Doble vida-Rubius y tú-(Fanfic)

Capítulo 9

-POV Rubén-

—Impresionante—susurré, asombrado por la majestuosidad de la mansión de Tn___. No pude evitar desear que Mangel estuviera a mi lado, compartiendo este momento único.

La entrada era digna de las escenas de ranchos en las novelas, con árboles a ambos lados de la carretera y al final, una imponente casa de dos pisos. Esto superaba con creces mis expectativas, y anhelaba la presencia de Mangel para confirmar si esto era real o simplemente un sueño. Nos bajamos del auto y cruzamos el umbral de la mansión. Mis ojos no podían creer lo que veían; era como si estuviera frente a la Casa Blanca.

Acompañé a Tn___ mientras buscaba la habitación de huéspedes, escuchando sus anécdotas sobre la casa. Mis ojos, sin embargo, se desviaban hacia su figura. Vestía una camisa negra con tiras que revelaban su abdomen, mahones cortos azules, Vans negras, su característica gorra de DeadPool y un sinfín de pulseras. Cada detalle de su presencia capturaba mi atención.

—Esta será tu habitación —anunció, abriendo la puerta para que ingresara primero.

—Gracias por invitarme —respondí, dejando mi mochila en la cama—. ¿Qué planes tienes para hoy? Traje mi XboxOne y algunos juegos, por si acaso —añadí, provocando una risa ligera de Tn___.

—Son apenas las once y media de la mañana. Con este calor, pensaba que podríamos ir a la piscina al mediodía —comentó, dirigiéndose hacia la puerta—. Acomoda tus cosas y baja cuando estés listo. Voy a cambiarme en un par de minutos —dijo antes de cerrar la puerta tras de sí.

Saqué mi ropa de la mochila y la guardé en el gavetero. Después de cambiarme en el baño, me tumbé en la cama, que resultó ser tan suave como un malvavisco. La tentación de quedarme dormido era fuerte, pero resistí. Al mirarme en el espejo, me di cuenta de que estaba listo: camisa, pantalón, gafas, gorra, pelo recién cortado. Una breve charla de motivación frente al espejo y me dirigí hacia la piscina.

La piscina resultó ser un paraíso acuático, con un jacuzzi en una esquina, varias sillas y un bar al final. Tomé asiento, sintiéndome un tanto incómodo en esta casa desconocida y con mi naturaleza tímida, evitando tocar algo que pudiera romperse.

—Pensé que ya estarías dentro de la piscina —escuché cerca de mí y al girar la cabeza, me quedé atónito.

Su presencia era sobrecogedora. Su cuerpo era una obra maestra: ojos negros, nariz pequeña, labios carnosos, piel morena, cintura pequeña, caderas pronunciadas, pelo largo castaño. Parecía una muñeca de porcelana que debía ser cuidada con amor y cariño.

—Decidí esperarte —anunció, y mientras se dirigía al bar, me dejó boquiabierto.

—Espero que compartamos el mismo gusto musical —conectó su celular a la radio, y la canción "Shades of Grey" de Oliver Heldens llenó el ambiente.

—Oliver Heldens —comenté, a lo que ella asintió—. Hace tiempo que no salgo con él —añadí, cruzando los brazos.

—Nunca pensé que fueras amigo de él —me miró sorprendida—. Si eres su amigo, imagino que te habrá enseñado a hacer esto —dijo, y sin previo aviso, comenzó a bailar el famoso "Shuffle".

—Solo un poco —reí, uniéndome a la diversión.

—Entonces, aprende del maestro —dijo, dándome una lección de baile que no olvidaría.

Al finalizar la canción, sonó "BunnyDance" de Oliver Heldens, una melodía que se hizo famosa gracias a su baile sencillo y ritmo pegajoso. Tn___ comenzó a bailar, y al notar mi falta de participación, me miró confundida. No era un bailarín experto, pero ella tomó mi mano, acercándome a la orilla de la piscina.

Realizó un movimiento de ola, me lo pasó y luego hizo una serie de pasos. Estaba perdido, pero con determinación, intenté seguir sus movimientos. Los pasos se volvieron más complicados, y en mi intento por imitarla, terminé tropezando, cayendo al agua. Tn___ se rió ante mi desliz, nadando hacia donde estaba.

—Ayúdame a salir de aquí —pedí, extendiendo la mano. Con inocencia, ella tiró de mi brazo, haciéndome caer al agua nuevamente. Esta vez, era yo quien reía.

—Bastante astuto de tu parte, Rubén —comentó, arrojándome agua al salir.

Este fin de semana se perfilaba como algo único y especial, lleno de risas, bailes y momentos inolvidables. Estaba emocionado por descubrir qué más depararía esta aventura en la casa de Tn___.