STAND BY ME - Luke Hemmings

Cap.16 Que esta mal.?

:: Narra Luke ::

Le di la espalda a Zayn y comenze a subir las escaleras, sentía su mirada sobre mi pero la verdad es que poco me importo. Me encontré en un largo pasillo con puertas a ambos lados, todas estaban cerradas excepto una, la biblioteca, bueno, por lo que se podía apreciar. Camine frente a cada cuarto, tentando la suerte para acertar con la habitación de Kathee. Ya había tocado y abierto todas las puertas, bueno en realidad casi todas, me quedaba una opción al fondo del pasillo.
Me acerque y llame dos veces, espere unos segundos pero no recibí respuesta del otro lado. Tome la perilla de la puerta y lentamente la gire, sigilosamente me adentre a la habitación, adaptando mis ojos a la obscuridad de esta.
Eran casi las 2:00 de la tarde, como es que Kathee se las arreglo para que su habitación estuviera tan obscura.? Bueno tampoco importaba, quizá en ese aspecto Kathee era como yo... Has tregua con la obscuridad y vence a tus enemigos que fíate de la luz y muere por sus prejuicios.

Hasta entonces sólo me percate de que había un enorme mueble en el centro de la habitación, probablemente una cama. Otros dos muebles a cada lado de esta sobresalían, mesitas de noche quizás.?
Busque a tientas el interruptor pero sólo logre chocar con otro mueble, haciendo que este temblara un poco. Logre visualizar dos pequeñas torres en cada una de las mesitas.
Lámparas.
Me acerque silenciosamente a una de ellas y la encendí logrando así aclarar mis dudas y tener una amplia visión de lo grande y extraña, por así decirlo, que era la habitación de Kathee.
La luz lograba iluminar lo suficiente para darme cuenta que en las paredes no había ningún póster, fotografía o algo que una chica de 16 años común tendría por decoración. Al contrario, cuadros de diversas pinturas era lo que colgaban de ellas. Reconocí a dos de las obras por las clases de arte que el instituto nos obligaba a tomar., el resto de ellas me resultaron desconocidas. El color de las paredes era una combinación de verde olivo y verde claro, ambos colores separados por una franja blanca con extraños dibujos en ella. Había dos puertas al fondo de la habitación; una grande, quizá el armario, y otra un poco más decente, el cuarto de baño. Entre ellas colgaba una gran pantalla plana. Un gran espejo de cuerpo completo se encontraba en una esquina y junto a el, a cada lado, había repisas. Me acerque a ellas y observe que estaban repletas de diversos objetos, CD's, carpetas, botes con lápices de colores, adornos poco comunes y... Libros.?
Definitivamente eran libros, pero no de aquellas basuras de texto que recibías en la escuela, no. Algunos eran de arte pero la gran mayoría eran de viejas obras, algunas historias eran más recientes pero en su mayoría eran viejas novelas de Charles Dickens, Jane Austen, William Shakespeare, Louisa May Alcott y Agatha Christie.
Reconocí algunas de las obras como Hamlet, Romeo y Julieta, Historia de Dos Ciudades, Mujercitas, Orgullo y Prejuicio y El Mercader de Venecia.
Quede impactado con su colección de libros, sabía que le gustaba "El Mercader de Venecia" pero nunca me imagine su pasión por viejas obras como estas...
Escuche un gemido en la habitación, me gire y pose mi mirada en la abultada silueta que se encontraba sobre la cama. Nunca me percate de ello, a decir verdad ni lo note.
Kathee se encontraba tendida pasivamente sobre las sábanas, aún llevaba el uniforme y los tacones puestos, su maquillaje seguía igual que antes y la sangre de sus heridas ya estaba seca. Su enmarañada cabellera escarlata le cubría parte del rostro y sus manos temblaban ligeramente. Tenía frío.
Las sábanas que cubrían su cama eran de color beige, tome la esquina de una y con ella la protegí del frío.
Me senté a su lado y detenidamente la admire... Kathee era realmente hermosa y se veía tan vulnerable en este estado. Nunca me había detenido a apreciar a una chica de esta forma, en realidad nunca espere hacerlo, pero con ella era diferente.
Al otro lado de la cama, sobre la otra mesita de noche, había una caja de lo que parecían toallas húmedas.
Me levanté con cuidado de no despertarla y me acerque a la mesita, tome la caja, la abrí y de ella saque un par de toallas. Nuevamente fui a con Kathee y con delicadeza limpie la sangre seca de sus rodillas. Esperaba un sucio pensamiento de mi parte al momento en que mi piel choco con la suya pero al contrario sentí lástima... Esperen, lástima.? Ella claramente sintió el frío tacto de la toalla y se removió con pereza. Me levanté con cuidado y me dirigí a mi antiguo lugar a su lado. Kathee gimió en lo que también pareció un sollozo, se giró y apoyó su cabeza sobre mi regazo. Se llevo una mano a sus ojos para cubrirlos de la radiante luz que emergía de la lámpara, enseguida la apague y me quede con ella a obscuras.
Sentí como dejo de moverse y su respiración volvía a ser lenta y tranquila, no pude evitar acariciar su cabello bajando lentamente a sus mejillas. Una cálida y suave mano se posó sobre la mía deteniendo así las caricias que le deba al rostro de Kathee.