Lo suficientemente Varón

Donde todo empezo: Una buen lugar para una nueva oportunidad

Sasuke tomo de la mano a Naruto, y lo condujo a través de los pasillos, los dos se encontraban en un silencio apacible, y mientras se dirigían al lugar donde se encontraba el auto del moreno, cada uno ponía en orden sus pensamientos y sentimientos, nos sabían que este era el momento de la verdad, el todo o nada, donde se ponía en juego su futuro y su felicidad.

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Al llegar al auto, el moreno condujo a toda velocidad, mientras observaba el camino con atención y pensaba en todo lo que había pasado. Esta tan irreal, todo aquello era tan increíble, había sido tan difícil y doloroso todo lo que habían tenido que atravesar, todo para llegar hasta aquí, pero, el destino siempre encamina y une todo aquello que debe estar junto, y ahora los dos se encontraban en un auto, viajando hacia el lugar donde había empezado todo.

Después de treinta minutos de recorrido, a lo lejos se diviso la gran e imponente mansión Uchiha. El moreno aceleró el paso, y al entrar, Naruto pudo darse cuenta de una cosa; Absolutamente nada había cambiado. Todo se encontraba igual a la ultima vez que lo vio, era como si todo se hubiese congelado en el tiempo y estuviese aguardando su regreso.

—Naruto— llamo el moreno, mientras se acercaba al contrario —como pudiste notar, nada ha cambiado desde tu partida, es raro, lo se, pero es la manera como la familia Uchiha recuerda con afecto y cariño como la familia Namikaze-Uzumaki entro a nuestras vidas para pintarlas de color, cada lugar de esta casa cuenta una historia o trae a la memoria algún recuerdo. En esta casa compartimos muchos momentos tu y yo, por eso creo que es el lugar donde tenemos que aclarar todo de una vez por todas, así que ven, acompañame, iremos a mi antigua habitación.— indico, mientras subía las escaleras, siendo imitado por el rubio.

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Al llegar, Naruto se sorprendió, pues al igual que la casa, nada en la habitación de Sasuke había cambiado, nada, excepto por los tres nuevos portarretratos que adornaban su mesilla auxiliar.

En uno aparecían Sasuke y él en su graduación, en el siguiente aparecían Sakura, Karin y Sasuke el día de su graduación del instituto y en el ultimo, aparecía su gran familia, reunidos en una hermosa fiesta de navidad.

—Naruto, acercate por favor— pidió el moreno y le señaló su cama, que era el lugar donde Debía sentarse, el moreno se encontraba sentado en la silla de su escritorio, recordando los tiempos donde se la pasaban interminables horas, hablando de cualquier cosa de esa manera. —yo empezaré primero, pero antes de empezar, quiero ofrecerte una disculpa por hacerte pasar por todo aquello que atravesaste en la compañía por culpa de Chino, yo era consciente de todo lo que hacia ella y no la detuve, se que utilice para hacerla caer y se que estuvo verdaderamente mal... lo siento— se disculpo con sinceridad y arrepentimiento el moreno, mirando directamente al rubio los ojos, para dar fe y peso a sus palabras.

—no te preocupes, Sasuke, no tengo nada que perdonarte. Eran validas tus razones y si yo hubiera podido hacer algo para encarcelarla, también lo hubiese hecho, todo el daño que hizo esa mujer a seres inocentes no tiene ningún tipo de perdón— expreso compresivo el rubio.

—bien, ahora tengo que aclararte muchas cosas, para empezar, yo... Yo nunca te he olvidado, Naruto, eres mi primer y único amor... Mira, se que no soy el modelo perfecto de hombre, que soy egoísta, frío, calculador, orgulloso, prepotente y egocéntrico, entre muchos otros defectos, pero, Naruto, yo te juro que mi amor es sincero, desde que me enamore de ti, no he podido volver a amar a nadie, y no importaron los años que pasaron, siempre estuviste aquí clavado en mi corazón, como una herida, pero siempre tu recuerdo me impulsaba a seguir a luchar por ser mejor, a tratar de convertirme en lo suficiente... No, lo mejor para ti. No te estoy diciendo que estés conmigo, ni te quiero forzar a nada... Solo... Sólo pido una oportunidad, sólo una oportunidad para demostrarte cuanto te amo y lograr ser alguien digno de tu corazón — pidió con seriedad, mirándolo fijamente a los ojos, transmitiéndole todos sus sentimientos.