Un amargo reencuentro

2.3K 281 7
                                    

Gracias a todos los que no me dejaron en visto. ¡tengo 5,22k lecturas! Esto no hubiera sudo posible sin ustedes.

Agradezco a todos los que participaron en la pregunta que hice, y muchos de ustedes estuvieron bastante cerca, pero sólo @rossyharu respondió acertadamente, así que este capitulo es para ti.

🍅[...]🍥

Naruto iba tan inmerso en sus fatalistas y deprimentes pensamientos, que no noto que hace mucho tiempo el coche se había alejado del centro de la ciudad y se dirigía a los extremos, donde solían encontrarse la fabricas, las plantas de producción y los cementerios.

El repentino movimiento, causado por un reductor de velocidad, saco a Naruto de sus tristes pensamientos y lo llevo de regreso al mundo real. Dándose cuenta de que se encontraban en un gran estacionamiento, uno grande y desolado, uno que no quería volver a recordar.

–Sasuke, porque estamos en el cementerio– pregunto el mayor sacudiendo un brazo del azabache, mientras lo miraba con verdadera angustia y pánico.

–te lo dije antes, vamos a visitar a unas personas muy especiales– le comento con tranquilidad, mientras detenía el auto y apagaba el motor.

El varón descendió del auto y abrió la puerta de atrás para sacar los ramos de rosas y le extraño que el rubio no se hubiera bajado. Con lentitud y tranquilidad, avanzo hasta la puerta del copiloto, notando con preocupación la cara del rubio.

–Vamos Naruto, o dime que sucede – pregunto el varón, notando la expresión de terror que se formaba en las facciones del rubio.

–no me gusta el cementerio, de hecho, solo he entrado una vez y no quiero volver a recordarlo – contesto ido, mientras que no apartaba su vista del cielo gris que se proyectaba por el vidrio panorámico.

–ósea, que la única vez que entraste aquí fue el día del sepulcro de tus padres– pregunto el azabache, recibiendo un asentamiento con la cabeza por parte del rubio.

–me contaras porque no te gusta venir aquí – pregunto con persuasión el azabache, recibiendo una afirmación por parte del rubio.

–yo era muy pequeño cuando murieron mis padres, para ese entonces tenia seis años. Mis padre habían salido de viaje y yo estaba con la abuela, cuando el teléfono empezó a sonar y yo recibí la noticia de que mis padres habían muerto en un accidente. Yo entre en un estado de depresión muy profundo, pero la cosa se agravó cuando fuimos a la morgue, y en una de mis travesuras, escape de lugar en el que me tenia mi abuela y entre en una habitación sin percatarme, y ahí tuve un primer plano de los cuerpos completamente destrozados de mis padres, al parecer había entrado a la sala de autopsias, y vi como unos sujetos cortaban a mi padre y a mi madre, eso es lo ultimo que recuerdo. Me desperté a la semana y mi abuela me dijo que había estado muy grave y que había permanecido una semana internado en el hospital. Cuando me fueron el alta, trate de ir al funeral de mis padres, pero apenas vi sus féretros quede inconsciente. Después de eso, fui a varias sesiones con el psicólogo y me dijo que tenia un problema para superar la muerte de mis padres y hasta que no pudiera superarlo, no podía ingresar al cementerio, porque mi reacción iba a seguir siendo la misma, así que mi abuela decidió que le haríamos un altar en casa y que les rezariamos desde allí, por eso yo no he venido desde entonces y la que se hacia cargo de sus tumbas era la abuela Tsunade– explicó con la voz apagada y con lágrimas en sus ojos, que no sabía en que momento habían empezado a caer.

–entiendo eso, pero es un ciclo que debes cerrar y es bueno que empieces ahora, además que necesitó que me acompañes, hay algo que debes saber– dijo el varón, mientras lo tomaba de la mano y lo hacia salir del auto. –no te preocupes, prometo no dejarte sólo en esto, me tienes a mí – dijo con seriedad, infundiéndole valor al rubio y haciéndolo avanzar hacia la entrada del campo santo.

Lo suficientemente VarónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora