–Sasuke... Uchiha– y en ese momento, todos, absolutamente todos los recuerdos que había tenido junto al Uchiha menor le llegaron de golpe.
–si, así me llamo, Naruto, no te preocupes, no es fácil escapar del pasado– dijo el azabache mirándolo con seriedad y un tinte de enojo, pero sin poder ocultar el inmenso brillo que desprendían sus orbes obsidiana.
–yo... Sasuke... Este– trató de excusar inútilmente sus acciones, siendo cortado por el menor.
–no creo que este ser el mejor momento para hablar de todo aquello, pero te prometo que no descansaré hasta obtener las respuestas que necesito– dijo el azabache.
–esta bien, ttebayo– se rindió finalmente el rubio.
–de acuerdo, entonces me voy, te espero el lunes a primera hora, tenemos mucho trabajo por terminar– dijo el azabache, para caminar y perderse por los amplios pasillos de la empresa.
Naruto simplemente se quedo ahí, parado y mirando al vacío. Se sentía tan estúpido, aquello que siempre quiso evitar y de lo que le huyo por diez largos años de su vida, venía y aparecía justamente cuando se había atrevido a regresar.
Si su abuela supiera en la situación que se encontraba, se estaría partiendo de la risa... Un momento, ella sabía todo desde un principio y lo peor es que había tenido el descaro de mandarlo a morir sin decirle nada. Ya podría hablar con ella largo y tendido cuando regresara a casa, ahora, lo único que podía hacer era cumplir con su trabajo.
Lentamente, emprendió la salida de aquel complejo empresarial, pensando en como le iba a hacer Ahora y como iba a controlar aquellos prohibidos sentimientos que habían surgido de nuevo en su interior... O que no, no habían surgido, sencillamente habían salido de su escondite y volvieron a instalarse en su pecho.
Lo que el rubio ignoraba, eran las miradas sorprendidas y lujuriosas de los varones, y las miradas llenas de envidia, curiosidad y celos de las mujeres y donceles. Y en especial, una mirada violeta que lo había observado desde que llegó y que se mantenía fija en él, mirándolo con el mayor de los odios.
Al salir del complejo empresarial, despidiéndose de Karin y Sakura, las cuales parecían que le habían tomado una extraña clase de cariño apenas cruzó el umbral de aquella empresa, camino con dirección a la acera para tomar un taxi que lo llevara a su casa, tenía mucho en que pensar y una larga platica pendiente que tenia con su queridisima abuela.
[...]
A pesar de encontrarse presente en la reunión, la mente de Sasuke volaba a los recuerdos que había tenido en su infancia y el recuerdo de los minutos en los que había estado con Naruto, decir que le sorprendió verlo, fue poco, estos años lo habían hecho aún mas hermoso de lo que lo recordaba, sus facciones habían madurado y su cuerpo había cambiado. Los sentimientos que hasta el momento habían permanecido intactos, habían crecido, al contemplarlo parado, enfrente suyo y mirándolo con vergüenza. Le había dolido su silenciosa partida, así como que, a pesar de ser reconocido internacionalmente, él que no lo haya reconocido, pero en parte lo agradecía, porque, de no ser así, el rubio no hubiera presentado su currículum en la empresa.
Tuvo que hacer esfuerzos titánicos para contener su emoción, ya que tenia que hacer que el rubio firmara el contrato, para luego revelarle su identidad. La expresión de desconcierto y sorpresa que se dibujo en el rostro del rubio fue gratificante, al parecer, el rubio lo estaba evitando y el sabría el porque. Si llegaba a descubrir que Naruto tenia aunque fuera una mínima gota de sentimientos por él, haría hasta lo imposible por obtener su corazón.
Una sonrisa boba se dibujo en su rostro, y todos los que allí se encontraban, miraban con el terror y la incredulidad plasmada en sus rostros al Uchiha, después de todo, ni su propio hermano era capaz de causar una sonrisa tan radiante en el menor de los Uchiha, como la que tenia en ese momento.
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Lo suficientemente Varón
FanfictionDesde niño, Naruto, en compañía de su abuela, cuidan de Sasuke Uchiha, el hijo varón de la familia Uchiha. En medio de su relación Niñero-niño, Saauke desarrolla sentimientos más allá de el simple cariño por el rubio y tiene que ser testigo de cómo...