Una muy buena explicación

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Cuando el taxi se detuvo frente a la residencia de su abuela, Naruto pago el valor de la carrera, y tomando su portafolio, descendió del auto, para cerrar la puerta y finalmente ingresar a su casa.

Una vez adentro, el rubio, después de dejar sus cosas en su sitio, se dispuso a hacer un recorrido exhaustivo de toda la vivienda. Necesitaba hallar a su abuela con urgencia. Primero busco en la sala de estar, luego en la cocina, después en el comedor, luego en todas y cada una de las habitaciones...hasta la busco en sótano, pero no había ningún rastro de ella.

Desganado, salio al patio, sorprendiéndose de encontrar a su abuela, sentada en la mesa que allí se encontraba mientras bebía de su fiel botella de Sake. Naruto tomo una gran bocanada de aire e intento controlar el impulso de gritar a su abuela, así como la vena que parecía a punto de estallar en su frente.

–Naruto, bienvenido a casa, como estuvo tu entrevista– pronuncio con descaro la mujer, mientras le sonreía ampliamente a su nieto.

–abuela– pronuncio con voz tétrica y entre los dientes –puedo saber, porque demonios no se te ocurrió avisarme que mi jefe iba a ser Sasuke Uchiha– termino con furia contenida a su abuela, mientras que con gran indignación se cruzaba de brazos, exigiendo una explicación.

–Naruto, te recuerdo que fuiste TÚ quien me pidió que no le dijera nada de los Uchiha, así que respete tu decisión y cumplí con no decirte nada, ya que eso te haya traído consecuencias o no, no es mi problema– dijo la mujer eximiéndose de la culpa y desviando esta a su nieto, que la miraba con molestia e indignación.

–pero no te costaba nada decirme que ellos eran los dueños de la empresa donde iba a trabajar, aunque me sorprendió encontrarme a Sasuke en la presidencia y no a su padre – comento con extrañeza el rubio.

–así que te encontraste directamente con Sasuke, eso me alegra, a ver si de una vez aprendes a enfrentar tus problemas en vez de huir ellos. Tu cara al reconocerlo seguramente fue épica– se burló la mujer, haciendo que su nieto se enojara más de lo enojado que ya se encontraba.

–eres de lo peor, abuela, ttebayo– en vez de sentirse ofendida, en el rostro de su abuela se formo una sonrisa nostálgica, había pasado mucho desde que había escuchado por última vez esa palabra en boca de su nieto.

–dejando tu absurdo enojo de lado, que tal te pareció lo que viste– pregunto con picardía la mujer, mientras veía a su nieto adquirir una tonalidad carmín en sus mejillas, por lo inesperado de su pregunta.

–no ha cambiado nada, ttebayo– confesó con la cabeza gacha y con la voz apagada.

–¿¡como que no ha cambiado nada!? ¡como puedes decir eso! Acaso no notas lo guapo que esta– exclamó la mujer con un cumulo de sentimientos que no podía definir, pero, donde los mas claros eran la sorpresa, la indignación y la extrañeza.

–no me refería a Sasuke, me refiero a mis sentimientos por él. Solo fue cuestión de verlo, para que mi corazón latiera con fuerza y algo en mi instintivamente lo reconociera, y cuando tomó mi mano y me dijo su nombre sentí lo mismo que sentí cuando lo bese aquella vez en mi habitación, los diez años que me fui de aquí huyendo de mis sentimientos se fueron al garete, fueron tiempo perdido, después de todo, no es fácil escapar de los sentimientos– dijo con desánimo, mientras admitía su derrota e ingresaba a la casa para dirigirse a su habitación, a reflexionar sobre lo patético que había sido y a buscar una forma correcta de organizar sus ideas.

[***SASUKE***]

Sasuke se la había pasado todo el día en las nubes, cada vez que recordaba a su precioso rubio era inevitable que una pequeña sonrisa surcara su rostro, pero era imposible no sonreír, cuando sentía tanta felicidad, que sentía que esta no le cabía en el cuerpo.

Lo suficientemente VarónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora