Dos corazones rotos

3K 300 22
                                    

En ese momento, en el subconsciente de Sasuke se desataba un hervidero. Realmente lo que estaba sucediendo se le antojaba completamente irreal, pero el saberse ahora conocedor de esa dulce y exquisita boca, le estaba llevando al paraíso. La lengua de su rubio recorría su boca, pero después el tomo el control y saboreo su interior como le dio la gana descubriendo algo importante, y era que definitivamente aquello era algo adictivo.

Ese no era su primer beso, pero su era el primero que lograba hacerlo volar completamente y transportarlo al paraíso. El rubio saboreaba su boca y a pesar de su inexperiencia, trataba de dar lo mejor de si para que ese momento fuera mágico.

Pero no todo es para siempre y apenas el rubio abrió sus ojos y cayo en cuenta de su grave error, se aparto rápidamente del azabache y lo miro con gran temor.

–Sasuke... Yo... No era mi intención, perdoname yo no quise hacer esto... Tu eres un niño y estas a mi cuidado... Me deje llevar, en serio, perdoname, ttebayo– balbuceó el rubio completamente sonrojado y avergonzado.

Sasuke permaneció un poco ido y con un sonrojo en su rostro, aquella fue la mejor experiencia que había tenido en su corta vida, fue mágico e intenso. Pero las palabras del rubio le generaron una gran tristeza, el sabia perfectamente que era un niño, pero escucharlo del rubio había sido como un golpe a su orgullo. Pensando detenidamente la situación, si demostraba por completo sus sentimientos ahora, el rubio se alejaría por completo de él y perdería cualquier posibilidad de poder cortejarlo, pero si le quitaba peso al asunto, por ahora, el rubio se relajaría con el y le daría la posibilidad de poder conquistarlo en los años que le quedaban por delante, por que el rubio se iba a quedar con él por mucho tiempo... Verdad.

–olvidalo dobe, simplemente fue algo que sucedió y ya no podemos hacer nada para cambiarlo– dijo quitándole hierro al asunto, a pesar de que no era lo que el realmente pensaba.

Sin saber porque, una parte muy en el fondo de Naruto resintió un poco esas palabras, algo en el interior había dolido al escucharlo decir aquello de una forma tan despreocupada, pero sabia que lo mejor era no darle mayor hilo al asunto, puesto que solo lograría estropear la bella amistad que tenia con el pelinegro.

El rubio le regalo una adorable, hermosa y apenada sonrisa, antes de curar las heridas que habían vuelto a sangrar por la reciente acción.

[...]

Una semana ya había pasado de ese hecho. Los padres del azabache y su hermano habían causado tal revuelo al verlo llegar a su casa en tal pésimo estado. Entre el Uchiha menor y el rubio les inventaron que el Menor había extraviado un texto, y que no había tenido tiempo de avisar a su casa, pero que había tomado la decisión de ir a recogerlo y cuando salio del instituto, habían intentado asaltarlo, pero el se defendió y resultó herido. Sus padres creyeron en su historia, pero su hermano y Tsunade no se habían comido el cuento, y en medio de la presión, tuvieron que decirles la verdad, claro esta, omitiendo varios detalles.

Todo el instituto se escandalizó cuando vio llegar al Heredero Hyuuga y al Uchiha en tan pésimas condiciones. Mientras que el cobarde Hyuuga alego que había sido víctima de un asaltó, el Uchiha dijo que sus heridas fueron producto de un fuerte altercado con un hombre que había atentado contra la dignidad de un hermoso doncel.

Muchos de los estudiantes creían en aquellas versiones, pero entre los pasillos circulaba el rumor de que a Hyuuga el Uchiha le había propinado la paliza de su vida por la gran humillación a la que sometió al doncel Uzumaki.

Con respecto a Naruto, desde que le dio aquel beso al Uchiha, una confusión de sentimientos se dio lugar en su interior, y por mas de que su relación seguía igual y de que nada hubiera cambiado entre ellos, él no había podido quitarse al menor de sus pensamientos, no había santo día en el que no pensara en probar sus labios de nuevo, en sentir el tacto de sus cálidas manos en su piel, en recorrer aquella deliciosa boca y en saberse unico dueño de la atención y los afectos del menor.

Lo suficientemente VarónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora