La Mafia es Color Rosa // Kingdom Hearts

32. Enamorada por un corazón de luz

Parte VII - Ego femenino y ego masculino

    32. Enamorada por un corazón de luz

     Aunque ellas no lo quisieran admitir, ese no era su día de suerte. Las chicas estaban siendo víctimas de las “buenas ideas” de Kairi. Primero Aqua en la mañana, quedando en pena con Riku. Después Naminé durante el almuerzo, quien acabó bañada en salsa de atún por ser obligada a cargar con todos los platos, ya que la pelirroja no iba a ayudar. Luego Xion y Strelitzia, cayeron a la laguna desde el pico más alto de las piedras, por jugar con Kairi a escalar sin protección, y eso definitivamente no era lo peor. Lo peor estaba por empezar.

     «Oh, vamos a jugar a los 20 minutos a oscuras» Sugirió la chica al caer la noche «Va a ser divertido » Aseguró, «no les va a pasar nada» decía.

     De modo que al final las demás accedieron, dejándose convencer por sus argumentos. Después de todo, era un juego básico por diversión, y no tendrían tan buena oportunidad para jugarlo como esta. Sus amigas decidieron que no era la gran cosa.

     Por lo que alrededor de media noche, todas las chicas y los chicos se encontraban reunidos en la falda de la montaña, en un lugar relativamente lejano a su campamento. Sin la supervisión de Blaine, y sin el consentimiento de Ephemer, quienes dormían profundamente en sus tiendas, agotados por el trabajo durante la mañana.

—A ver, ¿de quien fue la buena idea? —regañaba Riku a los idiotas que tenia por amigos—. Chicos, esta vez no estoy seguro de querer quedarme aquí, lo que menos quiero son problemas, suficiente tengo con Vanitas, Vanitas, ¿fuiste tú? ¿Tú invitaste a las chicas a jugar esta estupidez?

—No, no, está bien —interrumpió Aqua, siendo la primera en dirigirse a ellos—. Kairi fue la de la buena idea, por increíble que parezca, Vanitas no es culpable de nada. Nosotras también estamos por voluntad propia.

     El albino no estuvo seguro de como reaccionar, pero evidentemente, no estaba de acuerdo con tan tonta actividad.

—Chicas, ¿ustedes están seguras de querer...?

—No es como si fuera a pasar a mayores —interrumpió Naminé—. Y de cualquier forma, si la pareja en cuestión no se lleva bien, pueden elegir abstenerse.

—¿Vas a jugar? —preguntó él, a la rubia.

—Pero claro, no creo que sea tan malo.

     Riku suspiró, haciendo notar que no estaba ni estaría convencido.

—Si tú lo dices...

(...)

    Sentados en circulo, entorno a una pequeña fogata, estaba el grupo de amigos estableciendo las normas del juego. Kairi tenia diez cintas, de las cuales cinco eran azules para los chicos, y las otras cinco eran rojas para las chicas. De forma que una de las cintas azules tenia una estrella colgando de la punta, y de igual manera ocurría con las rojas. Separaban los lazos por color, en distintos frascos, y finalmente cada quien tenia que sacar uno.

     La chica con la estrella, y el chico con la estrella serian encerrados por 20 minutos dentro una tienda, robada por su puesto, que habían ubicado del otro lado del claro del bosque, lo suficientemente lejos para que no se escuchase nada.

    Primera regla: estaba totalmente prohibido hablar de lo que pasaba en en la tienda.

    Segunda regla: nadie obligaría a nadie a nada.

    Tercera regla: ni una palabra a Ephemer o a Blaine.

    Cuarta regla: diviertanse.

—Es solo un juego para pasar el rato —dijo la pelirroja dándole a los chicos su respectivo recipiente azul—. Tampoco se lo tienen que tomar tan en serio.