008 ; force

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Narrador Omnisciente.

Aprovechó el estado débil de aquel ángel simplemente para satisfacerse.

Un demonio al ver que cualquier alma esté débil, sabe automáticamente que puede entrar en su mente y controlarla mediante esa herida, como si fuese una herida abierta para que pudiera entrar un virus y empeorar la situación.

Eso es lo que exactamente había hecho Yoongi con Jimin. El primero apuesta que en algún el ángel se dará cuenta, y de ahí se volverá toda una guerrilla.

¿Por qué lo hizo? La tentación.

También por venganza.

Yoongi no podía ver que Jimin se estuviera cayendo lentamente hacia un humano, Jungkook, odiaba demasiado verlos enamorados. No soportaba el hecho de que Jimin buscara en otras personas el cariño que Yoongi muere por dárselo.

Sabe perfectamente que no tiene nada de amor, ni cariño, pero por lo menos tiene una idea; se sentía con rabia no saber como expresar lo que siente. No estaba acostumbrado a expresar lo que siente a través de acciones buenas, sino siempre fueron malas, perjudiciales y demás.

Observaba de lejos el cuerpo de ángel que reposaba sobre las frías sábanas de aquella cama.

—Al parecer, te amo... Maldición.—dijo para sí mismo, creyendo que él seguía durmiendo— La puta madre.

Fue lo último que dijo antes de partir al infierno a través del espejo.

Dejando a un ángel con el rostro empapado y miles de sentimientos colgado.

...

—¿Quién es?—preguntó Jimin luego de oír unos golpes contra su puerta mientras estaba haciendo manualidades de copetín.

—¡Pepii!—oyó el sobrenombre de su sobrino con la voz aguda y sonrió al reconocerla.

Intentó salir del lugar en el que estaba sin tropezarse con cosas frágiles para recibir a su sobrino.

El abrazo de un niño lo calmó, agradecía tanto tener a unos niños que le brindara esto.

—No pensé que iban a venir.—alzó al niño y saludó a SeokJin— Pasa.

—Lo que pasó es que él quería verte si o si, casi se peleó conmigo para que lo traiga para ver a su tío.—respondió SeokJin mientras se adentraba a su residencia.

—sonrió— Me sorprende que me siga llamando tío...—murmuró.

—Bueno, nunca dejaste de serlo, Jimin...—respondió— ¿Te molestamos? ¿Llegamos mientras estabas trabajando en algo..?—preguntó cambiando de tema.

—No, solamente estaba haciendo unas cosas... Perdón por el desastre.—fue hacia la cocina con ellos— Preparo algo, ¿qué quieres, cariño?—acarició los cabellos ajenos.

—Mochii —sonrió el niño—.

—Tal vez que los tenga conservados algunos de esos...—sonrió.

El niño subió a la mesa para sentarse y jugar con una servilleta de papel.

Dejó la comida que había pedido el niño frente de este con una sonrisa y caminó hacia la puerta tras escuchar los golpes de esta.

—Por fin te veo sin ojeras, Jimin.—habló Namjoon luego de que Jimin lo recibiera.

—sonrió— Qué gran saludo.

Ambos fueron hacia la cocina, el que recién llegó saludó a su hijo con un beso.

—Tardé por el estacionamiento, perdón...—Namjoon se acercó a SeokJin y dejó un beso en sus labios.

bad romance ; jm + yg IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora