con su pequeña damita como ella había apodado a Jane.   un galante joven se acercó a ellas.

¡Hola pequeña Jane! saludo el apuesto joven dirigiéndose a la pequeña.

¡Holaaaaaa tío Robert! grito Jane de la emoción lanzándose a sus brazos

Jane quedó desconcertada con la escena mientras veía a ese joven alto y galante sonriendo con ternura a la criatura que sostenía con tanta dulzura entre sus brazos. El pareció ser consciente de la extrañeza que debía estar causando en la joven, así que se acercó a ella y devolvió a Jane con su tutora.

Lo siento señorita .... ?

¡Smith!-  respondió Catherine

Señorita Smith-  continuo él - disculpe debí presentarme soy Robert Havisham hermano menor del Vizconde Havisham- dijo haciendo un gesto galante con su sombrero.

Catherine respondió el gesto con una inclinación.

Siento haber interrumpido su paseo con mi sobrina señorita Smith

No sé preocupe señor Havisham yo ya iba caminando de regreso

Por supuesto... ¿No hay inconveniente si camino con ustedes ?

No, claro que no , señor Havisham

Gracias señorita Smith- sonrió el con una sonrisa amplia sincera y llena de hoyuelos en sus mejillas.

Catherine pensaba, que si bien había un parecido entre el vizconde Havisham y su hermano. Definitivamente en el último había facciones más dulces, muy similares a los de su madre. Por el contrario en las  del Vizconde había una firmeza muy viril, incomparable con ningún hombre que hubiera conocido.

Dentro de las próximas semanas, Robert Havisham pareció dar una nueva vida al hogar. Era un joven dulce y travieso, que hacía reír a su madre con sus ocurrencias y a su sobrina con sus juegos. En cambio el  Lord  no hacía más que  regañarlo, para que sentará cabeza de una vez por todas.

En la mesa, durante la cena de bienvenida Lord Havisham había tocado el tema. A lo que  Robert respondió: ¡Deja el tema sabes que este año entraré a estudiar  leyes en Oxford! aunque tú sabes que lo odio.

Lady Havisham dándose cuenta de la tensión en el ambiente decidió cambiar el tema y pregunto a Robert sobre su viaje a Italia. Este empezó hablar sobre el arte reinante en Roma y todo volvió a ser más pacifico.

Catherine tuvo que dejar la habitación, para llevar a Jane a dormir ya que está vez, por única excepción se le permitió estar durante la cena. Debido a la llegada de su querido tío y a consecuencia de las súplicas de este. de lo contrario, el Lord jamás lo hubiera permitido.

Catherine la acercó para que la pequeña recibiera las buenas noches  de todos al llegar donde su tío este la abrazo a la niña  y sonrió con picardía hacia Catherine que se sonrojo de inmediato. Esto no paso desapercibido por su hermano que sintió una pequeña punzada de celos que oculto severamente bajo una máscara de indiferencia. Cuando la institutriz se acercó se despidió de Jane, mientras que a ella prácticamente ni la miró.

Catherine se sintió fatal pero ya estaba acostumbrada a los desplantes, sin aparente provocación del Lord.

Bellas EsperanzasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora