La Mafia es Color Rosa // Kingdom Hearts

11. Valiente se Nace, no se Hace

Parte III - Dulce y Amargo no Combinan Bien

    11. Valiente se Nace, no se Hace

      Es difícil atravesar un campo lleno de personas, cuando no llevas lentes y de paso eres miope, si no fuera por Aqua, quien andaba a su lado, de seguro se hubiera caído innumerables veces. Xion no encontraba forma de caminar sin que la falda la hiciera sentir tan insoportablemente incomoda. Kairi la había obligado a usar unas medias altísimas, supuestamente para “Disimular” lo corta que había quedado. Pero siendo sincera a la pequeña pelinegra le parecía, que ello no hacia mas que resaltar esos jodidos 10 centímetros. Dejaba al descubierto solo una pequeña zona de piel, y para ahí se iba toda la atención ¡Por el amor al cielo! ¿Como se dejo convencer? No tenia la corbata puesta y esperaba a que su majestad se distrajera a ver si era que podía abrocharse los primeros tres botones de la camisa.

       Y no era lo único que la fastidiaba. Vale, uñas de negro, la falda negra, las medias altas negras también, y la chaqueta de cuero negra. Por su puesto, era su color favorito, no diría que no, pero existían limites, limites a los que su amiga ignoraba abiertamente. Es decir, maldita sea, había deshecho las costuras de su chaqueta para darle un corte femenino y ajustado. Eso era probablemente lo que más le molestaba.

       Ahora lucía como el resto de las chicas. Y no es que fuera algo malo, sino que no se sentía ella misma. Demonios, ¿Que de malo había en ser tímida y dependiente? Si tuviera un súper poder, de seguro seria ser invisible. Y aunque pensando ese tipo de cosas Xion creía estar retrocediendo a su antigua personalidad, le era inevitable.

       —Antes de que la clase empiece yo debo ir a buscar el cartel de la prueba de talentos —Dijo Naminé, como excusa para hacer uno de sus últimamente famosos actos de desaparición.

       —Como quieras —Contestó Kairi.

       —¿L-La puedo acompañar? —Preguntó Xion.

       —No no puedes, Aqua lo va a hacer.

       —¡Genial! ¡Yo quería ir! ¡Yo te acompaño, cariño! —Se emocionó la chica de cabello azul.

       Las dos salieron a toda prisa del aula y se llevaron con ellas, cualquier oportunidad de huir que le quedase a Xion. ¿Y ahora quien la salvaba de Kairi?

       —Vamos a saludar a los chicos —Propuso esta.

       —No quiero que me vean así, que vergüenza...

       —Oh no, no vas a escapar.

       La pelirroja la tomó de la mano y arrastró con ella hasta la mesa en la que se sentaban Sora y Riku. Junto a ellos se encontraban los puestos que compartían un trasnochado Roxas y un deprimido Vanitas.

      —Hola chicos... Y Vanitas —Saludó la más alta—. Xion di hola.

      La terca morena, bajó la cabeza y musitó un “buenos días”.

      —Vaya, hoy te ves... Distinta —Reconoció el castaño, algo confundido con respecto al cambio de imagen.

      —Finjan que no me veo estúpida —Dijo finalmente la víctima, levantándo el rostro y cruzándose de brazos.

      —No te ves estúpida —Señaló Riku dedicándole una mirada—. Te ves bien, te ves igual que el resto de las chicas. No seria malo que te acostumbraras.

      —¿Ves? ¿Que te dije? Ya fue aprobado por el control de calidad —Se contentó Kairi—. Oye Roxas, ¿Y tú que opinas?

      El rubio estaba colorado hasta las orejas, si antes se le hacia difícil no comérsela con la mirada cuando se distraía, ahora bien le resultaría enteramente imposible. ¿Que necesidad tenia el universo de jugar así con su resistencia?