previo a la exposición

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Al día siguiente y después de acceder a acompañar a su jefe a ve-tu-a-saber-donde, se encontraba frente a la exclusiva casa de costura Nara, la mas importante, no solo en la ciudad, sino en todo el país.

¡joder! Que sabia que Sasuke-teme le llevaría a un lugar lujoso y bastante costoso, pero llevarle a una casa de diseño tan reconocida y famosa como esa era una completa exageración, que rayaba en lo absurdo.

-¡estas loco si piensas que voy a entrar ahí! ¡Sasuke-teme! - exclamo el rubio, mirando con molestia al Uchiha, quien solo atinaba a sonreír de lado.

-vamos miedosito- le dijo tomándolo de la mano y llevándolo al interior de la gran tienda. -recuerda que te pregunte en la mañana donde compráramos los trajes y me dijiste que cualquier lugar estaba bien, así que asume las consecuencias de tus palabras y entra. Además, si no nos damos prisa llegaremos tarde a la cita que tenemos apartada- dijo mientras lo conducía al cuarto de medidas.

Naruto, sabiendo que era un pelea pérdida, simplemente atino a bufar, mientras hacia un tierno puchero, causando una sonrisa en el menor, cuanto había extrañado eso.

•°•°•°•°•

Al llegar al cuarto de medidas, se encontraron con una rubia de coletas, que se paseaba como león enjaulado por todo el salón y se veía sumamente molesta.

Al verlos entrar, la expresión de molestia en su rostro se aumento a grados insospechados, pero, al ver al rubio bonito que lo acompañaba, su expresión se atenuó, hasta convertirse en una de burla.

-¡oh, hasta que Al fin el rey de Roma se digna a hacer su aparición! Y esta vez trae a alguien digno de estar en esta tienda- exclamo la mujer con burla, mientras miraba con conocimiento al varón, el cual solo atino a desviar la mirada.

-no empieces, Temari- le dijo a la mujer con un tinte de molestia, antes de dirigirse a Naruto -Naruto, te presento a Temari No Subaku, ella es la esposa del dueño de esta casa de modas y grandes amigos mios, ella diseñara nuestro vestuario. Temari, el es Naruto Namikaze, de quien ya te había comentado, el es mi asistente- hizo las presentaciones el Uchiha, notando que la mujer miraba al rubio como si fuera han deidad.

-¡oh, vaya! Con que este es el famoso Naruto, de quien tanto e oído hablar, me rindo ante ti, eres un héroe, lograste dos de las cosas que creía imposibles, mis respetos hacia ti, dime donde te pongo tu altar- dijo la mujer, mientras lo miraba por todos lados, sonrojando al rubio por la intensidad de su mirada y por sus palabras.

-No le hagas caso, Naruto, ella esta...- le dijo al rubio, antes de que dijera cualquier cosa y para quitarle peso al asunto, pero corto su perorata al ver la mirada asesina que le dedicaba la mujer.

-No te atrevas a decirlo, Uchiha bastardo- le reclamo la mujer, apuntándolo con una larga regla -y a ti- dijo, dirigiéndose al rubio -debo darte las gracias. Gracias a ti me liberé de tener que tratar con la víbora de la secretaria de Sasuke - le dijo la mujer con verdadero agradecimiento, y el rubio se preguntaba quien era esa mujer tan terrible, como para que la rubia le tuviera tanto fastidio.

—como sea— dijo el moreno para cortar la conversación y seguir a lo importante —Temari, necesitamos que diseñes nuestro vestuario para la inauguración de la galería de arte de Deidara, pero antes necesitó decirte algo importante — dijo con seriedad, mirando fijamente a la mujer, quien entendió la importancia del asunto.

—esta bien, Naruto, ve por el pasillo y cuando encuentres una puerta roja, toca, dile a mi asistente que te tome las medidas en lo que Atiendo el pedido del estreñido— dijo ka mujer con sorna, ganándose una mirada molesta del mencionado y la gran carcajada del rubio.

—¡eso estuvo genial, ttebayo! Lo tendré en cuenta para la próxima ocasión — dijo el rubio, para luego salir de la sala y dirigirse al lugar que le habían indicado.

°•°•°•°•

—y bien, que era aquello que me tenias que decir— dijo la mujer, una vez se encontraron en su despacho personal.

—necesito pedirte unos cuantos favores, y no te diría nada si no fuera de vital importancia, sabes que el dinero no es problema y que te sabré recompensar muy bien si me ayudas con esto— dijo el moreno con extrema seriedad.

—de que se trata— preguntó la mujer con interés, mientras miraba con curiosidad al Uchiha. Debía ser extremadamente importante lo que le iba a pedir, como para que se lo estuviera pidiendo y presentara ese grado de seriedad.

—Necesito que confecciones el mejor traje que has hecho en toda tu vida, necesitó que Naruto deslumbre esa noche, no importa lo que cueste, estoy dispuesto a asumir todos los costos que pueda implicar— dijo con absoluta seriedad, mirando con suplica a la mujer —también necesito que confecciones el mio, solo has algo que vaya de acuerdo a mi gusto, pero necesito que hagas una réplica, no importa, y que me las envíes en forros de distintos colores. El de Naruto, te pido por favor que lo envuelvas en una caja de regalo y que este listo para el viernes en la tarde o para el sábado a primera hora. Pero el de Naruto es el más importante — explicó a la mujer, que ahora lo miraba un tanto confundida.

—por el traje de Naruto no te preocupes, Itachi vino hace algún tiempo y pidió lo mismo que tu, el me dio algunas especificaciones de medida y talla, por lo que el traje ya esta casi terminado, solo falta ver la aprobación de Naruto y las correcciones de talla y ancho. Pero, por lo que me estas diciendo y pidiendo, parece como si presintieras que algo le va a suceder a tu vestimenta, explicame que planeas y que esta sucediendo— pidió la mujer.

—bien, Chino, mi antigua asistente, esta detrás de mi, y yo se que jamás la tomaría en cuenta, por lo que lo deje pasar, pero, con la llegada de Naruto todo cambio, y al enterarse que Naruto siempre ha sido el dueño de mis afectos, se ha propuesto hacerle la vida imposible, aunque Naruto es tan inocente que se niega a verlo. El caso es que al enterarse de que voy con Naruto a la inauguración se puso molesta y va a intentar sabotearlo por todos los medios, y se que lo primero que va a intentar es deshacerse de su vestuario, por lo que voy a hacer una coartada para despistarla— explicó.

—ahora entiendo, pensé que no te habías dado cuenta, pero mi pregunta es, si lo sabes, porque no la has despedido— pregunto con intriga la mujer.

—porque la estoy usando a mi favor, porque, en vez de alejarme de Naruto, me acerca más a el y porque no puedo despedirla injustificadamente, pero si puedo esperar hasta que finalice su contrato y no renovarlo— explicó con una sonrisa maligna.

—sabes, Bastardo, a veces, en verdad llegas a asustarme, en verdad eres peor que Gaara, Karin y Sakura juntas— dijo la mujer, mientras le palmeaba el hombro y se ponía de pie. —no te preocupes, deja todo en mis manos— dijo con convicción, para luego salir de la oficina, siendo seguida por el Uchiha, hasta el lugar donde se encontraba Naruto. Debían prepararse, pues el día de la inauguración de la galería, más de uno se llevaría una gran sorpresa.

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En el transcurso de la semana, Naruto pudo comprobar la veracidad de las palabras de la rubia; la secretaria de Sasuke era en verdad molesta, pero el era Naruto Namikaze Uzumaki y no se iba a dejar.

Estaba un poco ansioso y nervioso por el día de la inauguración, pero debía conservar la calma y mantener lis pies en la tierra, además de que el traje que le había comprado Sasuke se veía precioso y moría por usarlo, aunque no quitaba el hecho de que se sintiese mal por su alto valor.

Y tal y como Sasuke predijo, na desdeñosa mujer, una vez llegaron los vestidos, se ensaño con el de forro blanco, y lo lleno de tinta y cloro, arruinándolo por completo. Que bueno que la mujer era ingenua y que pensó que el regalo de su hermano venia en la hermosa caja color crema que fue enviada a su oficina. Debía agradecerle a Temari, seguro a Chino le daría una ulcera cuando se enterara de que su plan había fracasado.

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Hasta aquí...

Salí del hiatus!!!

Se que les debo algo y se los pagaré en el próximo capitulo.

Solo pasaba por aquí para desearle un feliz día a todas las mujeres.

Nos leemos luego

Lo suficientemente VarónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora